Dido, reina de Cartago,
cuerpo desnudo y rollizo tan del gusto del maestro Rubens, real como
la belleza misma, introduce una daga en el pedio del pecho para
destruir el dolor, a la par que la vida, que padece tras la partida
de Eneas.
El cine español y el progresismo: una de cal ¿y otra de arena?
Hace 56 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario