La información es poder. Siempre han existido chivatos y delatores profesionales. La Inquisición tenía una especie de servicio secreto de inteligencia. Una Gestapo feudal y medieval. Arnaud Sicre, un zapatero itinerante, consiguió infiltrarse y consiguió que arrestasen a un cátaro llamado Belibaste. Para ello contó con la aprobación del inquisidor Jacques Fournier. Su recompensa: absolución, restitución del honor familiar y restablecimiento de todos sus derechos. Su madre había sido ejecutada años atrás acusada de hereje.
Alguna lo habeis sentido
Hace 4 horas
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