Habilidosos y efectivos honderos que tenían su hogar en los montes Zagros. Muchos grupos tribales, especialmente en épocas de carestía o en momentos de superpoblación vendían sus brazos y armas como mercenarios a los grandes ejércitos de la época. Más de uno consiguió hacer fortuna gracias a este viejo oficio.
Polibio dice de ellos; "[...] de prevenir a Antíoco en las montañas de Apoloniátida, por la mucha confianza que tenía en los honderos llamados cirtios".
De los cirtios sabemos a ciencia cierta que eran una tribu nómada que vivía en el Norte de Persia y de Media.
En efecto, estas tribus están dispersas por los montes Zagros y Nifates, y tanto los cirtios y los mardos - pues también así se llaman los amardos - de Persia como los pueblos de Armenia que hasta ahora reciben el mismo nombre, tienen las mismas particularidades.
Estrabón XI, 13,3.
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