Al igual que el peregrino, también camina el pastor por polvorientos caminos. La Cañada Real de Taueste a Urbasa y Andía se cruza con el Camino de Santiago, concretamente en la etapa Puente la Reina – Estella. Durante centurias, e incluso milenios, la trashumancia fue la forma de vida de poblaciones que no encontraron manera mejor (y más sencilla) de ganarse la vida. En verano los rebaños pastaban en los frescos pastos montañeses, y en invierno se acomodaban en los valles más cálidos, y resguardados de las tormentas y las ventiscas.
Tauste, en la provincia de Zaragoza, en el Valle del Ebro, comunica con Tudela, en la Ribera, atraviesa las Bárdenas y se interna en el Valle de Yerri, continuando hasta alcanzar las zonas serranas de Urbasa y Andía. De forma natural, los animales no estabulados se desplazan por el territorio estacionalmente en busca de pastos y condiciones climáticas benignas. La trashumancia es una forma de pastoreo que aprovecha este instinto, buscando adaptarse a los recursos del medio.
Históricamente en el Reino de Navarra se practicaba una trashumancia de tipo interno y existen un total de nueve Cañadas Reales, que son las vías principales que unen los pastos de verano (agostaderos) con las regiones de invernada. La Cañada Real de Tauste a Urbasa y Andía la utilizan los pastores de la Ribera y la Zona Media para acceder a los frescos pastos de la montaña.
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