En el proceso de
evangelización del pueblo polaco, que se aferró con fuerza e
ilusión a la nueva fe, podemos señalar tres momentos claves: en 966
el caudillo Miezko se convierte al cristianismo tras su boda con la
princesa bohemia Dobrawa, en 968 se forma el primer obispado de
Polonia y ya, en el año 1000, se contituye el arzobispado de
Gniezno. La misión evangelizadora vino desde el reino de Bohemia, y
el protagonista fue Adalberto de Praga, un personaje clave en la
historia religiosa de Hungría, de Bohemia y de Polonia.
“La conversión de los
príncipes de Polonia, Bohemia y Hungría, amplió los límites de
una cristiandad fijados tradicionalmente en el Elba. La inflitración
de colonos alemanes y de misioneros hizo de estos agentes eficaces de
germanización en las grandes bolsas territoriales que el paganismo
seguía manteniendo en el Báltico”.
Emilio Mitre. Historia de
la Edad Media en Occidente.
El principal problema
para Miezko I (Miecislao en nuestra lengua castellana) y sus
inmediatos sucesores fue abrazar el Cristianismo y recibir la
Civilización Occidental (latina-germánica), sin perder su
independencia, ni venderse, ni ser víctima propiciatoria de las
apetencias del Imperio alemán. Históricamente los expertos alemanes
en geopolítica han considerado el espacio eslavo en general, y
Polonia en particular su propio espacio para la expansión (el
tristemente famoso Lebensraun). Para justificar esas ideas utilizarán
la palabra de Dios, la misión evangelizadora, o las más absurdas
teorías raciales que Hitler y su camarilla intentanron llevar hasta
sus últimas consecuencias. En el siglo XX los soldados de las SS
dieron el relevo a los caballeros de la Orden Teutónica.
La independencia
religiosa se consigue, Santo Padre mediante – Silvestre II – con
la creación de un arzobispado en el año mil, sometido directamente
a la autoridad papal. Curiosamente (y no casualmente) ese mismo año
se creó el arzobispado de Esztergom y se coronó a Esteban como
primer rey de Hungría. El cristianismo romano occidental, con
Silvestre II a la cabeza, forjaba poderosas y duraderas alianzas.
Continuará...
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