Aventureros, comerciantes y
militares, atraviesan Nubia; hay caravanas que traen a Egipto piedras
preciosas, ungüentos, plumas de avestruz, madera de ébano. Nubia es
el sueño exótico de Egipto, un punto de avance realista y razonable
hacia el África negra.
Christian Jacq
El Egipto de los Grandes
Faraones.
Las
tierras que se extendían al sur de Egipto, desérticas y torturadas
por el Sol, eran ambicionadas por los orgullosos faraones por su
riqueza en metales, y formó parte del estado faraónico durante gran
parte de su historia; hablamos de Nubia.
Los nubios no
disponían de tierras fértiles, apenas una estrecha franja de tierra
que podía ser cultivada, un hecho que contribuyó de manera decisiva
a que no fuese una región muy poblada. En cambio su riqueza minera
era proverbial, y por eso, ya desde época predinástica los monarcas
egipcios se fijaron en ella. Desde esta época tan temprana de la
historia los contactos entre los dos países fueron continuos. Además
estaba su importancia estratégica. Nubia era una zona de tránsito
entre el interior de África y el mar Mediterráneo, por aquí
pasaban los productos de lujo que iban desde el sur hasta el Norte.
El
país nuba parece iniciarse al sur de la Primera Catarata, es decir,
a partir de Assuan (10º latitud norte). A partir de aquí, habrá
que apelar a la tradición oral para la reconstrucción del pasado.
Es costumbre denominar Baja Nubia al territorio que se extiende entre
la Segunda Catarata, ya próxima a Wadi Halfa y la Primera Catarata,
y seguidamente tras remontar la Segunda Catarata, la Alta Nubia. Aquí
el Nilo discurre por un desfiladero que se abre entre las mesetas
libias del oeste y la que podría denominarse arábiga – de no
medias la depresión del mar Rojo al este – y la comunicación de
hace difícil, menos no obstante que entre la Segunda Catarata y la
Tercera. Ahora el Nilo se nos muestra muy poco propicio a la
navegación con una sucesión de rápidos y meandros en medio de un
paisaje de sierras desérticas. Bastante más al sur y pasada ya la
Quinta Catarata, el Nilo recibe por su derecha y de las montañas de
Abisinia un afluente importante, el Atabra. Una pista que va de
Korosko a Kurgus permitirá al viajero que la utilice ahorrarse, el
gran arco que describe el Nilo en el país Dóngola. Pista siempre
inhóspita, dado el carácter desértico de la región que atraviesa
y por los nómadas que la frecuentan. Toda la región es receptora de
lluvias periódicas, merced a las nubes traídas por los vientos del
sur, aun cuando las precipitaciones sólo parezcan favorecer a la
cuenta del Atabra. Naupata, en la curva del Dóngola apenas las
recibe, aunque sí a Meroe.
José M. Gómez Tabanera.
Las Culturas Africanas.
Historias del Viejo Mundo. Nº
14.
En pinturas y
relieves egipcios es sencillo reconocer a los nubios: nariz grande y
labios gruesos, piel oscuro, atuendo peculiar y distintivo, cabello
ensortijado. La población actual del sur de Egipto y Norte de Sudán
(a grandes rasgos, la antigua Nubia) aún muestran algunos de estos
rasgos físicos. Precisamente las primeras noticias que tenemos de
Nubia proceden de Egipto, merced a los contactos que mantenían.
En el Imperio
Antiguo los egipcios explotaron las minas y pusieron en marcha un
activo comercio, pero estos contactos se desvanecieron al final de
esta época, lo que permitió el desarrollo de una interesante
cultura indígena.
Egipto
no se planteo nunca en estas regiones la posibilidad de una ocupacion
permanente, una vez que consideraba protegidos sus intereses. Por el
contrario, parece que se debe a la iniciativa de Fiope I la politica
de control sistematico y de colonizacion de la Baja Nubia, a base de
puestos militares permanentes, asegurandose asi particularmente el
facil acceso a las minas de oro de la region. Esta politica de
penetracion en Nubia fue activamente proseguida por Merenre I, quien
hizo dos viajes de inspeccion en su corto reinado, durante los cuales
recibio el homenaje de adhesion de diferentes principes nubios.
Josep Padró
Historia del Egipto faraónico
Estos
contactos entre ambos países se restablecen en el Imperio Medio, con
la construcción de varias fortalezas. Con la irrupción de los
hicsos, y sus dinastías de Príncipes Extranjeros, se volvió a
producir cierta ruptura, y en Kerma surge la cultura cushita, que
paulatinamente irá adquiriendo gran relevancia.
Los monarcas
guerreros del Imperio Nuevo ampliaron las fronteras de Egipto por el
Sur, a costa de Nubia, logrando alcanzar la 4ª Catarata. En estos
momentos Nubia quedó dividida en dos zonas, Uauat y Cush, cada una
de ellas controlada por un virrey.
De
aquí que el país de nuba, es decir, la región que se extiende
entre la Primera y la Segunda Cataratas que hoy llamamos Baja Nubia,
conociese una masiva ocupación egipcia, que trajo consigo la
explotación de sus recursos auríferos, que proporcionarían a los
faraones unas 40 toneladas anuales de oro, cantidad que prácticamente
sólo logrará superarse en la actual Sudáfrica.
José M. Gómez Tabanera.
Las Culturas Africanas.
Historias del Viejo Mundo. Nº
14.
Nubia se divide en dos provincias
y está administrada por un virrey a quien se representa con el
cayado, el hacha y el flagellum a la derecha del faraón. El
territorio que tiene a su cargo produce oro en abundancia,
indispensable para adornar los templos. En las aldeas nubias se han
instalado sacerdotes, funcionarios, soldados egipcios que, sin
embargo, conservan su identidad original y solamente se mezclan con
la población local de una manera bastante superficial. Un ejemplo
significativo de ello es que los militares afirman que la cocina
nubia no es buena y que no se puede comparar a la egipcia. Los hijos
de las personalidades nubias son educados en Egipto. Éstos,
profundamente influenciados por la cultura faraónica, están
destinados a convertirse en los mejores emisarios de la política
egipcia cuando vuelven a su país para ocupar en él puestos
importantes.
Christian Jacq
El Egipto de los grandes
faraones
Cuando el
poder de los faraones comenzó a mostrar síntomas de debilidad y
desgaste, la situación fue aprovechada por los soberanos de Cush
para auparse al poder y fundar sus propias dinastías de
faraones.Únicamente los asirios consiguieron expulsar a los faraones
nubios, dando inicio así a una época de decadencia del poder
egipcio en Nubia. Y será en época romana cuando la cultura nubia
vivirá su época de mayor esplendor: la Cultura Meroítica.
Al igual que
sucedió con romanos y germanos en Europa, las relaciones entre
nubios y egipcios fueron complejas y profundas, y aunque en ocasiones
se enfrentaron en guerras, batallas y conquistas, la norma no fue
esa. Los nubios fueron empleados como policía, tropa e incluso
algunos faraones egipcios contaban con soldados nubios como guardia
personal y cuerpo de élite.
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