Zurich es en la
actualidad un centro internacional de negocios. Durante la Edad Media
también lo era. Prueba de ello son las lujosas casas, que a orillas
del Limmat, levantaron las familias más ricas y poderosas.
A comienzos de la Edad
Media, el dinámico comercio de productos textiles como la seda, la
lana, el lino y el cuero reportaban grandes beneficios a los
comerciantes locales.
Después de la revuelta protagonizada por Rudolf Brun, los maestros de los gremios consiguieron una importante cuota de poder político, y gracias a la conjunción de los dos poderes, el político y económico, la ciudad de Zurich se convirtió en una pequeña potencia regional.
Después de la revuelta protagonizada por Rudolf Brun, los maestros de los gremios consiguieron una importante cuota de poder político, y gracias a la conjunción de los dos poderes, el político y económico, la ciudad de Zurich se convirtió en una pequeña potencia regional.
Aún ondean las banderas de los gremios que engrandecieron la ciudad. |
En el siglo XIX las
clases burguesas de la ciudad revivieron el espíritu medieval y
protagonizaron un rápido crecimiento industrial, que gracias a la
neutralidad Suiza en las dos Guerras Mundiales, convirtieron a Zurich
en uno de los grandes centros financieros a nivel mundial.
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