A
partir de Boron el ciclo artúrico se cristianiza definitivamente; el
misterioso cáliz se transforma en una valiosa reliquia, el Santo
Grial.
Robert
de Boron, un caballero y poeta, probablemente borgoñón, escribió
una serie de obras que forman un ciclo; Li romanz de l'estorie dou
Graal, en las que transmite un mensaje de exaltación religiosa y de
condena al espíritu mundano. Esta condena es simbolizada por las
relaciones amorosas entre el caballero Lancelot y la reina Ginebra,
un amor desafortunado y adúltero que termina provocando la ruina del
legendario reino de Camelot. Estas obras contribuyen a convertir la
caballería en una institución cristiana. Otro triunfo de la cruz
sobre el espíritu pagano de la Europa ancestral.
Además
de explicar el origen del Grial, dotándolo de un sentido cristiano,
Robert de Boron reintroduce en la historia al mago Merlín, narrando
detalles muy interesantes y definitivos para la configuración del
personaje.
Nos
han llegado dos "roman" de Robert de Boron, Verse
Joseph, dedicado a José de Arimatea, y Merlín. Se piensa que eran
parte de una tetralogía, Li romanz de l'estorie dou Graal,
que se completaba con dos obras desaparecidas, Perceval y Mort Artu.
En
Joseph d'Arimathie o Roman de l'estorie dou Graal, Robert de Boron
explica el origen del Grial y narra su llegada a Inglaterra en manos
de José de Arimatea. José de Arimatea utilizó la copa con la que
Jesús bebió con sus discípulos e instauró la eucaristía durante
la celebración de la Pascua en la última cena, como recipiente para
recoger la sangre redentora que derramó Cristo en la cruz. A la
muerte de Jesús, José de Arimatea abandonó Tierra Santa , cruzando
el océano hasta desembarcar en Británia, portando la sagrada copa.
Ocultó el Grial en Ávalon y fueron sus descendientes los encargados
de custodiarlo y protegerlo.
♠ De objeto mágico a vaso sagrado.
Robert de Boron otorga al misterioso graal un sentido religioso. El objeto mágico que aparece en el Cuento del Grial de Chrétien de Troyes, se transforma en un vaso sagrado estrechamente vinculado con la figura de Cristo. Pero ¿de qué manera se produce esa transformación?.¿Dónde encontró Robert de Borón la inspiración?¿O deberíamos decir revelación?. En esencia el misterioso graal, que contenía una hostia de la que se alimentaba el viejo rey pescador, tenía que ser el mismo recipiente de utilizó Jesús durante la última cena para instituir la Eucaristía. El nuevo grial será el cáliz que contiene la sangre de Cristo.
Las fuentes de las que bebió Robert de Boron son los propios evangelios, tanto canónicos como apócrifos. Mateo narra en su evangelio (compuesto en un arco temporal que oscila entre los años 70 – 110 d.C.) que José de Arimatea solicitó a Pilato el cuerpo de Jesús, los descendió de la cruz y lo enterró en un sepulcro de su propiedad. El apócrifo evangelio de Nicodemo (datado hacia mediados del siglo IV) añade ciertos acontecimientos al relato canónico. Tras la muerte de Jesús los judíos apresaron y encarcelaron a José de Arimatea. Tiempo después abrieron el calabozo con la intención de ejecutarlo y descubrieron, sorprendidos, que el reo había desaparecido milagrosamente.
Un segundo evangelio apócrifo, Vindicta Salvatoris (Venganza del Salvador) del que existen dos versiones fechadas en el siglo VIII, y que probablemente fueron compuestas en el sur de Francia, fantasea y noveliza mucho más el relato. Tito y Vespasiano deciden hacer la guerra a los judíos y arrasar Jerusalén, para vengar la crucifixión de Jesús. Una vez conquistada la ciudad encuentran a José de Arimatea encerrado en un calabozo desde hacía muchos años, pero vivo gracias a la milagrosa (y providencial) intervención de Dios. A partir de estas leyendas elabora Robert de Boron su relato, cuya influencia ha sido enorme en la historia de la literatura y de la cultura de Occidente.
♠ José de Arimatea y el Santo Grial.Robert de Boron cuenta que el cáliz que sirvió de copa en la Última Cena fue entregado por Pilato a José de Arimatea además de concederle el permiso para recuperar el cuerpo de Cristo. La relación entre Pilato y José se interpreta en clave medieval como la que se establece entre un señor y su vasallo. Tras el descenso de la cruz, José de Arimatea recoge la sangre que mana de las heridas de Cristo en el Vaso Sagrado (en esto no coincide la iconografía tradicional, en la que recoge la sangre mientras Cristo permanece clavado en la cruz). Posteriormente José es encarcelado, acusado de hacer desaparecer el cuerpo de Cristo para que todo el mundo pensara que había resucitado.
En la cárcel José, que consigue sobrevivir milagrosamente sin comer ni beber, es visitado por Cristo resucitado que le entrega el grial y le anuncia que únicamente tres personas, incluyéndole a él, serán dignas de custodiar la copa. De esta manera José de Arimatea se revela como el primer guardián del grial. Vespasiano, que había sanado de la lepra, gracias al sudario de la Verónica, se convierte al cristianismo, acude a Jerusalén para vengarse de los judíos por haber crucificado a Jesús, y libera a José, que una vez destruida la ciudad, abandona Judea, acompañado de su hermana y de su cuñado, Bron (o Hebrón).
El Espíritu Santo inspira a José para que instituya la mesa eucarística en memoria y homenaje de la Última Cena. Sobre esta segunda mesa redonda (la primera es la de la Última Cena) se celebra el culto del Grial. Solo los limpios de pecado podrán sentarse en torno a la mesa, en el mismo número que los invitados a la Última Cena. De los trece asientos uno de ellos queda vacante (el de Cristo o el de Judas Iscariote), el asiento peligroso. La voz de Dios lanza la profecía: el sitio aguarda a un descendiente de Bron, cuñado y compañero de aventuras de José de Arimatea, heredero que ha de convertirse en el siguiente guardián del grial.
Bron y su familia parten hacia Occidente, portando consigo la reliquia. Llegan al valle de Avaron en los remotos confines del mundo conocido. Probablemente Avaron sea una corrupción de Avalon, el Más allá de las leyendas bretonas. Este lugar fue identificado rápidamente con Glastonbury, y la abadía se beneficiará de la fama y el prestigio de todas esas leyendas. Allí aguardarán la llegada del profetizado tercer heredero del Grial. Se le conocerá como Rey Pescador (relacionado con el valor del pez como uno de los más antiguos símbolos cristianos y con la profesión de algunos de los apóstoles).
No debemos olvidar un dato, en la Edad Media José de Arimatea, debido a su presencia en los evangelios, era un personaje real, lo que le confiere a la obra de Robert de Boron una dimensión de realidad histórica al integrase en las Sagradas Escrituras. “Robert de Boron realiza esencialmente un trabajo de reescritura y al mismo tiempo de translatio, entre las fuentes evangélicas y el francés, siguiendo un principio de composición basado en la imitación deliberada de los textos bíblicos. Desde esta perspectiva, para el público medieval, los personajes del Joseph de Arimathie, superan en prestigio a los personajes del mundo artúrico, y lo que hace Robert de Boron es tomar los personajes bíblicos para insertar entre ellos la nueva referencia que constituye el Grial”.
El nacimiento del Grial en
el José de Arimatea de Robert Boron.
Mario Martín Botero G.
♠ ¿Continuador o inspiración de Chrétien de Troyes?
La critica literaria especializada no consigue establecer con exactitud la fecha de redacción de José de Arimatea, vacilando entre situarlos antes o después del Cuento del Grial de Chrétien de Troyes. En ese sentido podemos especular si Boron escribió una introducción al Cuento del Grial basado en las leyendas relativas a José de Arimatea añadiendo algunos datos que ofrecía Chrétien de Troyes, o tal vez su José de Arimatea sirvió de inspiración para el último roman del novelista de Champaña. En definitiva ¿quién inspiró a quién?.
Para conectar los acontecimientos que se desarrollan en Tierra Santa poco después de la pasión y muerte de Jesucristo con el reino de maravilloso del Rey Arturo y sus caballeros errantes, Robert de Boron utilizó al mago Merlín, sabio, hechicero y experto profeta. Este nuevo elemento dio asunto a la segunda novela de Boron, el Merlín.
De
Merlín, su segundo roman, únicamente se han conservado unos cuantos
versos, pero la historia ha llegado hasta nosotros a través de la
versión en prosa de la Vulgata, una recopilación de textos
artúricos, de la que escribiré en otro momento. La historia que
compuso Robert de Boron enlaza el Grial y el mundo artúrico a través
de la maravillosa figura de Merlín, arquetipo del hechicero y mentor
que tanta influencia posterior ha tenido en la literatura y el cine
de fantasía, de aventuras y en especial del género de espada y
brujería, en personajes como Gandalf el Gris, el druida Panoramix,
el profesor Dumbledore, el mago Avatar e incluso . . .
.
. . el maestro Jedi, Obi Wan Kenobi, participa de esa esencia.
Robert
de Boron retoma la figura de Merlín, le confiere mayor protagonismo
a la magia , al tiempo que va sumando nuevos elementos (tal vez de su
propia invención). Aunque Geoffrey de Monmouth ya escribió sobre el
sobrenatural nacimiento de Merlín es Robert de Boron quien describe
la asamblea de demonios que decide la concepción y el nacimiento del
mago, como una especie de Anticristo. La bondad de la madre borrará
está huella maligna.
Por
otro lado, Merlín asume un papel fundamental en la creación de la
Tabla Redonda como la Tercera Mesa al servicio del Santo Grial.
Además ya no va a desaparecer tras la concepción y nacimiento de
Arturo, como en versiones anteriores, sino que se hace cargo del
recién nacido, cuya crianza confía a un caballero, Sir Héctor. El
mago acompañará al joven hasta el trono y servirá como fiel
consejero al flamante rey, hasta que es encerrado en las entrañas de
la Tierra por la Dama del Lago.
Con
todo, la aportación más importante y trascendental de la obra de
Robert de Boron es la inclusión del episodio en que el joven Arturo
extrae la espada de la roca. Esta escena es una de las más
reconocibles de todo el ciclo artúrico, multitud de veces
representada en el cine.
"Todo
el mundo quiso asistir a la Misa del Gallo, para presenciar el
prodigio; pero ya despuntaba el alba sin que hubiera ocurrido nada
extraordinario y la confianza disminuía, cuando un hombre vino a
anunciar que frente a la puerta de la iglesia se veía una escalinata
de mármol de cuatro escalones, sobre la cual se encontraba un yunque
atravesado por una espada, cuya empuñadura desprendía un gran
resplandor, debido a la pedrería con la que estaba enriquecida.
[...].
-
Señores - les dijo el mago [Merlín ] -, [...] nadie podrá sacar
esta espada del lugar en que se encuentra, sólo el que está
destinado a subir al trono [...].
Temían
ya que nadie pudiera realizar esta aventura, cuando Merlín anunció
que el que estaba destinado a llevarla a cabo estaba allí presente
[..] Arturo, por modestia, no se había presentado aún, [Sir Héctor]
lo cogió de la mano y lo obligó a presentarse [...]
Apenas hubo llegado a los primeros escalones cuando se dejó oír una
música deliciosa. Ningún obstáculo se opuso a su marcha hasta el
yunque, de donde sacó la espada sin ninguna dificultad...".
José
de Arimatea y Merlín son las únicas obras que conservamos de Boron,
aunque es probable que escribiese un Perceval, para completar la obra
inconclusa de Chretien de Troyes. En esta nueva versión de Perceval,
el caballero estaría emparentado con José de Arimatea y vinculado
por tanto, con el culto y la protección del Santo Grial, reliquia
que lograría encontrar después de ocupar el Asiento Peligroso.
También se ha especulado con que el ciclo de Boron lo cerrase una
primera versión de La muerte del Rey Arturo.
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