domingo, 3 de junio de 2018

FRUELA I DE ASTURIAS.




Como dice un viejo refrán “a rey muerto, rey puesto” y al bueno de Alfonso I, sucedió su hijo Fruela. De esta manera se consolidaba la casa de Cantabria en el trono de Asturias. La tradición tiene a este rey Fruela como fundador de Ovieto, la vetusta Oviedo de Clarón, aunque con toda probabilidad, Fruela mantuvo su capital en Cangas de Onís.

Fruela el Cruel o el Hombre de Hierro, tuvo que hacer frente a una rebelión de los vacones, dirigiendo personalmente sus huestes. Esta expedición le iba a cambiar la vida pero en otro sentido. En tierras alavesas conoció a una joven llamada Munio. La llegó consigo de regreso a Asturias, se casó con ella y tuvo un hijo al que bautizó Alfonso, en honor al abuelo Alfonso I.


En Galicia el monarca asturiano derrotó a las huestes de Abd-al-Rahmán, dando muerte al caudillo árabe que las dirigía. Más al sur, en los territorios dominados por un Islam que tendía a la fragmentación, el omeya Abd-al-Rahmán I se convirtió en emir y declaró (de forma unilateral) su independencia del Califato abbasí de Bagdad.

En un medida impopular, aunque llamada a triunfar en el futuro, prohibió el casamiento de los hombres de la iglesia. Tan inflexible resultó esta medida que obligó a los que ya estaban casados a abandonar a sus cónyuges.


Viendo que su hermano Vimarano iba ganando apoyos entre, la siempre incontrolable, aristocracia lo asesinó con sus propias manos. Y en virtud de la atávica ley del Talión, aplicada inexorablemente, el rey Favila fue asesinado por los suyos en Cangas de Onís.

A Fruela I le sucedieron en el trono una serie de reyes débiles manejados como simples marionetas por el emir cordobés, conocidos popularmente como Reyes Holgazanes; Aurelio, Silo y Mauregato.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...