La
Taxonomía, subdisciplina de la Biología Sistemática, se encarga de
la tarea de agrupar y clasificar a los seres vivos. Para empezar es
conveniente señalar que no existe una clasificación ni objetiva, ni
natural del conjunto de los Seres Vivos. Cualquier clasificación (y
no podría ser de otra manera) es arbitraria y atenderá a una serie
de criterios subjetivos. No obstante, la agrupación de organismos en
especies es de tipo natural. En ese sentido, la definición biológica
de especia atiende a un criterio, aparentemente objetivo, sencillo y
fácilmente aplicable a cualquier organismo: una especie es un
conjunto de seres vidos que pueden reproducirse y cuya descendencia
es fértil. Los paleontólogos se encuentran con un problema, y es
que la definición biológica de especie no es aplicable a los
fósiles, en los que no es posible contratastar la interfecunidad.
En la
clasificación de los Seres Vivos, la especie es el nivel más
elemental de todo. Por encima de la especie existen otros
niveles de agrupación, definidos en función de parecidos más
generales. Las especies con características comunes se
agrupan en géneros, éstos en familias, y las familias
en órdenes. Los órdenes integran clases, las
clases se agrupan en filos, y los filos constituyen los
reinos. Para complicarlo todo un poco, también existen
categorias intermedias en las clasificaciones. Por ejemplo entre el
nivel de orden y el de familia se encuentran el de suborden y
la superfamilia.
La
Taxonomía no es una ciencia cerrada ni mucho menos, las
investigaciones de los aspectos físicos, conductuales y genéticos
siguen arrojando nuevos datos, y el árbol de la clasificación de
los seres vivos, sigue estando en construcción. Por tanto no es
extraño que un organismo sea incluido hoy en una categoría y mañana
en otra diferente.
La
taxonomía se describe a veces como una ciencia y otras veces como un
arte, pero es en realidad un campo de batalla. Hoy incluso hay más
desorden en el sistema de lo que la mayoría de la gente sabe.
Consideremos la categoría del filum, la división que describe los
planos corporales básicso de los organismos. Hay unos cuantos filums
que son bien conocidos, como el de los moluscos (donde están las
almejas y los caracoles), el de los artrópodos (insectos y
crustáceos) y el de los cordados (nosotros y todos los demás
animales con espina dorsal o protoespina dorsal); a partir de ahí,
las cosas se adentran rápidamente en la región de la oscuridad.
Entre lo oscuro podríamos enumerar los gnastostomúlidos (gusanos
marinos), los cnidarios (pólipos, medusas, anémonas y corales) y
los delicados priapúlidos (o pequeños guasanos penes). Familiares o
no, son divisiones elementales. Pero, aunque parezca extraño hay
poco acuerdo sobre cómo son o deberían ser muchos filums. La
mayoría de los biólogos fija el total en unos 30, algunos optan por
poco más de 20, mientras que Edward O. Wilson en La diversidad de la
vida se inclina por un total sorprendente por lo abultado de 89.
Depende de donde decidas establecer tus divisiones, si eres un
amontonador o un divididor, como dicen en el mundo biológico.
Bill Bryson
Una breve
historia de casi toto
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