La
escritura egipcia nos contó la historia del dios Osiris y de su
hermana Isis. Osiris fue asesinado en alguno de esos líos de familia
frecuentes en la tierra y en el cielo, y fue descuartizado y se
perdió en las profundidades del Nilo.
Isis,
su hermana, su amante, se sumergió y recogió sus pedacitos, y uno
por uno los fue pegando con barro, y de barro modeló lo que faltaba.
Y cuando el cuerpo estuvo completo, lo acostó en la orilla.
Ese
barro, revuelto por el Nilo, tenía granos de cebada y otras plantas.
El
cuerpo de Osiris, cuerpo brotado, se alzó y caminó.
Eduardo
Galeano Espejos.
Una
historia casi universal
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