Juan Hunyadi, también Hunyadi János o Ioan de Hunedoara, junto al vampirizado voivoda valaco Vlad Tepes, y el albanés, Jorge Castriota, más conocido como Skanderbeg, fue, durante el siglo XV, auténtico azote de los otomanos. Además es uno de los grandes militares de la Baja Edad Media, no tan conocido en Occidente, pero a la altura de Jan Ziska, o el mismísimo Gran Capitán. Asimismo, Voivoda de Transilvania, comandante cruzado, regente del reino de Hungría y padre del rey húngaro, Matias Corvino.
De oscuro linaje y padre desconocido, pasó sus primeros años en Hunedoara, en territorio valaco, que acabará convirtiéndose en su hogar original.
Para hacerse un hombre, y un nombre, tuvo que demostrar sus habilidades a la nobleza y a los reyes de la época, siendo el nombre de Segismundo de Luxemburgo, proclamado emperador, el más insigne de todos sus señores. Puso su espada al servicio de grandes hombres, lo que le llevó a viajar por Europa y conocer de primera mano diferentes formas de hacer la guerra, como el Arte de la Guerra de los Sforza de Milán, o las tácticas husitas basadas en sus invencibles carros de guerra. Se empapó de todo esto y comprobó su efectividad en el campo de batalla. Fue conocido en toda Europa como el "caballero blanco" por el color de la armadura que portaba cuando acudía al campo de batalla.
Entre su grandes hechos militares sobresalen su participación en las Guerras Husitas en el bando católico, la Campaña Larga, venciendo a cuanto enemigo con turbante que le salió al paso, dirigió a las fuerzas cristianas en la Batalla de Varna, donde un maltrecho ejército cruzado fue derrotado por los turcos, y su mayor éxito, el Sitio de Belgrado de 1456, logrando rechazar al potente ejército otomano dirigido por el mismísimo Mehmet II.
Valiente, decidido y enérgico se mostraba Hunyadi en el campo de batalla, aprendió a desconfiar del reclutamiento feudal y supo obtener las máximas ventajas del mercenariado. Partidario de atacar siempre en terreno enemigo, tal como aconteció en el sitio de Belgrado, cuando con un rápido movimiento cayó por sorpresa y arrasó el campamento otomano, obligando al sultán a levantar el cerco inmediatamente. Hunyadi, mente inteligente, instruyéndose siempre sobre el terreno y totalmente capaz de llevar a la práctica con éxito todo lo aprendido.
En 1432 se casó con una dama húngara, Isabel Szilagyi, en 1446 se convirtió en regente de Hungría durante la minoría de edad de Ladislao V el Póstumo, y desde esta ventajosa posición trabajó para que su hijo Matías, apodado "el Cuervo", se sentase, con todas las de la ley, en el trono de los magiares.
Poco después de su gran victoria defendiendo la fortaleza de Belgrado, una plaga asoló la ciudad y al parecer, atacó a Hunyadi. De camino a Buda, en Zemun, fue definitivamente derrotado por la Parca.
Cuentan, que al enterarse de su muerte, Mehmet II el Conquistador de Constantinopla, suspiró y a continuación exclamó; "A pesar de que era mi enemigo, siento dolor por su muerte, porque el mundo nunca ha visto un hombre así".
La Catedral gótica de San Miguel en Alba Iulia, bajo la tierra de Transilvania, duerme, Hunyadi, el sueño eterno.