El título robo de la
historia alude a la apropiación de la historia por parte de
Occidente. Es decir, el pasado se conceptualiza y presenta según lo
que ocurrió a escala provincial en Europa, casi siempre en la Europa
occidental, y que luego se impuso al resto del mundo. El continente
europeo presume de haber inventado una serie de instituciones
portadoras de valores como la democracia, el capitalismo mercantil,
la libertad y el individualismo. Sin embargo, estas instituciones
existen también en otras muchas sociedades humanas. Entiendo que lo
mismo ocurre con ciertas emociones como el amor (o el amor
romántico), cuyo origen se ha situado casi siempre en Europa en el
siglo XII y que se han vinculado de modo intrínseco a la
modernización de Occidente (la familia urbana, por ejemplo).
Esto resulta evidente en
el relato que nos ofrece el distinguido historiador Trevor-Roper en
su libro "The rise of Christian Europe". Trevor-Roper subraya los
destacados progresos de Europa desde el Renacimiento (aunque algunos
historiadores comparativos no reconocen dicha superioridad hasta el
siglo xix). Y considera que tales progresos fueron obra exclusiva del
continente europeo. La superioridad podr.a ser temporal, pero
Trevor-Roper afirma:
"Los
nuevos gobernantes del mundo, sean quienes sean, heredaron una
situación construida por Europa y sólo por Europa. Son las técnicas
europeas, los ejemplos europeos, las ideas europeas las que han
arrancado al mundo no europeo de su pasado: de la barbarie en Africa;
de una civilización mucho más antigua, lenta y majestuosa en Asia;
y la historia del mundo, durante los últimos cinco siglos, ha sido
historia europea en todos los aspectos realmente significativos. No
creo que tengamos que disculpamos porque nuestro estudio de la
historia sea eurocéntrico"
Tras varios años
viviendo entre tribus africanas y en un reino de Ghana, comencé a
cuestionar una serie de pretensiones de los europeos en las que se
arrogaban el invento de formas de gobierno (como la democracia), de
formas de parentesco (como la familia nuclear), de formas de
intercambio (como el mercado), y de formas de justicia, que al menos
en fase embrionaria se encontraban ampliamente representadas en
muchos otros lugares. Estas pretensiones se plasman en la historia,
tanto en la disciplina académica como en el discurso popular.
Evidentemente, se han producido grandes logros en Europa en los
últimos tiempos y debemos tenerlos en cuenta. Pero por lo general
deben mucho a otras culturas urbanas, como la de China. Por otro
lado, la divergencia entre Occidente y Oriente, tanto económica como
intelectual, es relativamente reciente y quiza sea transitoria.
Europa no sólo despreció
o minimizó la historia del resto del mundo y, en consecuencia,
malinterpretó su propia historia, sino que impuso conceptos y
periodos históricos que han deteriorado nuestra comprensión de Asia
de forma significativa tanto para el futuro como para el pasado.
Jack Goody
"El Robo de la
Historia".
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