jueves, 31 de marzo de 2016

ALBOINO REY DE LOS LOMBARDOS



Alboino fue rey de los lombardos que protagonizaron una segunda de oleada de invasiones germanas, y que supieron sacar provecho del caos ocasionado por la ruptura de las fronteras y los desequilibrios de poder provocados por los grandes movimientos migratorios del siglo V.

Después de poner su espada al servicio de Bizancio, Alboino se alió con los ávaros para destrozar a los gépidos. Tras derrotarlos (y prácticamente aniquilarlos) Alboino en persona asesinó a su rey, Cunimundo, y se llevó a su hija Rosamunda como preciado botín de guerra.

En el año 568 partió de sus territorios del lago Balatón en la llanura Panonia, y al frente de un variopinto ejército que contaba nada más y nada menos que con treinta y cinco cabecillas, y que estaba compuesto por mercenarios de diferente procedencia – ávaros, sármatas, búlgaros, gépidos, suevos, panonios y sajones – cruzó la cordillera de los Alpes y cayó por sorpresa sobre Italia. Conquistó rápidamente el Norte y desde ahí inició la conquista del próspero valle del Po. En poco tiempo se convirtió en dueño y señor de media Italia.


Y en ese momento, cuando se encontraba en la cima de su poder, fue asesinado mientras dormía la siesta a instigación de Rosamunda, que de esta manera se tomaba justa venganza.  

miércoles, 30 de marzo de 2016

MATILDE DE TOSCANA



Matilde de Canosa, gran Duquesa de Toscana, una de las mujeres más poderosas e influyentes de su tiempo, sus dominios, que administraba desde Canosa, abarcaban gran parte de Italia al norte de los estados pontificios. A Matilde le tocó vivir en una época convulsa, mujer cultivada, ávida lectora y profundamente religiosa, apoyó al papa Gregorio VII, que la llamada “la más fiel servidora de San Pedro” en la Querella de las Investiduras. En una ocasión cumplió funciones de mediadora entre el citado papa y el emperador Enrique IV. Casada en dos ocasiones, ninguno de los dos matrimonios la hizo feliz. Mujer de armas tomar, valiente y guerrera, un ataque de gota acabó con su vida. Siglos después de su muerte fue sepultada en la Basílica de San Pedro bajo una tumba esculpida por el maestro del barroco, Gian Lorenzo Bernini.   

GUILLERMO EL TROVADOR



Guillermo IX duque de Aquitania – Guilhem de Peiteus en occitano – y Conde de Poitiers, es el primer trovador en lengua provenzal de nombre conocido. Auténtico prototipo de galán medieval, cruzado, caballero, amante, músico y poeta. Heredó unos territorios más extensos que los del propio rey de Francia. Anticlerical convencido fue dos veces excomulgado, una de ellas por un lío de faldas. Un hombre con pocos escrúpulos, cínico, sensual y burlón, en ocasiones obsceno, pero capaz de rendirse ante los favores de una dama, su ajetreada vida, llena de anécdotas, le proporcionó material suficiente para su pluma.

“qu'enaissi fue de nuetz fadatz
sobr'un pueg au”

[porque así fui hechizado de noche sobre una alta montaña]


Su nieta Leonor de Aquitania heredó de él su pasión por la cultura, las artes y el amor cortés.

TOMOE GOZEN



Durante mucho tiempo se pensó que las mujeres que combatían con los samuráis, denominadas onna-bugeisha, eran un minoría, investigaciones recientes parecen demostrar que las mujeres participaban en las batallas mucho más a medudo de lo que ha quedado registrado en los libros de historia. La más famosa de esas mujeres samuráis fue Tomoe Gozen, que a sus cualidades marciales unía unas bellas facciones. Tomoe, famosa por su destreza con el arco y la katana, participó en la batalla de Awazu en 1184, y a pesar de la derrota destacó por su maestría en el manejo de la espada. Su figura legendaria aparece retratada en el “Heike Monogatari” - el Cantar de Heike – un poema épico japonés.  

martes, 29 de marzo de 2016

FADRIQUE ÁLVAREZ DE TOLEDO II DUQUE DE ALBA.



Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, coleccionista de títulos y tierras, II duque de Alba, Marqués de Coria, Conde de Salvatierra y Piedrahita y Señor de Valdecorneja, ayudó a los Reyes Católicos en la rendición de Granada, participando en la firma de las capitulaciones, en la defensa del Rosellón frente a los franceses y dirigiendo con éxito la conquista de Navarra. Por todos estos éxitos militares fue nombrado capitán general de Andalucía y caballero de la Orden del Toisón de Oro. En época de Carlos V defendió los intereses del emperador en Flandes e Italia. Su villa natal, Alba de Tormes, también le vio morir con todos los honores de los grandes de España. Su heredero y sucesor fue su nieto Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, que pasaría a la historia (más o menos negra) con el sobrenombre de “El Gran Duque de Alba”. Precisamente el propio Fadrique se dedicó con esmero a la educación de su nieto, tanto en las letras como con las armas, y se hacía acompañar de él en sus campañas militares y en los recorridos regulares por sus enormes dominios.  

lunes, 28 de marzo de 2016

SEÑA BERMEJA.



La ciudad de Zamora vincula su heroico pasado con las hazañas indelebles de Viriato, el guerrero lusitano convertido en Terror de los Romanos. Ocho victorias obtuvo Viriato sobre las legiones de cuanto cónsul o pretor se presentase en estas tierras. Ocho son las bandas bermejas que ondeaban en la enseña zamorana asidas por el poderoso brazo del capitán lusitano.



La novena banda, ésta de color verde, fue añadida por deseo del rey Fernando II de Aragón, como recompensa a las milicias zamoranas que contribuyeron a la victoria (cuasi decisiva) en la batalla de Toro de 1474.


EL CORAZÓN DE LA SANTA.



La Iglesia de la Asunción en Alba de Tormes, que pertenece al Convento de las Carmelitas Descalzas fundado en 1571 custodia el cuerpo de Santa Teresa, su célebre brazo incorrupto y una reliquia más sublime; su corazón.


Sobrecogen las reliquias que con cierta morbosidad, inherente al ser humano y mucho mimo y salvaguarda, conserva la Iglesia Católica de sus santos, beatos, mártires y demás personajes dignos de estar sentados a la diestra del Todopoderoso, una forma de culto a los muertos, de intentar parecernos a ellos (por sus buenas obras). La parte oscura del alma humana, la que a veces siente más fuerte la Muerte que la Vida, la que camina entre Tinieblas, se siente fascinada por estos templos cristianos y la tenebrosidad que encierran.  

LEVENTE, PRÍNCIPE DE HUNGRÍA.



La historia la escriben los vencedores, pero para vencer es necesario apostar fuerte, luchar con denuedo, en ocasiones verter sangre, y sobretodo contar con un buen equipo, como el “Negro” Enrique en la Argentina de Maradona, Michael Collins en la misión del Apolo 11, Morgan Freeman en cualquiera de sus películas o John Paul Jones en los míticos Led Zeppelin. Al igual que todos ellos, Levente fue uno de esos jugadores que ayudan a vencer a su equipo. Hermano menor de dos reyes húngaros, Andrés I y Bela I, Levente huyó junto a ellos durante los reinados de Pedro Orseolo y Samuel Aba. No permanecieron mucho tiempo en el exilio.

Aprovechando la revuelta pagana y anticristiana capitaneada por Vata, los tres hermanos regresaron a Hungría y lucharon codo con codo para sentar en su trono al mayor de ellos, Andrés. Con el éxito acabó también la colaboración fraternal. Levente se fue distanciando de sus hermanos con la misma premura que abrazaba el paganismo. Tan profundo arraigaron los antiguos cultos magiares en el alma de Levente, que terminó enfrentado al rey que había ayudado a coronar. Cuentan que Andrés I no pudo someter totalmente a los insurrectos hasta la muerte de su hermano Levente.

INFANTE PEDRO DE CASTILLA.



El infante Pedro de Castilla era el séptimo hijo de Alfonso X el Sabio y Violante de Aragón (tercero entre los varones) y nieto por tanto de dos grandes monarcas del siglo XIII, Fernando III de Castilla y León y Jaime I de Aragón. Armado caballero por su hermano Fernando de la Cerda, fue señor de Ledesma, de Cabra, de Alba de Tormes, de Montemayor del Río, de Miranda del Castañar y de Granadilla entre otros territorios. Casó con Margarita de Narbona con quien tuvo a su heredero Sancho el de la Paz, dirigió el infructuoso y fallido asedio a la ciudad de Algeciras en manos de los Benimerines de Marruecos (1278 – 1279) y antes de morir, en 1283, apoyó a su hermano Sancho (futuro Sancho IV) en una rebelión contra su padre.  

MONTEMAYOR DEL RÍO.



En el profundo valle del Alagón, rodeado de centenarios castaños, Montemayor del Río conserva el encanto de una auténtica villa medieval rodeada de bosques y en contacto directo con la vivificadora naturaleza. Una visita a Montemayor de abajo hacia arriba, desde el lecho del río al castillo.


Un río de poético nombre “Cuerpo de Hombre, afluente del Alagón, serpentea por un valle encajado en la Sierra de Béjar. El río, junto a la mota, el castillo y la muralla definen el emplazamiento de una villa medieval.


Las aguas del río “Cuerpo de Hombre” han dado de beber a las gentes de Montemayor, a los ricos y a los pobres, a los cristianos y a los judíos, han regado los campos y movido enormes ruedas de molino, y han dado lugar a entrañables leyendas, como aquella que relata la existencia de una joven sirena empeñada en enamorar con su melodiosa voz al hijo de los marqueses de Silva.


De orilla a orilla, posibilitando además el acceso a la villa, el puente de piedra del siglo XIII extiende sus pilares y un enorme arco que intenta ser ojival. Los rebaños y pastores trashumantes que recorrían la Cañada Vizana vadeaban el río por aquí, en primavera hacia el norte y en otoño hacia tierras extremeñas.


Ermita de San Antonio a orillas del río.


Al parecer los vettones habitaron estas ancestrales tierras de ganaderos. Más tarde visigodos y bereberes se asentaron en stas comarcas serranas, aunque pocas referencias tengamos de ellos. Durante el reinado de Alfonso VI de León, Montemayor pasó a dominio cristiano, y poco a poco se fue configurando la Tierra de Montemayor.


La villa de Montemayor fue desde la Edad Media el centro neurálgico de una demarcación territorial que abarcaba doce núcleos de población, extendiéndose por tierras extremeñas como Baños de Montemayor. El rey Alfonso IX de León creó el Concejo de la Villa en 1227 con el objetivo de reforzar demográficamente esta zona.


En el siglo XIII el rey de Castilla, Alfonso X, entrega la villa a su hijo, el infante don Pedro. Es la primera vez que Montamayor deja de ser un dominio de realengo. Posteriormente el Señorío volvería varias veces a manos de la corona, que lo utilizó como premio para pagar lealtades y favores.


Fuera del recinto amurallado estaba situada la aljama o barrio judío, donde se concentraba la población hebraica, con su rabino al frente y organizada alrededor de la sinagoga. Esta comunidad judía dependía directamente del rey.


El visitante que pasea por estas callejuelas olvida rápidamente las prisas que le han traído hasta aquí.


La desaparecida muralla fue construida para proteger a la población que se arremolinaba alrededor de la fortaleza y que se dedicaba fundamentalmente a prestar apoyo y servicio al castillo. Pero pronto, la población comenzó a crecer y las viviendas sobrepasaron los límites de la muralla, desparramándose por la ladera de la mota. La muralla, además de proteger, servía para separar dos ámbitos: de un lado los poderes civil, militar y religioso, y del otro la gente más humilde.


Cuadrillas de albañiles ambulantes trabajaron con denuedo para levantarse los toscos cubos de la muralla. En una de las hiladas del cubo aparecen las misteriosas firmas y marcas de cantero. El material empleado fue el granito.


El linaje de los Tostado (junto con los Flores) es una de las familias históricas, y más ilustresde Montemayor. Un hecho valeroso marca del origen del linaje. Sucedió en el año 1433 en Guadix, en el contexto de las guerras de Granada. Antes de entrar en batalla el escudero Pedro González de Tórtoles, conocido como “Tostao” pidió a Fernando Álvarez de Toledo, Capitán General de Frontera, ser nombrado caballero “por sí moría, porque quería hacer mucho daño a los moros y para que quedara honra a sus hijos....”. El escudo de los Tostado consta de tres bandas y seis estrellas.


La fuente del rollo, símbolo que representaba la autoridad del marqués, preside la Plaza Mayor.


Una muestra de la sabiduría popular. 



La iglesia parroquial, que presenta una estructura constructiva del siglo XIII, modificada a lo largo del tiempo, es centro espiritual de la villa y representación del poder; el clero, junto al rey, la nobleza y el concejo son las fuerzas vivas de la sociedad medieval.


Símbolo y bastión, en la parte más alta de la villa, cerca del cielo, el castillo de San Vicente se yergue como vigilante de la frontera u protector de cañadas y caminos. Con el tiempo se convirtió en el palacio residencia de los Marqueses de Montemayor.


Por definición, un castillo es un símbolo inequívoco del poder. El castillo de Montemayor es el corazón fundacional de la villa, emplazado en una situación estratégica. Su ubicación obedece a razones geopolíticas, Montemayor nace como baluarte defensivo y su castillo es construido para proteger la frontera del Reino de León, de la cercana Béjar, bastión del Reino de Castilla. Además sirvió para consolidar el límite sur con el mundo islámico y para controlar la cañada Vizana.


Aunque fue levantado entre los siglos XIII y XIV, por deseo del infante Pedro, probablemente sobre los restos de una fortificación anterior, su aspecto actual es del siglo XV. Dispone de planta rectangular y murallas protegidas por altas torres. Este castillo, mientras mantuvo su valor estratégico fue controlado por la corona, bien directamente, bien a través de familiares del monarca. Cuando desaparece la rivalidad territorial entre León y Castilla, la villa y el castillo se convirtieron en señorío.


El castillo aparece perfectamente mimetizado con el entorno, de tal forma que parece formar parte del paisaje. Las altas torres del castillo se convierten en un envidiable observatorio de estrellas y del inabarcable cielo nocturno. Y como todas las fortalezas medievales las leyendas hablan de pasadizos secretos que comunican las mazmorras del castillo con el río Cuerpo de Hombre. Su entorno y la propia belleza del edificio, el asombro que causa en los visitantes y el sosiego espiritual que embarga al pisar las piedras, le han hecho merecedor del apelativo Castillo del Paraíso.


Antaño los frondosos bosques que lo rodeaban estaban habitadas por osos, reyes de las bestias, y pieza de caza más apreciada y venerada. Tal era la calidad de estos parajes para el disfrute de la actividad cinegética, que aparecen recogidas en el Libro de Montería de Alfonso X.


El caserío, que rodea la plaza y se sitúa también a media ladera, presenta la tipología típica de la arquitectura tradicional serrana, basada en la madera y la mampostería.


Para las gentes de Montemayor y su entorno, el castaño es su generoso árbol talismán; ofrece alimento en forma de fruto carnoso, madera y materia prima para la cestería.


La Vía de la Plata, además de ruta para los ganados, se convirtió también en el Camino de Santiago del Sur. Pastores, zagales y rebaños, caminantes y peregrinos transitaban por estos lares, con la tumba del apostol en el horizonte vital.


Entre la sierra de Francia y la de Béjar, sobre la cima de un cerro, rodeado de un profundo valle, se alza como impertérrito vigía y orgulloso señor de las cumbres el Castillo del Paraíso.




domingo, 27 de marzo de 2016

SIR JOHN CODRINGTON.



El caballero inglés Sir John Codrington tuvo el inmenso privilegio (según algunas opiniones) de portar el estandarte del rey Enrique V en la celebrada victoria de Agincourt (1415).  

LA TORRE DE BABEL. ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA.



Tenía entonces la tierra una sola lengua y palabras iguales. Cuando vagaron por la parte de oriente, los hombres fueron a parar a una llanura de la tierra de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: “¡Vamos! Hagamos ladrillos y cozámoslo al fuego”. El ladrillo les sirvió de piedra, y el betún, de argamasa. Luego dijeron: “¡Vamos!. Construyámonos una ciudad y una torre, cuya cumbre llegue al cielo, y hagámonos un monumento para no quedar dispersos sobre la faz de toda la tierra”.
Génesis 11, 1- 4.

sábado, 26 de marzo de 2016

GENOVEVA DE BRABANTE.



Genoveva de Brabante es la protagonista de una trágica leyenda medieval de celos, desconfianza y falsas acusaciones. Hija de los duques de Brabante y casada con un apuesto señor, Siegfried de Tréveris, fue acusada de traición y adulterio por un enamorado rechazado. Condenada a muerte por su delito, los verdugos apiadados por la desdichada joven, obviaron su cometido y la ocultaron en el bosque junto a su hijo pequeño. Siete años vivió Genoveva en un recóndito páramo del bosque, en una cueva de las Ardenas, en compañía de una corza y otras criaturas forestales. Un día Siegfried, durante una cacería perseguía a la corza, hasta que la casualidad le hizo tropezar con Genoveva. Esa noche Genoveva regresó a casa con su nunca olvidado amado. Cuentan que la corza nunca dejó de visitar a Genoveva. Incluso cuando murió Genoveva, la corza se acercaba de vez en cuando a su tumba.

LOS HOMBRES DE MUSGO.



Un 17 de junio, de un año del que nadie recuerda los dígitos pero que la tradición sitúa en el siglo XII, con la localidad salmantina de Béjar en manos de los musulmanes, un grupo de cristianos exaltados se reunieron en el cercano monte de El Castañar, y recubrieron sus armas y ropas con musgo. Con este terrorífico aspecto, esperaron a la noche, para lanzarse aullando montaña abajo y sembrar el pánico entre los confusos defensores de Béjar y conquistar la ciudad. Cada año durante la procesión del Corpus Christi los bejaranos recuerdan con fervor esta hazaña bélica disfrazada de leyenda, con el desfile de los hombres de musgo.   




VILLAGARCÍA DE LA TORRE.



El castillo de Villagarcía de la Torre controla la ruta que une Zafra con Llerena y Córdoba. Lugar de asentamiento de romanos y árabes, hacia 1380 era señor de la villa, García Fernández de Villagarcía, maestre de la Orden de Santiago y partidario de los reyes Trastámara Enrique II y Juan I.

viernes, 25 de marzo de 2016

INÉS DE CHATILLÓN



Inés nació en Tierra Santa, pues era hija del combativo Reinaldo de Chatillón y Constanza de Antioquía, y pasó gran parte de su juventud en la corte de Manuel I Comneno (su hermana María de Antioquía era esposa del emperador), donde abrazó la fe ortodoxa. Paseando por la opulenta capital de Bizancio, Inés conoció a un príncipe húngaro llamado Bela, con el que terminaría casándose.


En 1172 murió Esteban III, e Inés acompañó a su esposo a Hungría para coronarse como rey como Bela III. Inés de Chatillón además de reina consorte fue madre de dos reyes húngaros, Emerico y Andrés II (una persona muy vinculada a Jerusalén). La muerte sorprendió a Inés demasiado pronto, apenas contaba treinta años cuando falleció, y fue enterrada en el desaparecido panteón real de Szekesfehervar. En el siglo XIX los arqueólogos localizaron sus restos y fueron inhumados de nuevo en la iglesia de Matias en Budapest.  

jueves, 24 de marzo de 2016

GUALDIM PAIS.



Gualdim Pais camina por la leyenda e intenta acercarse de puntillas a la historia misma, un ámbito donde con demasiada frecuencia es muy difícil separar el trigo de la paja, identificar el nombre y conocer al hombre.


En el centro de Tomar nos espera para contarnos su historia. Guerrero, caballero, cruzado, un héroe que salvó la vida al rey Alfonso Henriques (convirtiéndose en compañero inseparable), maestre de los templarios y fundador de Tomar (convento y fortaleza), centro espiritual (y material) de la Orden de Cristo, heredera portuguesa de la Orden del Temple.



Gualdim Pais es un hombre elevado a la categoría de mito. Las sociedades humanas no pueden vivir sin ellos. Los grupos tribales se saben descendientes de un antepasado común y ese les otorga la unidad. Las sociedades estatales precisan de estos personajes legendarios para organizarse desde el pasado y legitimar su presente como unidad.  


miércoles, 23 de marzo de 2016

CASTILLO DE COTEGANA.



Desde una de las cumbres de la sugerente Sierra de Aracena, un pequeño, pero bien conservado castillo, domina el entorno, y proyecta su visión en varias millas a la redonda: un ondulado manto verde de profuso bosque mediterráneo.


Carecemos de datos fidedignos que permitan establecer con exactitud su origen, los investigadores del tema (personas más doctas que el que escribe) piensan que su fundación aconteció en época andalusí. Tradicionalmente se vincula el origen de la fortaleza a Sancho IV de Castilla, que en 1293 autorizó al Concejo de Sevilla a construir una serie de castillos para defender su frontera occidental con el Reino de Portugal. No obstante, en el documento real solo se menciona Cumbres Mayores y Santa Olalla, y no se nombre Cotegana. La hipótesis que plantea la Asociación de Amigos del Castillo es que la fortaleza en cuestión ya existía con anterioridad al Permiso Real.


Otra tradición, basada en una ensoñanción (hasta cierto punto enfermiza) de vincular al Temple con cualquier fortificación, atribuye a un tal Pedro Domingo, caballero templario originario de Salamanca, la construcción de un fortín o atalaya defensiva en la localidad serrana onubense. Emilio Carrillo en su libro “La Orden del Temple, un nuevo descubrimiento” (2009), defiende esta hipótesis de una génesis templaria para la fortaleza de Cotegana. Como único testimonio documental que sirva para avalar esta teoría, es la existencia de una leyenda oral, recogida por varios autores del siglo XVII, según la cual, la mítica fundacion fue obra de un caballero llamado Pedro Domingo, que llegó a estas tierras tras caer en desgracia en la corte del rey. ¿Qué rey, me pregunto yo?.


Las reformas más importantes se realizaron durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando el antiguo alcázar fue completamente remozado. La torre del homenaje se levantó entre 1478 y 1482, y más tarde, entre 1512 y 1516 se reforzaron las murallas. A esta reforma corresponde el sector residencial protegido por cuatro torres. El aspecto actual es fruto de una profunda remodelación iniciada en 1975 gracias a la acción de la Asociación de Amigos del Castillo.


Ondulado horizonte.


El primer sector del castillo es la cerca, un muro de mampostería que se adapta a las curvas del nivel del terreno, reforzada cada varios metros por diversas torres. En el centro de la cerca se enclava el alcázar, edificio de planta que tiende a ser rectangular, cuyos vértices están ocupados por macizas torres.El patio de armas, situado en el sector suroeste del alcázar, es el espacio abierto más amplio del edificio. El adarve comunica las diferentes dependencias del castillo. En el subsuelo del patio de armas se abre el aljibe con capacidad para 40.000 litros de agua, suficiente para suministrar al castillo. El sector este del alcázar lo ocupa la zona residencial, demasiado ambicioso denominarlo palacio. Organizado en dos plantas; la inferior para las caballerizas y cuarteles de tropas, y la superior, para residencia del alcaide.



Los castillos son edificios representativos de una época de atomización política y socioeconómica, de un sálvese quien pueda, donde cada día podía ser el último.  


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