miércoles, 29 de abril de 2020

TAXONOMÍA, LA CIENCIA DE LA CLASIFICACIÓN.





La Taxonomía, subdisciplina de la Biología Sistemática, se encarga de la tarea de agrupar y clasificar a los seres vivos. Para empezar es conveniente señalar que no existe una clasificación ni objetiva, ni natural del conjunto de los Seres Vivos. Cualquier clasificación (y no podría ser de otra manera) es arbitraria y atenderá a una serie de criterios subjetivos. No obstante, la agrupación de organismos en especies es de tipo natural. En ese sentido, la definición biológica de especia atiende a un criterio, aparentemente objetivo, sencillo y fácilmente aplicable a cualquier organismo: una especie es un conjunto de seres vidos que pueden reproducirse y cuya descendencia es fértil. Los paleontólogos se encuentran con un problema, y es que la definición biológica de especie no es aplicable a los fósiles, en los que no es posible contratastar la interfecunidad.

En la clasificación de los Seres Vivos, la especie es el nivel más elemental de todo. Por encima de la especie existen otros niveles de agrupación, definidos en función de parecidos más generales. Las especies con características comunes se agrupan en géneros, éstos en familias, y las familias en órdenes. Los órdenes integran clases, las clases se agrupan en filos, y los filos constituyen los reinos. Para complicarlo todo un poco, también existen categorias intermedias en las clasificaciones. Por ejemplo entre el nivel de orden y el de familia se encuentran el de suborden y la superfamilia.

La Taxonomía no es una ciencia cerrada ni mucho menos, las investigaciones de los aspectos físicos, conductuales y genéticos siguen arrojando nuevos datos, y el árbol de la clasificación de los seres vivos, sigue estando en construcción. Por tanto no es extraño que un organismo sea incluido hoy en una categoría y mañana en otra diferente.

La taxonomía se describe a veces como una ciencia y otras veces como un arte, pero es en realidad un campo de batalla. Hoy incluso hay más desorden en el sistema de lo que la mayoría de la gente sabe. Consideremos la categoría del filum, la división que describe los planos corporales básicso de los organismos. Hay unos cuantos filums que son bien conocidos, como el de los moluscos (donde están las almejas y los caracoles), el de los artrópodos (insectos y crustáceos) y el de los cordados (nosotros y todos los demás animales con espina dorsal o protoespina dorsal); a partir de ahí, las cosas se adentran rápidamente en la región de la oscuridad. Entre lo oscuro podríamos enumerar los gnastostomúlidos (gusanos marinos), los cnidarios (pólipos, medusas, anémonas y corales) y los delicados priapúlidos (o pequeños guasanos penes). Familiares o no, son divisiones elementales. Pero, aunque parezca extraño hay poco acuerdo sobre cómo son o deberían ser muchos filums. La mayoría de los biólogos fija el total en unos 30, algunos optan por poco más de 20, mientras que Edward O. Wilson en La diversidad de la vida se inclina por un total sorprendente por lo abultado de 89. Depende de donde decidas establecer tus divisiones, si eres un amontonador o un divididor, como dicen en el mundo biológico.
Bill Bryson

Una breve historia de casi toto


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