Los días se van alargando, se
aproxima el solsticio y el estío, y las aguas del Salar de los Canos
aparecen cubiertas por una densa capa de algas. Muchas aves
abandonaron Vera e iniciaron un movimiento migratorio hacia Europa
Septentrional. Otras muchas pasarán aquí los meses de verano.
En pocos días ha proliferado tal
cantidad de algas que han transformado radicalmente el aspecto del
Salar de los Canos.
Emparentado con los zorzales, el
mirlo común (Turdus mérula) muestra especial preferencia por
los suelos protegidos por la vegetación. Otro de los habituales de
nuestros campos y parques.
El Martinete Común (Nycticorax
nicticorax) es conocido popularmente como Cuervo Nocturno.
Dos martinetes adultos y uno
joven, cuya apariencia lo asemeja a la garcilla cangrejera.
En el entorno de este árbol
suelen reunirse garzas, garcetas, garcillas y martinetes. La familia
debe permanecer unida.
Las plumas largas de la nuca
sirven para identificar a la Garceta Común (Egretta garzetta).
El Ibis o Morito (Plegadis
falcinellus), ave sagrada en el antiguo Egipto, cruza con
frecuencia el Mediterráneo en uno y otro sentido.
Maravillosa estampa la que nos
regala la Naturaleza. Un soplo de aire fresco para una sociedad, la
humana, que vive todo el día corriendo de acá para allá, sin
pararse a disfrutar de la belleza que le rodea.
Un grupo de flamencos
(Phoenicopterus roseus) se ha instalado en el Salar de los
Canos desde hace varias semanas.
La espátula (Platalea
leuocorodia) es una de las aves zancudas más fornidas. Su
tamaño, especialmente en la lejanía cuando no se puede distinguir
el característico pico, la hace fácilmente distinguible de garcetas
y garzas grandes.
Por este camino los mamíferos
nocturnos, especialmente jabalíes y zorros, alcanzan las aguas.
Siempre aparece el sendero lleno de huellas, raíces levantadas y
tierra removida.
Grácil y liviana cigüeñuela
(Himantopus himantopus). Las orillas y las aguas más someras
son su hábitat preferido.
Hace un mes había decenas de
Gaviotas Reidoras (Chroicocephalus ridibundus), hoy aún
quedan aquí algunas cuantas parejas.
Los jóvenes porrones comunes
(Aythya ferina) han nacido aquí. El Salar de los Canos es un
espacio que es necesario conservar.
Esta hembra de Ánade Real (Anas
platyrhynchos) siempre frecuenta el mismo islote ubicado en una
de las orillas del Salar.
El chorlitejo patinegro
(Charadrius alexandrinus) es uno de los visitantes más
simpáticos y dinámicos del salar.
La espátula, que lleva la menos
un mes por aquí, nos regaló las últimas imágenes de la tarde. Como
puede observarse en la fotografía este ejemplar se encuentra
anillado.
La luna llena, reina de los
cielos, nos despide hasta otro día.
Viernes 5 de Junio de 2020
Entre las 20.00 y las 22.00.
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