La
ciudadela de Alba Carolina encierra en su interior lo más selecto de
la historia de la ciudad rumana de Alba Iulia; desde la época romana
hasta la Primavera de los Pueblos. Y más allá la unificación de
Transilvania con Rumanía.
El
interior de la ciudadela es una plaza de considerables dimensiones,
llena de estatuas, de entre las que destaca una gran representación
ecuestre de Miguel el Valiente, con la maza en alto, tanto de grandes
hombres de la historia, como de gente corriente realizando tareas
cotidianas.
Además
de una bonita y sencilla reconstrucción decorativa del antiguo foro
romano.
En
una de las esquinas, una pequeña placa, que suele pasar
desapercibida, recuerda los 1900 años de la guerra entre Trajano y
Decébalo.
Divertidas
estatuas de bronce también las encontramos en las alegres y
coloridas calles de Szeged, en la llanura panónica. Una duda, una
pregunta ¿se parece Transilvania a Hungría porque vivió en su
seno, o esta pintoresca región goza de personalidad propia?
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