En pleno Primer Período Intermedio, la ciudad de Menfis se consolida como centro de poder y uno de sus reyes, Meribre Áctoes Jeti VII , Amado es el Corazón de Re, contribuyó a su engrandecimiento. Sabemos de este faraón por una obra, que se supone escrita de su puño y letra, y dirigida a su hijo, las Enseñanzas para Merikare. El rey sometió a los rebeldes, controló el Bajo Egipto y pudo contener las incómodas incursiones de los beduinos asiáticos.
Se reanudaron las entregas de varias clases de maderas y abundantes tributos enriquecieron a la corte real, Jeti restableció las provincias y erigió una sana administración de las grandes ciudades, obligando a los funcionarios a trabajar. Incluso en caso de mala crecida, la gestión de las reservas alimentarias evitó que la población padeciese hambre.
Los sabios del Antiguo Egipto.
Christian Jacq
El éxito de Jeti se basaba en una buena práctica de la realeza y quiso transmitir a su hijo todo lo que aprendió de los resortes del poder y por eso dio forma a la obra anteriormente citada. Jeti transmite valiosas lecciones a su hijo, el futuro rey Merikare: construcción de fortalezas para defender las fronteras, contar con un ejército bien pagado, el faraón debe otorgar su amor a su pueblo, pero nunca ser indulgente con los opresores y los injustos, y al igual que los dioses, el faraón debe convertirse en un buen pastor para sus súbditos. Pero sobre todo, pide a su hijo que piense siempre en el tribunal del más allá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario