Caballeros Teutónicos, defensores del catolicismo más radical, avanzan hacia oriente, avasallan a los pueblos eslavos y fijan su mirada en la inmensa Rusia. Un valiente Alexander Nevski, príncipe de Novgorod y de Kiev, les sale al paso, encabezando un aguerrido ejército de rusos ortodoxos. En 1242, sobre las aguas del lago Chud, en la actual estonia, derrotó a los teutones en la Batalla de los Hielos, y detuvo en seco el avance germano y sus ansias expansionistas. Fue la primera de las muchas ocasiones en que los alemanes han fracasado ante las puertas de Rusia. Ni que decir tiene, que Nevski es un Santo para la iglesia ortodoxa y un héroe para el pueblo ruso.
Alguna lo habeis sentido
Hace 4 horas
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