Diez kilómetros de marcha (desde Hornillos del Camino) insufrible bajo un Sol abrasador, no es raro tener un espejismo por estos pagos. Los campos de cereal parecen auténticas llamaradas. Caminar, caminar y caminar. Y cuando menos lo esperas, cuando el horizonte solo nos muestra campos de cultivos y un celeste cielo brillante, cuando el caminante ha perdido toda esperanza, en una hondonada entre montañas, como de la nada, surge Hontanas, oasis y paraíso para los peregrinos. Punto de encuentro para los caminantes, uno de esos lugares que cuando pasas quieres parar y llenarte del espíritu de la peregrinación: volver a las raíces mismas de la Humanidad. Las campanas de la iglesia llaman a la oración. La misa para los peregrinos es a las seis. Una hora antes de la cena comunal.
La etimología de Hontanas – Fontanas - hace referencia al número de fuentes que en el lugar se encontraban. Aún conserva como vestigio jacobeo el Mesón de los Franceses, antiguo hospital de peregrinos.
Los primeros habitantes de Hontanas decidieron instalarse en este hoyo para protegerse del clima.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción (siglo XIV). Anteriormente se denominó de Santa María. De estilo neoclásico, junto a ella encontramos restos de lo que la tradición dice que fue un palacio del prelado burgalés, antiguo señor de la villa.
Ermita de San Vicente. Son los restos de la iglesia de un antiguo poblado medieval y que todavía conserva un paredón esquinal.
Brasil, Alemania, Croacia y España, no es la fase final de la Copa del Mundo de Fútbol, es la mesa del albergue. Hontanas es uno de esos lugares a los que uno espera llegar cuando inicia el Camino de Santiago. La cena de confraternización y la postcena con vino, geniales. Esto es lo que muchos peregrinos llaman el espíritu del Camino.
Hospitalidad es la cualidad de acoger y agasajar con amabilidad y generosidad a los invitados o a los extraños. “Hospitalidad” se traduce del griego filoxenía, que significa literalmente “amor (afecto o bondad) a los extraños”. En latín hospitare, significa “recibir como invitado”. Existen algunas palabras con raíces latinas que están estrechamente relacionadas como hospital, hospicio y hostal. En cada una de estas palabras, el significado principal se centra en un anfitrión que da la bienvenida y responde a las necesidades de las personas que se encuentran temporalmente ausentes de sus hogares. La frase “recibir como invitado” implica al anfitrión prepararse para cumplir los requerimientos básicos de un invitado. Los requerimientos de un huésped son tradicionalmente alimentación, bebidas y alojamiento o refugio.
Manuel Oliva.
Hospitalidad en un pequeño pueblo del camino.
Revista Peregrino. Nº 187.
Historia de amor de Manuel y Svetana. El hospitalero de la paella (la mejor del camino) y su bella mujer Svetana. El camino los unió.
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