Siempre me ha parecido curioso, y
hasta cierto punto una alteración de las leyes (no escritas) de la
naturaleza, el que los seres humanos (un porcentaje al menos) sean
los únicos mamíferos que consumen leche en edad adulta. Además
leche de otras especies. Nunca he tenido muy claro los motivos, y
ahora, la revista Nature (23 de noviembre de 2015) me ha dado la
respuesta. Al parecer una mutación ocurrida hace 4000 años permite
a los europeos tolerar la lactosa y servirse de la leche y sus
derivados como alimento.
Una serie de cambios genéticos
asociados a la agricultura y ganadería, y relacionados con la
persistencia de la lactasa, una enzima que permite la correcta
absorción de la lactosa (azúcar de la leche) durante la infancia,
hicieron posible que los europeos de la Edad de los Metales se
alimentasen de leche. La revista Nature acaba de publicar un estudio
genético a partir de más de 200 muestras humanas de entre 3000 y
8000 años de antigüedad (incluidos quince individuos procedentes
del yacimiento de Atapuerca), y los resultados se refieren a unas
mutaciones ocurridas en el contexto del surgimiento de la actividad
agropecuaria, y relacionadas, además de con la alimentación, con la
altura, el color de la piel y el sistema inmunológico.
La ingesta de leche pudo ser una de
las claves de la supervivencia humana, especialmente en ambientes
climáticos adversos. Según Carles Lalueza Fox, un prestigioso
biólogo evolutivo, “la leche era un recurso alimenticio muy
rico, fijo y seguro. Cuando había una mala cosecha o un invierno muy
largo, podía permitirles sobrevivir”. De esta manera, aquellos
individuos afectados por la mutación, podían alimentarse de leche
en edad adulta, aumentando las posibilidades de supervivencia.
Estudios anteriores descubrieron que antes de estos cambios
genéticos, los pueblos pastores descubrieron que la leche
fermentada, en forma de quesos o yogures, facilitaba la digestión de
la lactosa y podía ser un alimento bastante nutritivo, y posible de
digerir.
Estudios futuros refrendarán esta
hipótesis, la complementarán, o la desterrarán de los libros y
revistas de historia natural . La evolución humana es un gran puzzle
inacabado, del que vamos destapando poco a poco sus piezas.
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