Abandonamos la apacible villa de Bizkarreta y nos adentramos en el
sugerente robledal de Muskilda.
Los peregrinos que se dirigen a Santiago, cuando caminan por tramos como este, alcanzan una comunión plena con la naturaleza, experimentan una vuelta a los orígenes de nuestra especie. Hace millones de años abandonamos los bosques, bajamos de los árboles para convertirnos en seres humanos.
Los peregrinos que se dirigen a Santiago, cuando caminan por tramos como este, alcanzan una comunión plena con la naturaleza, experimentan una vuelta a los orígenes de nuestra especie. Hace millones de años abandonamos los bosques, bajamos de los árboles para convertirnos en seres humanos.
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