Impresionante santuario de A Esclavitude situado entre Padrón y Santiago de Compostela, paso obligado de miles de peregrinos. Bajo las escalinatas que suben hasta la impresionante fachada se ubica una fuente, que cuentan es milagrosa.
La iglesia fue construida en el siglo XVIII, aunque una de sus torres fue levantada en el XIX. El origen del santuario lo encontramos en una vieja leyenda repetida por los ecos de la historia en diferentes lugares del planeta. En el año 1582 el párroco de Cruces (parroquia perteneciente a Padrón) estuvo a punto de morir aplastado por un árbol. En agradecimiento por haber salvado la vida, mandó tallar en piedra a la Virgen con el Niño. La talla se colocó sobre una fuente que manaba en el lugar.
Dos centurias más tardes, en 1732, un peregrino enfermo que se dirigía a Santiago, se arrodilló ante la fuente, y después de beber de ella, rezó a la Virgen. A los tres días se había curado. El peregrino se dirigió de nuevo a la Virgen, “Gracias, Virxe, que me libraches da escravitude do meu mal”. La noticia pronto se conoció en toda la región y la gente comenzó a visitar el milagroso lugar. Muchos venían hasta aquí con la esperanza de sanar de sus enfermedades. Con el dinero de las donaciones se procedió a levantar el santuario que día tras días ve pasar ante él a los caminantes que se dirigen a Santiago de Compostela.
Dos torres flanquean la fachada cuadrangular en la que podemos ver un reloj, la imagen de la Virgen de la Esclavitud y un escudo formado por una S atravesada por un clavo.
En el atrio se eleva un cruceiro rodeado de varios árboles.
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