lunes, 23 de marzo de 2020

COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN.




“¿Qué es el Tercer Estado? Todo.
¿Qué ha sido hasta ahora en el
orden público?. Nada.
¿Qué pide? Llegar a ser algo”.
Abad Sieyes.

El Tercer Estado (una vez abandonado los Estados Generales) toma conciencia de que representaba a casi toda Francia y pasa a denominarse Asamblea Nacional, considerándose los únicos representantes legítimos de la nación. Los miembros de esta Asamblea Nacional se reunieron en un pabellón de deportes a las afueras de la capital y juraron permanecer unidos hasta redactar una constitución (Juramento del Juego de Pelota). Por ese motivo la Asamblea Nacional pasó a denominarse Asamblea Constituyente.

El 14 de Julio de 1789, ante un nuevo aumento del precio del pan y el rumor de que el rey, Luis XVI, estaba concentrando tropas, el pueblo parisino asaltó la prisión de la Bastilla (un símbolo del absolutismo), y a partir de ese momento y bajo el lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad, la Revolución Burguesa y la Revolución Popular caminarían paralelas.

El Tercer Estado es superio en número a los otros dos estamentos: según Sieyes, lo componen 25 millones de personas, mientras que el clero son unas 80.000 y la nobleza 110.000, y aunque los autores han aumentado algo estas cifras posteriormente – clero 120.000, nobleza 300.000 -, la proporción da una imagen acertada de la situación real, por lo que debe haber un mayor número de representantes del Tercer Estado: es la cuestión de la duplicación de miembros que la burguesía consigue.

Reunidos en Versalles los Estados Generales en los primeros días de mayor de 1789, integrados por 291 miembros del clero, 270 de la nobleza y 578 representantes de la burguesía, el Tercer Estado, al considerar que no son atendidas sus peticiones en relación a las cuestiones planteadas de voto por estamento o por individuo, y de deliberaciones por estamento o unidos, se separa de los otros dos estamentos y se constituye como Asamblea Nacional el 15 de junio, comprometiéndose en el juramento del Juego de Pelota. Tras unirse algunos miembros de la nobleza y el clero, a comienzos de julios se proclama a sí misma como Asamblea Nacional Constituyente, lo que supone la revolución jurídica, al sustituirse el concepto de absolutismo real por el de soberanía nacional. Al mismo tiempo que la revolución jurídica, se produce la revolución popular en París y en otras ciudades, que consolidará la revolución burguesa ante la reacción contrarrevolucionaria del rey y los privilegiados. Son los sucesos del 14 de julio en Paris que terminan con la toma de la Bastilla, de lo que se ha hecho un símbolo revolucionario. Dominada la reacción, Luis XVI vuelve a París y la nobleza inicia su emigración, y la oposición contrarrevolucionaria.
José Urbano Martínez Carreras
Introducción a la historia contemporánea. 1.
La Era de las Revoluciones.


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