Primer desnudo femenino
integral en la historia del prolífico arte griego, en contraposición
al elevado número de desnudos masculinos. Praxíteles, uno de los
artistas de Pericles, fue el artífice de esta celebrada obra, capaz
de captar la belleza femenina suprema. Se cuenta que un visitante,
extasiado ante tanta belleza, trepó al podio intentando abrazarla.
Fue en vano. La belleza etérea se escapa entre los dedos de la mano.
Desgraciadamente el original esculpido por Praxíteles desapareció,
y como mal menor, quedan unas cuarenta y nueve copias romanas, de
entre las cuales, ocupa un lugar destacado la Afrodita Braschi
conservada en la Gliptoteca de Munich.
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