Se acerca, poco a poco, la
Noche de San Juan, las tardes primaverales son largas, muy largas, el
Sol se esconde y la noche tarda en caer. La fauna del Salar de los
Canos se encuentra en plena efervescencia.
La vecina, e inmaculadamente
blanca, Mojácar, nos observa silente desde la lejanía.
El Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) es uno
de los limícolas más simpáticos e inquietos. Es una delicia verlos
corretear por las orillas.
He de reconocer que nunca he visto tantos flamencos
(Phoenicopterus roseus)
juntos en este lugar. También
tengo que decir que apenas llevo un par de años viniendo por aquí.
Precisamente fue la presencia de un pequeño grupo de flamencos lo
que me hizo reparar en este lugar. Hoy día es uno de mis enclaves
preferidos para encontrarme cara a cara con la vida animal.
Mamá porrón (Ayhtya
ferina) y su obediente cría regresan a casa después de un largo
día.
Su pico blanco y el plumaje
negro son las señas de identidad de la focha (Fulica atra).
La inconfundible espátula
(Platalea leucorodia) es una de las zancudas de mayor tamaño
que se deja ver por estos lares.
El pequeño y elegante
Martinete (Nycticorax nycticorax) es conocido popularmente
como Cuervo Nocturno. Estas fotos (algo borrosas) nos pueden ofrecer
una pista del porqué.
¿Una garcilla cangrejera
(Ardeola ralloides)?
Observando el aspecto de la
Cigüeñuela (Himantopus himantopus) no resulta extraña su
denominación, pues bien vista, parece una Cigüeña en miniatura.
El oscuro manto lo cubre todo,
la noche se ha cerrado sobre nuestras cabezas. Ha llegado el momento
de despedirnos hasta otro día.
Viernes 15 de Mayo del 2020.
Entre las 20.00 y las 22. 30 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario