Las familias patricias poseían el derecho de exponer en el atrio de sus casas las imágenes de sus ancestros, que también eran exhibidos durante los funerales. Este derecho es conocido como "ius imaginum". En esta tradición de conservar las efigies de los difuntos se basa el desarrollo, proliferación y perfeccionamiento del retrato romano. Bustos y retratos, como este de Julio César expuesto en Viena, ocupaban determinadas estancias en las suntuosas viviendas patricias, convirtiéndose en los elementos más significativos que legitimaban la grandeza de un linaje.
Alguna lo habeis sentido
Hace 4 horas
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