jueves, 18 de abril de 2013

INICIOS DE LA DOMESTICACIÓN ANIMAL IV. PRIMERAS TENTATIVAS DE DOMESTICACIÓN EN EUROPA Y SUROESTE DE ASIA



Parece a todas luces evidentes, el hecho, de que la domesticación no se extendió desde un único foco original, al resto de los continentes. Debieron existir varios focos de domesticación en la misma época, a partir del desarrollo social, económico y cultural. 

La domesticación de un especie no tuvo más remedio que ocurrir, en las zonas de distribución en estado salvaje, teniendo lugar en varios lugares al mismo tiempo. Es factible, que los lugares considerados como la cuna de domesticación de una determinada especie, deba esa suposición a que en esos lugares, han sido más sistemáticas las excavaciones y los estudios arqueológicos. 


Tradicionalmente se ha pensado que la domesticación animal comenzó durante el Neolítico. Recientes investigaciones atestiguan que dicha práctica se remonta al Mesolítico, e incluso a las últimas etapas del Paleolítico. No obstante, a pesar de los intentos (frustrados o no), no se llegó a constituir una auténtica cabaña ganadera. Estas primeras tentativas se llevaron a cabo con perros, y más rara vez con cerdos. Ambos animales tienen una alimentación muy parecida a la del hombre y es posible, que en algunas ocasiones se alimentasen de los restos de banquetes humanos. 

El Mundo Occidental (asiático) iba a ser un foco idóneo para iniciar el proceso de domesticación. Tres factores lo hicieron posible:

* Las cinco especies domesticadas durante el Neolítico (perro, cerdo, cabra, oveja y uro), existían en estado salvaje en estas zonas.

* Pudo ser determinante la presencia de cabras y ovejas salvajes, dos especies que se prestan mejor a la domesticación que otras, y esto es debido a muchos motivos; son rumiantes, se nutren simplemente de forraje rico en celulosa (un subproducto de la agricultura como la paja y el heno), producen carne, el alimento que consumen no es apropiado para hombres (ni para cerdos ni perros), presentan talla pequeña, el hombre puede capturar y mantener sin mucho peligro físico, y por último, y no menos importante, son animales frugales que se adaptan muy bien a duras condiciones climáticas y del terreno. 

* Asia Occidental también era rica en gramíneas silvestres que comenzaron a cultivarse, más o menos a la vez, que el inicio de la domesticación. Las dos actividades se desarrollan de forma paralela y complementaria.


Tres de las especies - perro, cerdo y buey - podrían haber sido domesticadas en otros lugares en que vivieron salvajemente, como en Europa, pero el escaso desarrollo económico y cultural, no permitió más que unas pocas tentativas de domesticar al perro. 

Analizando los datos aportados por la ciencia arqueológica relativos a las cincos especies domesticadas durante el Neolítico, llegamos a las siguientes conclusiones.



El Perro fue domesticado en primer lugar, siendo el lobo su antepasado salvaje. Las osamentas más antiguas datan del Pleistoceno final, hace 14.000 años y fueron halladas en la Cueva de Palegawra, en Irak.

El Cordero, posiblemente también fue domesticado en Irak, a principios del XI milenio en Zawi - Chemi. Con seguridad, encontramos restos de cordero plenamente doméstico en Ali Kosh, en Irán (9500 - 8700 a.C.)

La Cabra Doméstica nos ofrece restos en dos yacimientos de Iran, Tepe Asiab y Ganj Dareh, con unos 10.000 años de antigüedad. Aparecen también restos de cabra doméstica, con la misma antigüedad, en Jericó y Ali Kosh. 

Las osamentas más antiguas de Cerdo Doméstica fueron halladas en Qalat Yarmo (Irak) y cuentan con unos 8750 años.


En Catal Hüyuk, Anatolia, fue domesticado por primera vez el buey hace 8.400 años.

Todas estas especies existían en sus formas plenamente domésticas a mediados del IX milenio a.C. Curiosamente, encontramos estas mismas especies de fauna doméstica en Europa, hacia el 8.500. 

La primera forma de ganadería propiamente dicha conocida en el suroeste de Asia se basaba fundamentalmente en dos animales; la cabra y la oveja. En los yacimientos ambas especies constituyen la mayoría del rebaño, más adaptadas al medio que cerdos y bueyes. En principio el cordero dominaba en valles y llanuras, y la cabra en la montaña. Más tarde el cordero adquirió mayor importancia en todos los medios, ya que presenta dos ventajas sobra la cabra; proporciona lana y soporta mejor el calor.

El éxito de esta forma de ganadería es muy variable en el Suroeste de Asia. En los Valles, riberas de grandes ríos y en los piedemontes el hombre no tuvo la necesidad de cazar para proveerse de carne. En las Estepas las condiciones rigurosas de las estepas saladas obligó al hombre a practicar la caza a gran escala. La Montaña, a todas luces, es un medio aún menos favorable para la cría de ganado. 




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