martes, 31 de marzo de 2020

EL HOMBRE EGIPCIO.




¿Existe una raza egipcia propia? Resulta muy difícil responder a esta cuestión. El hombre egipcio es, quizá, una síntesis de varias razas: nómadas errantes de la sabana sahariana, africanos del norte entroncados con los bereberes y los cabilas, elementos semíticos procedentes tanto del norte, de la zona del Sinaí, como del sur de la zona del desierto arábigo. Los esqueletos predinásticos ofrecen, al mismo tiempo, tipos europeos y negroides, de ahí la hipótesis de una fusión de esas dos razas. Se ha pensado también en una gran cultura de Oriente Próximo, muy antigua y con ramificaciones que habrían llegado al nordeste de África y al oeste asiático. El valle del Nilo habría sido un crisol ideal para una mezcla de poblaciones. Encontraríamos su huella en mitos análogos conocidos en civilizaciones diferentes (por ejemplo, los de Osiris y Adonis), similitudes lingüísticas, comparaciones de armas y costumbres. No se puede dejar de evocar también las migraciones de pueblos, los viajes que podrían haber hecho llegar a Egipto a mesopotámicos, asiáticos u otros pueblos. Algunos autores van más lejos en su fantasía y hacen de los egipcios unos extraterrestres que vinieron a colonizar un punto especialmente fértil del planeta. La honestidad más elemental nos obliga a reconocer que no sabemos nada definitivo acerca de la raza primitiva de los egipcios. Evidentemente, son africanos blancos cuya mentalidad, visión del mundo y pautas de civilización son comprensibles para los europeos. Si bien resulta casi imposible para un europeo llegar hasta el fondo del pensamiento africano, no es nada difícil entender el arte egipcio desde el interior, sentirse vinculado con la expresión de un pensamiento que aun siendo muy diferente del de la época moderna, se inscribe en lo más hondo de nuestra memoria. 

Christian Jacq 
El Egipto de los grandes faraones.


La base de la población egipcia parece haber sido una raza camítica a la que pertenecerían también los somalíes y los galas del sudeste de Egipto, además de loas beréberes de Libia, transformada desde la época protohistórica por la llegada al valle del Nilo de tribus semíticas. Poco se sabe acerca de los primeros pobladores que habitaron el valle del Nilo, porque no se conocer yacimientos con restos humanos de este período. 

Ana María Vázquez 
Antiguo Egipto.

Ya entrado el período neolítico, hacia el V milenio, tenemos en Egipto nuevas poblaciones, al parecer. Un tipo mediterráneo oriental concurre allí, y se encuentra no sólo con los descendientes de afrianos capsienses, sino con etiópidos del tipo del Nordeste de África. Aparecen entonces el pastoreo nomadiznte y los comienzos de al agricultura sedentaria. El perro, la vaca y la oveja, son domesticados. Se inicia un comienzo de economía y de previsión. El origen de estos progresos parece estar el Nordeste, en territorio asiático.
A Tovar, W Rölling, I Gamer-Wallert
Historia del Antiguo Oriente.

lunes, 30 de marzo de 2020

ABATE SIEYES.




Emmanuel Joseph Sieyes, eclesiástico, intelectual y ensayista, es uno de los principales ideólogos de la Revolución Francesa. Su panfleto ¿Qué es el Tercer Estado?, inspirado en los textos escritos por los filósofos de la Ilustración, y la propia situación que le tocó vivir, adquirió gran popularidad y difusión durante el proceso revolucionario.

¿Qué es el estado llano? Todo.
¿Qué ha sido hasta el presente en el orden político¿ Nada.
¿Qué pide? Llegar a ser algo.
¿Quién osaría decir que el estado llano no contiene en sí todo lo necesario para formar una nación completa?. Es un hombre fuerte y robusto que tiene aún un brazo encadenado. Si se hiciera desaparecer el orden privilegiado, la nación no sería menos, sino más. Y ¿qué es el estado llano?. Todo, pero un todo trabado y oprimido. ¿Y qué sería sin el orden privilegiado?. Todo, pero un todo libre y floreciente. Nada puede funcionar sin él, todo andaría infinitamente mejor sin los demás.


BELGRADO, LA CIUDAD BLANCA.




Belgrado – Beograd – la Ciudad Blanca, capital de la República de Serbia y una de las más grandes e influyentes ciudades de todo el sureste de Europa. Es también una de las ciudades más antiguas del continente, con rastros de poblamiento humano con más de 7.000 años de antigüedad (Cultura de Vincha) y protagonista (a veces involuntaria) de una historia convulsa, al ser el tablero donde las potencias que dominaron la región intentaron dirimir sus diferencias. Zona histórica de paso, de pueblos e imperios diferentes y a menudo, enfrentados entre sí. Si hacemos caso de la Enciclopedia Británica, Belgrado es la ciudad que más veces ha sido destruida y reconstruida a lo largo de la historia.



Belgrado, la antigua y arqueológica, y la moderna e histórica se asienta sobre un promontorio, justo en el lugar donde el Sava une sus aguas al Danubio Eterno. La tribu de los escordiscos estableció en este lugar un asentamiento estable aprovechando su situación estatégica. Este es el origen remoto de la ciudad Singidunum.


Narodna skupstina, el edificio de la Asamblea Nacional, con enormes cúpulas de color verde claro.


Hram Svetog Save, templo ortodoxo de San Sava, destacan sus cúpulas verdes esféricas. El interior del templo aún se encuentra en construcción.


Kalemagdan, la fortaleza inmemorial de Belgrado, en serbio Beogradska tvdarva, su nombre procede del turco y significa algo así como la fortaleza del campo de batalla. Uno de los recintos fortificados más extensos que recuerdo, con fosos, varias líneas de murallas e incluso el parque zoológico de la ciudad.


Belgrado, inabarcable, grandiosa, cosmopolita, es como Madrid, pero a la yugoslava. Bullicio, ajetreo y ruido en sus calles nocturnas, tenía grandes expectativas con esta ciudad, y no me ha decepcionado.


Sede del Estrella Roja, la gran sensación del fútbol europeo a principios de los años '90 y capital de la República Socialista Yugoslava del mariscal Tito, Belgrado era para mí, un destino lejano e inaccesible. Pero cayó el Telón de Acero, y más mal que bien pasaron los duros años '90 y en los albores del siglo XXI por fin cumplí un sueño de la niñez, conocer Yugoslavia. Aunque sea por partes.


Cuando uno viaja tiende a comparar ciudades que ya conoce con lo que está viendo, a veces de forma incosciente, para mí Belgrado tiene algo de Budapest, por lo centroeuropeo, y algo de Madrid por capitalidad, cosmopolitismo y alegría urbana . . . una de esas maravillosas urbes de la Vieja Europa. (Verano 2013).




domingo, 29 de marzo de 2020

LOS CUADERNOS DE CAMPO DE FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE. 12. AVES DE LAS ESTEPAS.
































FRANÇOIS PIENAAR, EL PODER DEL DEPORTE.



El jugador de rugby sudafricano Francois Pienaar es un símbolo más allá del deporte, un mito viviente y protagonista de uno de los grandes momentos vividos en la última década del siglo XX. Pienaar y sus compañeros de selección consiguieron demostrar al mundo las enormes posibilidades que ofrece el deporte como vertebrador de cambios sociales.


1995 fue clave para la República de Sudáfrica, un estado que había sufrido varias décadas de apartheid interior y aislamiento internacional, ese año el país se abre al mundo celebrando un evento de gran trascendencia, la Copa del Mundo de Rugby. Nelson Mandela, presidente de Sudáfrica desde el año anterior, configuró el nuevo estado sudafricano y su apertura al mundo, mientras François Pienaar capitaneó a los Springboks a la conquista del título.


Pienaar erar hijo de una familia de clase trabajadora y con esfuerzo, tesón, y las necesarias dosis de inteligencia cosechó éxitos académicos y deportivos: estudio derecho y debutó con la selección de rugby de su país. Fue capitán de los Springboks, incluido en el Quince Ideal de la Copa del Mundo y elegido jugador del año por la revista Rugby World. En aquella memorable Copa del Mundo el combinado sudafricano derrotó a las grandes potencias mundiales; Australia (27 - 18) en primera fase, Samoa (42 – 14) en cuartos de final, a Francia (19 – 15) en las semifinales y los temibles All Blacks de Nueva Zelanda en la final (15 – 12).


Pienaar fue un personaje clave dentro del terreno de juego, pero también fuera de él, manteniendo una estrecha relación de colaboración con el presidente Mandela. Madiba, uno de los nombres con los que era conocido el presidente, utilizó el deporte – rugby (el favorito de la clase dominante) y fútbol (preferido por las clases populares) – como vehículo para unir un país dividido entre negros y blancos, en el terreno de juego todos eran seres humanos. Clint Eastwood, Morgan Freeman y Matt Damon nos hicieron revivir esta historia en el año 2009 en la película Invictus. Los éxitos deportivos continuaron y el año siguiente Sudáfrica organizó la Copa Africana de Naciones de fútbol y nuevamente levantó el trofeo, pero esa es otra historia.




sábado, 28 de marzo de 2020

HISTORIA DEL EGIPTO FARAÓNICO.




La historia de Egipto comienza cuando el primer faraón unificó el Valle y el Delta en un solo país. A lo largo de su historia el Valle y el Delta se unieron y se separaron varias veces, de forma que podemos señalar que políticamente, la historia de Egipto, gira en torno a estos dos centros de cultura y de poder. Las relaciones entre ambos irán marcando el acontecer histórico de cada momento.

El conocimiento que poseemos acerca del curso de los acontecimientos en Egipto se deriva de varias fuentes. En primer lugar están los inconexos relatos de Herodoto, Manetón y otros escritores clásicos, más y más inseguros cuanto más nos adentramos en el pasado. El Antiguo Testamento nos ha legado unas referencias muy poco objetivas sobre acontecimientos contemporáneos o casi contemporáneos; también existen, aunque son raros, otros relatos de fuentes extranjeras, como los archivos estatales hititas y los de Asiria y Babilonia. Los testimonios procedentes del mismo Egipto son de dos clases: literarios y arqueológicos.
Cyril Aldred.
Los Egipcios.

La historia de Egipto se extiende a lo largo de tres mil años y para facilitar su estudio se divide en varias etapas, que se corresponde, en su mayor parte, con las dinastías reinantes. Los faraones se agrupan en familias llamadas Dinastías. Es decir, una dinastía está formada por faraones de la misma familia. Las etapas de mayor prosperidad se conocen como “Imperios” y las etapas de crisis se llaman “Periodos Intermedios”.

Modernamente se han propuesto varias periodizaciones para dividir la dilatada Historia del Egipto faraonico, agrupando de distintos modos las dinastias manetonianas. De todas ellas el sistema que ha acabado imponiendose, y que es generalmente aceptado sin mayor discusion, es aquel que divide la Historia de Egipto en tres imperios, el Antiguo, el Medio y el Nuevo, seguido cada uno de ellos de un Periodo Intermedio. El sistema puede ser aceptado como propuesta de periodizacion valida, a condicion de tener en cuenta que el Egipto faraónico no tuvo una proyeccion imperialista exterior de importancia más que en el Imperio Nuevo, permaneciendo el resto de su historia encerrado en si mismo, amparado por su aislamiento y sin mostrar una especial agresividad para con los restantes pueblos conocidos del Oriente mediterraneo, con los que mantuvo en lineas generales relaciones distantes pero pacificas. Por consiguiente, hay que entender los tres imperios como periodos de la historia egipcia en los que el Estado faraonico alcanzo su maximo poderio y esplendor, dominando con su omnipresencia todos los aspectos de la vida del pais; se trata, ademas, de epocas de paz interior y de esplendor economico puestos de manifiesto por la actividad constructiva desarrollada en ellas, sin que de momento nos detengamos en las causas de ello. Por el contrario, hay que entender los tres periodos intermedios como epocas de crisis del poder del Estado, con sus secuelas consiguientes de guerras civiles y de decadencia economica. Finalmente, los egiptologos abren la historia de Egipto con un Periodo Tinita que precede al Imperio Antiguo, y la cierran con un Periodo Saita que sigue al Tercer Periodo Intermedio, en un afan obvio de hacer la periodizacion lo mas simetrica posible.
Josep Padró
Historia del Egipto Faraónico.




GEA.




Después apareció la Tierra. Los griegos la llamaron Gea. La Tierra surgió del propio seno del Caos. Hela aquí, pues, nacida con posterioridad al Caos y representando, según cómo se mire, su antítesis. La Tierra ya no es ese espacio vacío, esa especie de caída oscura, ilimitada e indefinida. La Tierra posee una forma distinta, separada y precisa. A la confusión, a la tenebrosa indiferenciación del caos, se enfrenta la claridad, la firmeza, la estabilidad de Gea. Sobre la Tierra todo aparece dibujado, visible, sólido. Podríamos definir a Gea como aquello sobre lo cual los dioses, los hombres y los animales pueden caminar con soltura. Es el suelo del mundo.
Jean Pierre Vernant.
El Universo, los dioses, los hombres.

viernes, 27 de marzo de 2020

VILLAMARTÍN PEQUEÑO.




Una subida muy, muy larga, con tramos de cierta dureza. Ningún lugar para reposar o descansar en unos 7 kilómetros (andando casi hora y media), la mayoría de ellas en duro ascenso. Posteriormente descendemos hacia el valle del Rego de Porto Bragán para alcanzar Villamartín Pequeño, una parroquia del municipio de Barreiros instalada en el Camino del Norte, que se extiende entre Ribadeo y Lorenzana.






Por el camino encontramos una vieja escuela rural de los años '60, deteriorada, tristemente abandonada y en estado casi ruinoso. Escenario ideal para una película de terror. Pelos de punta.  





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