Entre Mojácar y Carboneras, dos entrañables (al menos para mí) localidades almerienses, en el marco incomparable de la costa mediterránea, nos encontramos con la Torre del Pirulico.
La Torre es de época nazarí (siglos XII - XIV), cuando el poder musulmán se enseñoreaba de estas tierras y formaba parte de un entramado defensivo costero que se extendía desde Adra hasta Mojácar, en ese sentido, sería la última de estas características.
Esta torre, situada sobre un peñón cumplía funciones de vigilancia y se comunicaba visualmente con la vecina Torre del Rayo.
El muro, de mampostería, está construido con piedra del lugar sin labrar, colocadas de forma irregular y trabada con mortero de cal.
El Pirulico es un claro ejemplo de Torre de Almenara. Según Luis de Mora-Figueroa, gran especialista en arquitectura defensiva , "atalaya que, en emplazamiento topográficamente adecuado, percibe y transmite señales ópticas vinculadas a la seguridad del territorio".
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