sábado, 30 de enero de 2010

BÁTAVOS GERMANOS EN LOS PAÍSES BAJOS



Tácito nos cuenta lo siguiente, de ese pueblo germano, asentado en territorios de los actuales Países Bajos: “Los batavos, que se distinguen por su valor entre todos estos pueblos, no ocupan una gran zona de la orilla, aunque habitan también una isla del Rhin. Eran antaño una tribu de los catos que emigró, por culpa de una revuelta interna, a las sedes en las que pasarían a formar parte del Imperio Romano. Conservan la distinción y la señal de la antigua alianza, pues no son humillados con tributos, ni los arruina el publicano; exentos de cargas y contribuciones, quedan reservados para utilizarlos en combate, como si fueran lanzas y armaduras”.

Los batavos, posiblemente descendientes de los catos y fuertemente celtizados, tenían como capital Niviomagus (Nimega) y otras ciudades como Batavarum Oppidum (Batenburgo) y Batavodurum (Wyck-Durstel), fueron sometidos por Druso en el 12 a.C. Los romanos se aprovecharon de las destrezas militares de los bátavos, llegando Augusto a formar una guardia imperial con ellos. Hacia el 69 d.C. se sublevaron junto a los belgas, acaudillados por Claudio Civilis, aunque fueron derrotados por Cerealis , y siguieron actuando como tropas auxiliares de los ejércitos romanos.Ya en la Antigüedad Tardía, los francos invadieron su territorio a principios del siglo V, produciéndose una fusión entre ambas entidades, y dejó de hablarse por siempre de los batavos.

AMONIOS

En el Oasis de Sivah, donde se pueden contar más de 200 fuentes, tanto de agua fría como agua caliente, existía un oráculo que estaba consagrado al dios Amón. Al parecer este territorio pertenecía a los Amonios. Es muy posible que el nombre de Amonios derive de la deidad a la que estaba dedicado dicho oráculo. El rey persa Cambises lanzó contra ellos una ofensiva para someterlos, de muy dudoso resultado, ya que los propios amonios contaban que “el desierto, una tormenta de arena, se tragó a todo un ejército persa”. Heródoto cita a un rey de los amonios; Etearco.

LOS ALANOS SEGÚN AMIANO.




De complicado origen, los alanos, procedentes de Asia Central, fueron uno de los múltiples pueblos que aprovechando la crisis del siglo III realizaron incursiones en las tierras del Imperio Romano. Parece ser que serían de procedencia irania, con quienes les uniría la lengua y otros aspectos culturales, procederían de las zonas montañosas, pues parece que el término “alain” significa montaña.

Según Amiano, autor de Res Gestae;
“casi todos los alanos eran algo rubios, de hermosas facciones y arrogante figura, consideraban como una felicidad morir en la guerra, y su mayor timbre de gloria era el haber matado a un enemigo, cuyos despojos gloriosos, especialmente la piel de su cráneo colgaban como trofeo del petral de sus caballos de guerra, no tenían templos, ni adoraban más dios que una espada desnuda clavada en la tierra; no reconocían otra autoridad más que la de unos magistrados o jueces nombrados entre los guerreros más ancianos y valientes, y desconocían cualquier tipo de esclavitud”.
Los alanos llegaron a formar una especie de estado, muy mal organizado por cierto, en el siglo III, entre el Ural, el Cáucaso y el Don, que fue rápidamente destruido ante el avance imparable de los hunos.

lunes, 25 de enero de 2010

NABATEOS

Arquitectos del Desierto.


En medio del desierto y gracias a los importantes beneficios auspiciados por el tráfico caravanero, los nabateos crearon un floreciente reino, cuyo más insigne vestigio es la ciudad de Petra, con su magnífico templo enclavado en uno de los frontales de un desfiladero en la actual Jordania.

Redescubierto para Occidente por Burckhardt en 1812… la abrupta belleza natural de Petra aún sigue fascinando… Los nabateos llamaron a su capital Rqm o Reqem, según Flavio Josefo, el nombre de Petra se lo dieron los griegos en referencia al material utilizado en su construcción, la Piedra.

sábado, 23 de enero de 2010

FENICIOS, LOS DUEÑOS DEL MAR





De Tiro a Gadir, los intrépidos navegantes fenicios surcaron el mar Mediterráneo, de uno al otro confín. Excelentes marinos y mejores comerciantes, llenaron todos los puertos del Mare Nostrum con sus productos, y dejaron su impronta en muchos aspectos, destacando especialmente la adopción del alfabeto fenicio, por la mayor parte de las culturas del Orbe mediterráneo. Utilizando la navegación de cabotaje, y sus conocimientos de astronomía, fueron capaces de llegar hasta las Columnas de Hércules, el confín del mundo conocido.Marineros experimentales y hábiles comerciantes, los fenicios recorrieron todo el Mediterráneo desde la franja costera de Oriente Próximo. Su desunión política les hizo vulnerables a los imperios vecinos.

jueves, 21 de enero de 2010

ABANTES

Con parte de la cabeza afeitada, pero dejándose una larga trenza, los guerreros abantes, primitivos habitantes de la Grecia Ilírica, fueron uno de los muchos contingentes que participaron en el sitio de Troya, y tras la guerra, desgajándose en pequeños grupos, acabaron por desaparecer de la historia.

SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y DESCRIPCIÓN DEL TERRITORIO.

Los Abantes habitaban la isla griega de Eubea. Es una región muy montañosa, con alturas superiores a los 1.300 metros, situada en el mar Egeo y separada de la Grecia continental por el Golfo de Eubea. A pesar de estar atravesada por montañas, entre ellas se extienden fértiles llanuras aptas para el cultivo. El propio nombre de la isla deriva del de este pueblo los abantes, que fueron los primeros habitantes conocidos de la isla.

ORIGEN

Es posible que los abantes procedieran de Tracia siendo la ciudad Abes (Abae) su patria de origen. De todas formas algunos autores los hacen descender de un héroe epónimo; Abante, hijo de Metanira y Celeo fue convertido en lagarto por burlarse de Deméter.


ALGO DE HISTORIA

Uno de los príncipes de los abantes gobernaba sobre siete principados, amén de ser tributario de Micenas. Los veremos combatiendo en la guerra de Troya a favor de los griegos, para posteriormente disgregarse en pequeños grupos y desaparecer de la Historia.

PERSONAJES CONOCIDOS.

Homero nombra a Elefenor Calcodontíada (hijo de Calcodón) como caudillo de los bravos abantes, descendiente de Ares y que comandaba cuarenta naves negras. Pero que perdió la vida combatiendo en Troya.

LA GUERRA

Los abantes eran valientes y arrojados guerreros.

CIUDADES.

Homero cita siete ciudades de los abantes en la isla de Eubea, a saber; Calcis, Eretria, Histiea en uvas abundosa, Cerintio marítima, Dio ciudad excelsa, Caristo y Estira.

COSTUMBRES.

Una de sus costumbres más conocidas, es la de raparse la cabeza pero dejándose una larga trenza. Pensamos que puede tratarse de algún tipo de ritual relacionado con la actividad bélica.

SELECCIÓN DE TEXTOS

"Los abantes de Eubea, que residían en Calcis, Eretria, Histiea en uvas abundosa. Cerinto marítima, Dio, ciudad excelsa. Caristo y Estira, eran capitaneados por el magnánimo Elefenor Calcodontíada, vástago de Ares. Con tal caudillo llegaron los ligeros abantes, que dejaban crecer la cabellera en la parte posterior de la cabeza: eran belicosos y deseaban siempre romper con sus lanzas de fresno las corazas en los pechos de los enemigos. Seguíanle cuarenta negras naves".

Homero , Ilíada: Canto II 536.

La Muerte de Elefenor.

"Fue Antíloco quien primeramente mató a un teucro, a Equepolo Talisíada, que peleaba valerosamente en la vanguardia: hirióle en la cimera del penachudo casco, y la broncínea lanza, clavándose en la frente, atravesó el hueso, las tinieblas cubrieron los ojos del guerrero y éste cayó como una torre en el duro combate. Al punto asióle de un pie el rey Elefenor Calcodontíada, caudillo de los bravos abantes, y lo arrastraba para ponerlo fuera del alcance de los dardos y quitarle la armadura. Poco duró su intento. Le vio el magnánimo Agenor e hiriéndole con la broncínea lanza en el costado, que al bajarse quedara en descubierto junto al escudo, dejóle sin vigor los miembros. De este modo perdió Elefenor la vida y sobre su cuerpo trabaron enconada pelea teucros y aqueos: como lobos se acometían y unos a otros se mataban".

Homero; Ilíada; Canto IV 457

"Era entonces costumbre que los que salían de la edad pueril fuesen a Delfos y consagrasen a Apolo en primicia su cabellera; pasó a Delfos, Teseo, y dicen que el lugar de la ceremonia de él se llama hasta el día de hoy Teseia. Afeitóse solamente la parte anterior de la cabeza como de los Abántidas lo refiere Homero, y este modo de afeitarse también por él se llamó Teseide. Fueron los Abantes los primeros que así se trasquilaron: no por haberlo aprendido de los Árabes, como creen algunos, ni por imitar a los de Misia, sino a causa de que eran guerreros amigos de combatir de cerca, e inclinados más que otros algunos a venir a las manos con los contrarios, según que en estos versos lo atestigua también Arquíloco:

No en el tender del arco, o de las hondas
en el crujir frecuente, se señalan;
sino en el campo, cuando el crudo Marte
para herir con el hierro más se ensaña:
que en esta lucha los gloriosos hijos
de la Eubea prez ilustre alcanzan:

trasquílanse, por tanto, para no dar a los enemigos el asidero de los cabellos. Y con esta misma idea se dice que Alejandro de Macedonia dio orden a sus generales para que hiciesen rasurar las barbas a los Macedonios, porque eran para los contrarios una presa que les estaba muy a la mano".


Plutarco; Vidas Paralelas; Teseo V

FUENTES.

Aparecen citados en la Ilíada y en la obra de Hesíodo. También encontramos menciones de ellos en Heródoto, Aristóteles, Estrabón, Pausanias Plutarco.

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