Bernard de Tremelay, borgoñón de
nacimiento, se convirtió en el cuatro maestre de la poderosa Orden
del Temple, por designación del Capítulo General. El rey de
Jerusalén Balduino III le donó la ciudadela de Gaza que es
encontraba en ruinas. El maestre dirigió la reconstrucción de la
fortaleza. El cronista Guillermo de Tiro escribe al respecto: “Los
templarios son gente llena de coraje. Edificaron de nuevo la ciudad
[Gaza], elevaron torreones y nuevas trincheras que la convirtieron en
una plaza de armas inexpugnable y, desde ella, persiguieron a la
guarnición de Ascalón y forzaron a los sarracenos a encerrarse en
sus murallas”.
Igual que los vikingos anhelaban
su lugar en el Walhala junto a Odín, los cruzados luchaban por la
cruz y esperaban sentarse a la diestra del Todopoderoso. Bernard de
Tremelay murió, junto a cuarenta de sus hermanos caballeros en el
asalto de la fortaleza de Ascalón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario