martes, 25 de febrero de 2014

EL MUNDO ANTIGUO A OJOS DE ASTERIX Y OBÉLIX IV. LUTECIA.



Lutecia, es el nombre de la principal ciudad - u Oppidum - de los parisios, una tribu gala que se dedicaba a la pesca y que vivía en una pequeña isla en medio del Sena, en la Ile de la Cite. Con el paso de los siglos ese pequeño asentamiento fue creciendo, en tamaño e importancia, y terminaría dando lugar a Paris, la Ciudad Luz. En el comic Astérix y los Laureles del César, los pinceles de Albert Uderzo dieron forma a la Lutecia gala, imagen que abre este post. 

"[...] se pone en camino hacia Lutecia con cuatro legiones. Es ésta una plaza fuerte de los parisios, situada en una isla del río Sécuana".
Julio César VII, 57.

Plano de la ciudad galo-romana expuesto en la Ile de la Cité.
Si nos fijamos en las reconstrucciones que historiadores y arqueólogos han hecho de la primigenia Lutecia, observaremos que coincide prácticamente con la ciudad diseñada por el ilustrador francés. 

En la Hoz de Oro, nuestros amigos visitarán la Ciudad Luz
Lutecia, debido a su situación privilegiada, controlaba el paso que cruzaba el Sena, y además se convirtió, hacia el siglo I a.C., en uno de los principales asentamientos de la región. Según Julio César, en esta ciudad se celebraban asambleas a las que acudían tribus de toda la Galia.

"[...] lleva la asamblea a la Lutecia de los parisios [...]
Julio César VI, 3,5.

SUERO DE QUIÑONES Y EL PASO HONROSO.



El Camino de Santiago durante la Edad Media estaba transitado por privilegiados (nobles y clérigos) y no privilegiados (el resto). Los caballeros (andantes) que tenían como adalid al propio Santiago, también hacían la peregrinación como una práctica más de su vida ideal caballeresca. Y en esta peregrinación (caballeresca) convergen tres factores: la práctica marcial propiamente dicha, como un ejército típico, y obligatorio, de la caballería, el sentido religioso cristiano (y católico) de la peregrinación, en este caso concreto, para rendir homenaje a Santiago Apóstol y el amor cortés, ideal caballeresco de cortejo a la dama, cuya máxima patrocinadora fue la eternamente tratada bien por la historiografía, Leonor de Aquitania.


En el medieval Camino de Santiago se hizo famoso el Paso Honroso, un torneo celebrado en el Puente del Órbigo. Su protagonismo fue el caballero Suero de Quiñones. Suero, perdidamente enamorado de la dama Leonor de Tovar, penaba por este amor y llevaba un collar permanentemente asido al cuello. Dispuesto a liberarse de este amor que lo mantenía preso, decidió retar en combate a caballeros peregrinos, para demostrar su destreza en las justas y quebrar trescientas lanzas.


Corría el año 1434 un año jubilar, y el valiente Suero lanzó su reto en una fiesta celebrada por Juan II, siendo el propio rey, anfitrión de la misma. El rey dio su permiso, y en poco tiempo se establecieron las reglas de las justas. El lugar elegido para estas lides fue el puente sobre el río Órbigo, cerca de la localidad de Hospital de Órbigo. 

Suero de Quiñones convocó a nueve caballeros más. Sus nombres han quedado grabados en un sencillo (o simple) monolito, más o menos, hacia la mitad del puente. A saber; Lope de Estuñiga, Diego de Bazan, Pedro de Nava, Suero hijo de Alvargómez, Sancho de Ravanal, Lope de Aller, Diego de Benavides, Pedro de los Ríos y Gómez de Villacorte. Estos diez paladines retarían a todo caballero que quisiese cruzar el famoso puente.


El reto lanzado por Suero fue anunciado por todos los lugares do andar se podía. El torneo se prolongó durante un mes, entre julio – 10 – y agosto – 9 - , y únicamente se descansó el día 25, festividad del Patrón Santiago, y rendir homenaje al Apóstol. 

Al finalizar cada jornada, los caballeros participantes bebían, comían y se divertían, tal y como era usual en este tipo de fiestas. Suero y sus nueve hombres se enfrentaron con caballeros de Cataluña, Portugal, Bretaña, Italia y Alemania, llegando a quebrar más de 70 lanzas, finalizando el torneo el día 9 de agosto, cuando el propio Suero fue herido. 

Finalizada la hazaña Suero peregrinó a Compostela y donó al Apóstol una réplica de la argolla que durante meses había llevado prendida al cuello. La inscripción rezaba ;
                 “qué será de mi señora
                 si no moderáis vuestro rigor”


Pasado un año, Suero casó con su amada Leonor y disfrutaron su felicidad durante veinticuatro años. Pasado ese tiempo, uno de los caballeros derrotados en Paso Honroso acabó con la vida de Suero.

domingo, 23 de febrero de 2014

THUSNELDA



Paseando por el centro viejo de Florencia, nos detenemos un rato en la Loggia dei Lanzi. Nos sentimos observados por dioses, héroes y otras criaturas nacidas de la fantasía humana. Y entre tanto heroismo, movimiento y dramatismo, reparamos en los lejanos y tristes ojos de Thusnelda.

Thusnelda era la bella esposa de Arminio, aquel valiente general de los queruscos que puso de rodillas a Roma, y le infligió una de las más desastrozas derrotas de toda su historia militar, la del Bosque de Teutoburgo. Un tiempo después de la debacle en las selvas de Germania, el ejército romano volvió a esas mismas inhóspitas tierras para recuperar el honor perdido. Como botín de guerra regresaron a Roma con Thusnelda, embarazada del propio Arminio. Tras formar parte del desfile triunfal de Germánico, dio a luz a su hijos - llamado Thumelico - y pasó el resto de sus días viviendo como esclava romana. 

"Formaban parte del mismo algunas mujeres nobles, entre ellas la esposa de Arminio, hija de Segestes, de ánimo proclive más a su marido que a su padre, no se dejó vencer por las lágrimas ni se le oyeron palabras de súplica; tenia las manos cruzadas entre los pliegues de su vestido y la mirada puesta en su vientre grávido"
Tácito, Anales, I, 57.

EL CAMINO DEL LEGIONARIO



Al paso marcha la legión por angostos caminos, cortan leña, salvan ríos, lanzan puentes, cavan trincheras, empedran caminos, y si es necesario, también luchan. Pero sobre todo, caminan, caminan y caminan. La base de su éxito descansaba en su organización, su flexibilidad y su insuperable capacidad de avanzar, avanzar y avanzar. 

miércoles, 19 de febrero de 2014

EL MUNDO ANTIGUO A OJOS DE ASTERIX Y OBÉLIX III. EL BOSQUE SAGRADO.




En el álbum "El Adivino" el druida de la aldea, Panoramix, debe acudir a la reunión anual que celebran todos los druidas de la Galia, y entre pócimas e historias, participar en un concurso que coroné al mejor de ellos. Por supuesto, Panoramix se alza con la victoria y regresa a casa con el trofeo bajo el brazo; una marmita de oro. 



En la aventura "Astérix y los Godos" también se hace referencia a tan importante celebración y nuevamente Panoramix recibe el trofeo de campeón. En esa ocasión un Menhir de Oro. 



La existencia de un bosque sagrado en territorio de los carnutes, un pueblo de los galos, está atestiguada en la obra de Julio César. Al parecer, según pudo conocer el general romano, el bosque en cuestión era el centro espiritual de toda la Galia y un lugar sagrado donde se celebraban reuniones anuales de druidas de todo el territorio. 



"En cierta época del año, celebran una reunión en el territorio de los carnutes - considerado el centro de toda la Galia -, en un espacio sagrado" 
Julio César VI, 13.10


martes, 18 de febrero de 2014

LUBNA DE CÓRDOBA

 
 
Esclava del califa cordobés Alhakén II, hijo y continuador de Abderramán III, patrocinador de las artes, las ciencias y las letras. Lubna, mujer intelectual de la Andalucía islámica, katiba (secretaria) y conservadora de la Gran Biblioteca del califa Alhakén II, que custodiaba unos 400.000 volúmenes que acumulaban todo el saber, no sólo de su época, sino de todas las épocas vividas por el hombre.
 
La luz que nace del aceite, ilumina la exquisita caligrafía de Lubna, versada en gramática y poesía. Su letras son frágiles lágrimas que la pluma vierte sobre el papel. Las mentes más románticas quisieron soñar un apasionado romance entre la secretaria y el Califa.

lunes, 17 de febrero de 2014

EL REINO KHMER



Angkor, la milenaria ciudad-templo ubicada en las selvas lluviosas de la llanura camboyana, fue capital y centro espiritual del Reino Khmer. En 1861 el viajero y naturalista francés Henri Mouhot redescubrió el templo de Angkor-Vat, que había pasado siglos oculto en la jungla olvidado por el mundo, y resucitó la cultura Khmer (también escrito jemer). 


El Reino Khmer ubicado en la Camboya actual tuvo su origen bajo el reinado de Jayavarman II (802 - 850) descendiente del legendario Kambu Svayambhuya. Cuando Jayavarman II se sentó en el trono se autroproclamó rey-dios, cuyo poder le había sido concedido por el dios del panteón hinduísta Siva. Desde el mismo origen de esta monarquía divina, los reyes khmer exigían lealtad absoluta a su súbditos. Dos veces al día el rey se asomaba por una ventana del palacio para dirigir asuntos varios y atender quejas y propuestas. 

El reino khmer pasó varios años comerciando con la India, por lo que sus relaciones se fueron fortaleciendo. Fruto de esa intensificación de los contactos con el subcontinente indio, los khmer adoptaron muchos aspectos de su cultura, especialmente la religión y el florido y ornamentado estilo arquitectónico. A partir del siglo XII también el budismo comenzó a difundirse entre las clases populares. 

La mayor parte de la población khmer vivía al completo servicio del rey-dios. Los eficientes ingenieros khmer idearon y construyeron un sofisticado sistema de canalizaciones y riego, cuyo objetivo era obtener cosechas abundantes a fin de alimentar a los sacerdotes, cortesanos, funcionarios y artistas que vivían alrededor de las enormes y suntuosos palacios-templo. 


Angkor Vat o "Templo Ciudad" es el más destacado centro de la cultura khmer, con una población de un millón de habitantes para dominar un territorio de cinco millones de kilómetros cuadrados. Consistía en una compleja combinación de templos y palacios donde residían los reyes-dioses, y también el lugar donde eran sepultados antes de reunirse definitivamente con los dioses superiores. Las ruinas de Angkor, a pesar de la invasión de la vegetación, sigue siendo el testimonio del inmenso poder y riquezas de este imperio del sudeste de Asia. Cada rey construyó su propio templo extendiendo el recinto por varios kilómetros a la redonda. 

El recinto sagrado fue construido en el año 1113 por Suryavarman II. Los edificios se construían combinando diferentes materiales constructivos como la piedra y el ladrillo, y se decoraban con relieves sobre mitología hindú, las batallas libradas por los ejércitos khmer y lujosas procesiones reales. Angkor Vat estaba rodeada por un gran foso y el terraplén que conducía al templo se encontraba flanqueado por imágenes de nagas de siete cabeza.


La Naga era una serpiente mítica, inspirada en la cobra real y era la representación del espíritu del agua, benévolo y revitalizador. 


Jayavarman VII (1181 - 1218) representado en esta gigantesca escultura de cuatro caras, expulsó a los invasores cham, que en 1117 remontaron el río Mekóng atacando la capital por sorpresa, y reconstruyó Angkor, y a diferencia de otros reyes abrazó el budismo en vez del hinduismo. 

Naga es una manifestación mítica de la vinculación decisiva de la cultura khmer con el agua. Situado en el Asia monzónica, para el Reino Khmer el agua tenía un papel fundamental. De mayo a octubre sopla el monzón, las lluvias estivales desbordan el cauce del Mekong que cubre de limo las tierras donde se cultiva el arroz (principal cereal de esta región de la Tierra). Con el agua de lluvia embalsada y canalizada, se regaban los campos de cultivo y la población combatía el sofocante calor bañándose varias veces al día. Se han documentado las ruinas de varias piscinas de palacio. 

En ese sentido, Indravarman I diseñó una red embalses para regar los campos de arroz, que fue ampliada y reparada durante los siglos XI y XIII, y estuvo en funcionamiento hasta la desaparición del reino khmer en el siglo XV, llegando a alcanzar una extensión de mil kilómetros. 

Para almacenar el agua sobrante regalada por las lluvias monzónicas se construyeron grandes depósitos llamados "baray" y que al parecer alcanzan los mil años de antigüedad. El agua contenida en estos baray servía para irrigar los campos en las épocas más áridas. 


Angkor se situaba al norte del lago Tonle Sap. Cada año sus aguas se desbordaban y las poblaciones vecinas aprovechaban para extraer enormes cestos llenos de peces. Los habitantes de estas aldeas vivían en las inmediaciones del lago, residiendo en casas de "bálago" construidas sobre pilotes, semejantes a los palafitos europeos. 

Los escribas, sabios y eruditos utilizaban fragmentos de palma para escribir. Las hermosas plumas de pavor real y martín pescador eran muy apreciadas entre los grupos sociales más acomodados. 


Ápsaras eran bailarinas celestiales situadas sobre los muros de Angkor y no paraban jamás de danzar para deleitar permanentemente a los dioses.


El pequeño elefante asiático de bosque era utilizado para el transporte y la caza. También hay documentos que los muestran como integrantes de los ejércitos jemeres en su continuos combates con otros vecinos de la región. Imprescindibles además para los trabajos de explotación en las profundas junglas camboyanas. 


En el año 1431 los siameses invadieron Camboya, saqueraron Angkor Vat y pusieron fin a su imperio. Los khmer se retiraron hacia el sur, a Phnom Penh. Este es el elemento más espectacular de los que contribuyeron al final del esplendor Khmer, pero por supuesto, no es el único. De manera similar a lo que ocurrió en Europa con el Imperio Romano, varios fueron los factores que enterraron Angkor en la profunda jungla del olvido. Superpoblación, querellas religiosas entre budismo e hinduísmo, cambios en la actividad comercial y especialmente algunas décadas, finales del siglo XIV y comienzos del XV, en que el monzón no sopló, no trajo sus lluvias, lo que provocó una pertinaz sequía, para la que los jemeres no estaban preparados. 

CONCILIO DE MONTE IRAGO



Hoy son solo ruinas, que son poco a poco rescatadas del olvido por peregrinos y hospitaleros, pero aquí, Foncebadón, se celebró en el año 946 el Concilio de Monte Irago, convocado y presidido por el rey de León Ramiro II, para tratar de remediar los robos y atracos que se producían a lo largo del Camino de Santiago.

OBLIGACIÓN DE ASISTIR AL PEREGRINO



Los monarcas leoneses y castellanos establece la obligación de asistir en todo momento y lugar a los peregrinos que se dirigían a la Tumba del Apóstol, haciendo suya la máxima de Jesús, lo que le hagas al prójimo, me lo estarás haciendo a mi mismo.

“Todo el mundo debe recibir con caridad y respeto a los peregrinos ricos o pobres, que vuelva o se dirigen al solar de Santiago, pues todo el que los reciba y hospede con esmero, tendrá como huésped no sólo a Santiago, sino también al mismo Señor. . . “ Aymeric Picaud.

viernes, 14 de febrero de 2014

EL MUNDO ANTIGUO A OJOS DE ASTERIX Y OBÉLIX II. LOS BELGAS.



En el cómic "Astérix en Bélgica" del año 1979, nuestros amigos Astérix y Obélix comprueban con sorpresa y cierta envidia, que existe un pueblo al que los romanos temen más que a ellos; los belgas. 


Los legionarios romanos que han estado acuartelados en tierras de Bélgica regresan a la Galia cantando a pesar de tener que vérselas con los irreductibles galos de la aldea dirigida por el gran Abraracúrsix. Definitivamente los incautos legionarios preferían los bofetones de Obélix que los mamporros de belgas.


Los geógrafos y autores latinos dividían la Galia en tres grandes regiones; Aquitania, Bélgica y Céltica.

"La Galia, en conjunto, está dividida en tres partes, de las cuales una la habitan los belgas, otra los aquitanos y la tercera los que en su propia lengua se llaman celtas, en la nuestra galos"
Julio César. Guerra de las Galias. I, 1, 1.


Si hacemos caso de lo que cuenta el propio Julio César, los belgas son los más valientes y arrojados en el combate de todos estos pueblos, y es de suponer, que después de ocho años batiéndose el cobre en tierras galas, algo debía saber el general romano.

"De todos, los más valientes son los belgas, debido a que están muy alejados de los refinamientos y de la civilización de la Provincia"
Julio César. Guerra de las Galias. I, 1,3


Uno de los motivos que esgrime César para explicar la bravura de los belgas es que "se encuentran muy cerca de los germanos - que habitan al otro lado del Rin -, con quienes están en guerra continuamente". 

Y el motivo de la valentía belga lo vemos repetido en otros autores, como por ejemplo Estrabón: "Los belgas son, según dicen, los más valientes de todos los galos". Teniendo en cuenta estos datos, Uderzo y Goscinny simplemente continuaron con la tradición literaria clásica. 

jueves, 13 de febrero de 2014

LUGALZAGESI DE UMMA

EL REY GUERRERO DE SUMER. 


Los reyes guerreros sumerios adoptaban el título honorífico de “lugal”, que incorporaban a su propio nombre. Y no existe un sumerio más guerrero que Lugalzagesi de Umma.

Lugalzagesi comienza su ascenso al poder destronando a Urukagina, rey de Lagash en 2350 a.C., que estaba enfrentado al sacerdocio de su ciudad, y que al parecer le puso una zancadilla, contribuyendo a su caída. 

Después de Lagash, Lugalzagesi se apoderó de Ur, conquistó Nippur, la ciudad santa, donde su clero lo reconoció como rey, y tras su victoria sobre el soberano de Uruk, Lugalzagesi fundó la Tercera Dinastía de la Ciudad – Uruk III – de la que sería su único representante. En poco tiempo Lugalzagesi se convierte en “lugal – kalam – ma” (señor de todo el país). 

El conquistador, en una inscripción se adorna con toda una retahila de títulos: “rey de Uruk, rey del país, sacerdote de An, profeta de Nisaba, sumo sacerdote de Enlil, dotado de inteligencia por Enki, nombrado por Utu, protector de Inanna, hijo de Nisaba, amamantado por la sacra leche de Ninkhursag, pupilo principal de Ninabuhadu, señora de Uruk, inspirado por los dioses”. Todo el panteón sumerio queda así organizado alrededor de la persona que ha sido capaz de dominar todo el país de Sumer. Podría tratarse de la primera unificación política de Sumer. 

Es probable que las conquistas de Lugalzagesi abarcaran todas las tierras hasta el Mediterránea incluyendo Siria, según se desprende de la siguiente inscripción: [Enlil] “ha sometido los países bajo los pies del rey y le ha allanado los caminos desde el naciente hasta la puesta del Sol, desde el mar inferior, a lo largo del Éufrates y el Tigris, hasta el mar superior”. 


El implacable conquistador no respetó a nada, ni a nadie, destruyó santuarios y profanó templos, y nunca tuvo problemas en hacer uso de la violencia más atroz. Se ha llegado a suponer que esta política agresiva aplicada por Lugalzagesi, escondía tras de sí una plan: la necesidad de unificar Sumer frente a la creciente amenaza semita procedente del noroeste. Pero eso es algo que de momento no podemos asegurar.


Desafortunadamente, para Lugalzagesi, chocó con un monarca más ambicioso y poderoso, al menos en el campo de batalla, que él, y que también había flirteado con la idea imperial: Sargón el Grande. 

Sargón de Acad se enfrentó al ejército de Lugalzagesi y lo derrotó completamente en su propio terreno, en la ciudad de Uruk. El rey acadio capturó al sumerio, lo cargó de cadenas y lo condujo a la ciudad de Nippur. Allí, en el pórtico del templo dedicado al dios Enlil, quedó Lugalzagesi expuesto en una jaula a la vista de todos. Encerrado como un animal salvaje terminó el fulgurante reinado de Lugalzagesi de Umma. 

Con el rey Lugalzagesi comienza a superarse la organización política de la ciudad estado. En palabas de Federico Lara Peinado: “Con Lugalzagesi apareció un nuevo planteamiento político basado en la idea de imperio, y aunque no ha llegado a nuestros días ningún documento que describa su pensamiento político, si se ha podido deducir que intentó eliminar la organización cantonal sumeria de la ciudad estado”.

IBERIA MEDIEVAL CRISTIANA A TRAVÉS DE LOS CROMOS.

Cromos de la colección Historia - Ficción de los años ochenta relativos a la Edad Media Ibérica. 












miércoles, 12 de febrero de 2014

EL MUNDO ANTIGUO A OJOS DE ASTERIX Y OBÉLIX I. LOS GALOS Y EL JABALÍ.



En 1959 el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo, lanzaron a a la fama a una pequeña aldea de irreductibes galos, cuya máxima diversión consistía en hacer la vida imposible a Julio César y sus aguerridos legionarios. Astérix y Obélix, los héroes protagonistas de estas aventuras, hace tiempo que entraron por la puerta grande en el Salón de la Fama del Noveno Arte. 


Millones de lectores en todo el mundo nos hemos sumergido en sus interminables aventuras, recorriendo la Galia, Bretaña, la India o Egipto, y disfrutado de horas de lectura bajo el flexo acurrucado entre mantas. E incluso para  algunos (pocos o muchos), entre los que me incluyo, supuso un primer acercamiento al fascinante mundo de la Historia Antigua (y me encaminaron hacia el estudio en la Facultad de Filosofía y Letras). Mis cimientos como historiador se los debo a los comics de Astérix y Obélix (y a sus películas animadas) y a la inolvidable serie de Érase una vez el hombre.


Goscinny y Uderzo no sólo han creado historias originales, por momentos mordaces, cargadas de divertidas críticas y muy, muy entretenidas, sino que además han contribuido a perpetuar ciertos tópicos, repetidos hasta la saciedad pero que la mayoría de las veces son ciertos y fundamentados, han narrado acontecimientos de la época y transmitido noticias, que no son más que un tímido reflejo de toda la realidad histórica de la que nos informan las distintas fuentes. En definitiva, los geniales autores franceses demuestran tener un profundo conocimiento sobre la apasionante época que dibujan y nunca mejor dicho, con suma maestría en sus obras. 


En ese sentido, es de sobras conocida la afición, desmedida en ocasiones, especialmente si pensamos en el inocente Obélix, por la suculenta carne de jabalí de los galos.  Además de fastidiar a incautos legionarios y centuriones, el deporte favorito de los galos es corretear jabalíes por los espesos bosques del país vecino. ¿Y qué decir de los asustadizos marranos salvajes que por mucho que corran siempre terminan llenando el gaznate de algún guerrero, o visitante, ávido de buena carne? Todos los episodios de la serie terminan con un pantagruélico banquete a la luz de la luna siendo el jabalí el plato estrella.


Según el geógrafo griego Estrabón, que tantos y tantos datos etnográficos nos legó, la carne de cerdo era uno de los alimentos preferidos para algunos de estos pueblos: "Su alimento es muy abundante, y consiste en leche y en todo tipo de carnes, en especial las de cerdo, frescas o en salazón. No ponen a cubierto durante la noche a los cerdos, que destacan por su altura, fuerza y velocidad, y resultan un peligro no sólo para quien se acerca desprevenido, sino incluso para los lobos".
Estrabón IV, 4, 3.

PENÍNSULA IBÉRICA EN LA ANTIGÜEDAD EN CROMOS.

Cromos de la Colección Historia - Ficción de los años '80.











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