Mientras avanzamos por bosques y bosquecillos, el viento trae un
encantador olor a higuera, ese árbol que inunda la atmósfera
estival. De repente se alza ante nosotros la parroquia de Santiago de
Boente, que sorprende por la belleza de todo el entorno.
Viajar ( por la historia ) con la casa a cuestas. (1ª parte )
Hace 23 minutos
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