Mi estómago se
descompone, mi cabeza no es capaz de pensar con claridad. Mi cuerpo
está alcanzando los límites de la resistencia física. Siento
desfallecer. Pero debo seguir caminando. Y en definitiva ¿cuál es
el fin último de cualquier peregrinación, sino quebrar el cuerpo
para libera la mente?, ¿morir en un mundo para renacer a una nueva
esfera de conocimiento?. En este caso según la persona, llegar a la
divinidad y/o alcanzar el autoconocimiento. Y hoy me siento como un
asceta en clara disposición de poder comulgar con la divinidad.
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