Obispos y arzobispos de destacadas diócesis, llegaron a igualar su poder al de príncipes de monarcas, especialmente en tiempos inestables y convulsos. Lamberto, arzobispo de Milán, fue un personaje muy influyente en el siglo X. En una Italia convulsa, entre el Papado y la creciente influencia de reyes y emperadores foráneos, un tiempo en que aún no han fraguado las incipientes repúblicas ni los poderosos ducados, el poderoso Lamberto postuló y coronó rey de Italia al francés Hugo de Provenza.
Alguna lo habeis sentido
Hace 4 horas
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