Cabello negro,
ojos tristes, grises,
mirada perdida en la inmensidad
de otro mundo,
desconocido para mi,
tal vez,
también para ella.
Una mueca de sus labios,
que no se si definir
siquiera como sonrisa,
es el único gesto
de expresión
que realiza durante
las primeras horas de la tarde.
Su alma
se precipita irremediablemente
hacia el abismo
de su propia existencia,
sus ojos dan la voz de alarma
¿soy el único en ver
que están reclamando ayuda?
mirada perdida en la inmensidad
de otro mundo,
desconocido para mi,
tal vez,
también para ella.
Una mueca de sus labios,
que no se si definir
siquiera como sonrisa,
es el único gesto
de expresión
que realiza durante
las primeras horas de la tarde.
Su alma
se precipita irremediablemente
hacia el abismo
de su propia existencia,
sus ojos dan la voz de alarma
¿soy el único en ver
que están reclamando ayuda?