Durante el siglo VII, el grupo más destacado y numeroso de refugiados procedían de Friuli y estaban asentados en el Norte, concretamente entre los ríos Isonzo y Piace. Allí se habían establecido los centros religiosos y políticos de la Venecia bizantina:
☻ Grado, refugio del arzobispo de Aquilea y
☻ Eraclea, conocida también como Cittanova, ciudad de nueva planta donde el emperador Heraclio estableció a su representante, el magíster militum.
A finales de este siglo VII, o tal vez a principios de la centuria siguiente, el poder quedó concentrado en manos de un magistrado titulado dux. Venecia comenzaba su camino hacia la autonomía.
El nombre de los dos primeros dogos es conocido, Paoluccio Anafesto y Marcello Tegalliano, sus personalidades nadan en las turbias aguas de la leyenda (como el mítico Numa Pomplio, por ejemplo). El tercer dux, Orso Ipato, es considerado un personaje plenamente histórico. La autoridad bizantina se fue resquebrajando durante estos años de inestabilidad y disturbios varios.
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