Las minas de Sal de
Hallstatt son excavadas desde tiempos remotos, lo que las convierte en
una de las más antiguas de toda Europa. En 1284 el duque Alberto I
de Habsburgo construyó una torre para proteger, y controlar, la
mina y a sus trabajadores. La atalaya, desde la que se podía
controlar todo el entorno y disfrutar de unas increibles vistas,
recibió el nombre de Torre de Rudolf en homenaje al padre de
Alberto, Rodolfo I. A partir del año 1313 se convirtió en la
residencia del gerente de la mina. Actualmente alberga un restaurante
donde tomar un tentempié antes o después de penetrar en las
profundidades de la tierra.
Alguna lo habeis sentido
Hace 4 horas
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