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lunes, 18 de noviembre de 2019

UN BOSQUE MUY ÚTIL.




Es probable que nuestro viaje se desarrolle con algunas dificultades. Durante la alta Edad Media, Aquitania constituía un conjunto arbolado, aun cuando la atravesaba el río Garona. El bosque continuaba en las regiones del Loire, y de tanto en tanto se veían explotaciones medianas entre vastos bosques y eriales. En la región parisina, los soberanos merovingios y carolingios disponían de grandes espacios boscosos para la caza. En 991, Richer, monje de Saint-Remi de Reims, se dirigía a Chartres. Tras un alto en el monasterio de Orbais, fue hacia Meaux. Pero, escribe, "cuando comenzamos a caminar con mis dos compañeros por los sinuosos senderos de los bosques, nos ocurrieron muchas desgracias, porque nos equivocamos de camino en los cruces, y nos desviamos seis leguas".

Al norte y al este del Sena, el bosque se espesaba tanto que formaba una verdadera frontera. Nos internamos en el antiguo macizo herciniano que se extiende desde los macizos renanos hasta Bohemia. Al relatar en el siglo XI la lucha entre Enrique IV y los sajones, el benedictino Lambert de Hersfeld menciona al pasar la gran selva primitiva que cubría todavía en esa época amplias zonas de Germania. En la cima de una colina a la que sólo se podía llegar por un camino escarpado, se alzaba el castillo en el que residía Enrique. Las laderas de la montaña estaban "hundidas en la sombra de un inmenso bosque desplegado sobre miles y miles de pasos, inmenso y continuo". De ese modo, el soberano pudo escapar con algunos compañeros. Durante tres días, caminaron "en ese bosque inmenso, siguiendo un camino angosto y poco conocido que había descubierto su guía, un cazador que, gracias a su práctica de la caza, era capaz de orientarse en el secreto de los bosques".

Por otra parte, el bosque medieval sólo era impenetrable en algunos lugares poco habitados. En su interior residía toda una población que vivía de sus recursos naturales. La Vida de san Bernardo de Tirón señalaba que, a comienzos del siglo XII, muchos anacoretas tenían sus celdas en las vastas soledades de los confines del Maine y de Bretaña. Entre ellos, un tal Pedro, que no sabía trabajar el campo ni cultivar huertas, debía buscar comida para varios de sus compañeros. Tomó unos cestos, entró en el bosque que rodeaba su casa y cortó frutos de los avellanos y otros árboles silvestres. Mientras ponía los frutos en sus canastos, vio en el hueco de un tronco un enjambre de abejas con una enorme cantidad de cera y de miel.
Jean Verdon.
Sombras y luces de la Edad Media.


viernes, 5 de abril de 2019

ROBLEDAL DE MUSKILDA.




Abandonamos la apacible villa de Bizkarreta y nos adentramos en el sugerente robledal de Muskilda. 


Los peregrinos que se dirigen a Santiago, cuando caminan por tramos como este, alcanzan una comunión plena con la naturaleza, experimentan una vuelta a los orígenes de nuestra especie. Hace millones de años abandonamos los bosques, bajamos de los árboles para convertirnos en seres humanos.



lunes, 18 de junio de 2018

EL BAI, UN CLARO EN EL BOSQUE TROPICAL.




Un bai es un claro en el bosque tropical, normalmente húmedo y pantanoso, rodeado por la selva, que sirve como auténtico punto de reunión para innumerables especies de animales. Se trata de amplias zonas abiertas en las que fluyen aguas con alta concentración de sales minerales, muy apetecibles (y necesarias) para todo tipo de animales; elefantes, gorilas, antílopes, búfalos, potamoqueros y nutrias.


En estos peculiares claros del bosque, despejado de árboles y con vegetación baja, la luz apenas toca el suelo y se crea un espacio mágico donde los animales se congregan para beber de sus aguas frescas y ricas en sales, comer las plantas que crecen allí, tener un momento de descanso y buscar la compañía de otros congéneres y socializar.


Los bai suponen una oportunidad para descubrir a los huidizos habitantes de la selva, ya que la frondosa vegetación dificulta la observación, incluso aunque estemos a escasos metros de ellos.

sábado, 12 de agosto de 2017

EL NORRLAND SUECO.



Al norte del curso del Dalälven (Río Dal) se cuenta que desaparecen los robles y los nobles, y en ese punto comienza el gran bosque de coníferas, prácticamente deshabitado durante toda la Edad Media, a excepción de algunos grupos de nómadas saamis.


            El Norrland se extiende entre la región central de los grandes lagos y el Ártico, desde la montaña al mar. Ocupada por el interminable bosque, hábitat del glotón, del oso y de la alondra, interrumpido apenas por los calveros ocupados por las cabañas de pastores y leñadores. Tradicionalmente la parte de Suecia no habitada por escandinavos, pues aquí vivían saamis y fineses. Los valles ofrecen cobijo a una esforzada población que practica una agricultura pobre y una tradicional ganadería de renos.


            Esta inmensa región histórico-cultural – representa más del 50% del total del estado sueco -  incluye nueve condados, entre ellos la legendaria Laponia sueca. La madera y las minas de hierro han sido (y en parte siguen siendo) la base de la riqueza del gran norte, cuya explotación se articula a partir de pequeños núcleos urbanos como Kiruna. Lulea más al sur, es otra de las urbes destacadas. 


lunes, 10 de julio de 2017

EL BOSQUE EN LA EDAD MEDIA.



El panorama medieval estaba dominado por el bosque y todas las formas de vida que dicho espacio conlleva. El bosque impregna toda la cultura del Edad Media.

Vito Fumagalli en su libro “Las piedras vivas” escribe: “A lo largo de toda la Alta Edad Media, los bosques y selvas fueron, hasta el siglo XI, un medio familiar para el hombre, que llevaba a cabo en estos lugares una serie de actividades como la pesca, la caza y la cría de ganado al aire libre. Toda una población de pastores y leñadores pululaba por ellos, e incluso los bosques menos frecuentados por el hombre lo estaban en cierto modo, ya que en ellos se establecían grupos de ladrones, ermitaños, bandas de salteadores, invasores, como los magiares, u otros pueblos que acudían del norte, del este o del sur hacia la Vieja Europa”.

El Occidente Medieval quedará configurado por multitud de pequeñas islas, en forma de castillo, aldea, monasterio o ciudad, en medio de un inmenso océano verde, un manto de bosques, desoladas llanuras, inhóspitos páramos e insalubres y ciénagas cubren todas las tierras europeas, especialmente al Norte de los Alpes.

El bosque marca la frontera entre el hombre y la naturaleza, una frontera de límites difusos, que se cruza una y otra vez en ambas direcciones; el Noble disfrutará de la caza que le ofrece, el Caballero Andante se adentra en su espesura en busca de aventuras, el Campesino roturará sus tierras para cultivar, el Leñador proveerá de madera a toda la comunidad, el Pastor llevará sus rebaños a pastar, el Boyero lo atravesará con sus reses, el Proscrito encontrará un refugio seguro, el Ermitaño se alejará del mundo, el Bandolero vagará por senderos ocultos donde emboscarse y, más tarde, huir, y el Monje hallará la soledad necesaria para alcanzar su comunidad con Dios.

El Bosque es un elemento esencial para el hombre medieval.


lunes, 3 de octubre de 2016

LOS CLIMAS DE LA TIERRA.



La Tierra se divide en tres zonas climáticas en función de las temperaturas y de la latitud. En ese sentido hablamos de Zona Cálida, Zona Templada y Zona Fría. No obstante, dentro de cada una de estas zonas existen distintos tipos de climas.


A.- ZONA CÁLIDA.
Se extiende entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, al norte y al sur de la línea que traza el Ecuador. Los climas cálidos se caracterizan por temperaturas altas y constantes, debido a que los rayos solares inciden de forma perpendicular todo el año.

A.1.- Clima Ecuatorial.
En torno al ecuador se desarrolla es clima ecuatorial. Las temperaturas, con una media anual por encima de los 27ºC, son altas y constantes a lo largo de todo el año. Las estaciones prácticamente son inexistentes. En cuanto a las precipitaciones son abundantes y constantes, alrededor de los 2.000 mm anuales. La selva virgen es el medio natural que se desarrolla en las zonas de clima ecuatorial.

A.2.- Clima tropical.
El clima tropical en el área de influencia de los trópicos presenta temperaturas elevedadas a lo largo de todo el año, y las precipitaciones, a pesar de ser abundantes se concentran en una época del año, y siempre están por debajo – 750 – 1500 mm – de las cifras del clima ecuatorial. De esta forma en los climas tropicales se alternan una estación seca y una estación húmeda, dando lugar al bosque tropical.

A.3.- Clima tropical seco.
Cuanto la estación seca supera los tres meses de duración hablamos de clima tropical seco. La sabana es el medio natural típico y característico de esta variedad climática.

A.4.- Clima monzónico.
El clima monzónico, que se extiende por el Sudeste de Asia, es una variante del clima tropical que se caracteriza por una marcada estación húmeda relacionada con un viento llamado monzón. El monzón sopla durante el verano desde el sur hasta el norte y suele venir acompañado de fuertes y torrenciales lluvias.

A.5.- Clima desértico.
La característica fundamental del clima desértico es la práctica ausencia de precipitaciones, siempre por debajo de los 250 mm. Por otro lado las temperaturas son muy elevadas y existe una gran diferencia entre el día – caluroso – y la noche – fría.


B.- ZONA TEMPLADA.
Los climas templados se extienden por las zonas intermedias de ambos hemisferios, entre los Trópicos y los Círculos Polares. En general se trata de climas con temperaturas suaves y cambiantes, que presentan cuatro estaciones diferenciadas.

B.1.- Clima Oceánico.
El clima océanico, también llamado atlántico, se extiende por las fachadas occidentales de las zonas templadas. Sus temperaturas son suaves, debido a la influencia del océano, y las precipitaciones abundantes y regulares. En esta zona domina el bosque caducifolio.

B.2.- Clima Continental.
Por las tierras interiores de Europa, Asia y América del Norte se extiende el clima continental. En estas regiones los veranos son cálidos y los inviernos fríos y rigurosos. Las lluvias caen con más profusión durante el verano y son más abundantes en las zonas próximas a las costas. Dependiendo de la latitud se desarrollan diferentes medios naturales; taiga, pradera y estepa.

B.3.- Clima Mediterráneo.
Este clima se extiende, sobre todo, alrededor del mar del mismo nombre. Las temperaturas son elevadas en verano y suaves en invierno, mientras que las precipitaciones no son muy abundantes y se concentran en primavera y otoño. Algunas tierras mediterráneas sufren año tras año de largas sequías.

C.- ZONA FRÍA.
Los Climas Fríos se desarrollan en el interior de los Círculos Polares y en las zonas de Alta Montaña.

C.1.- Clima Polar.
El Polar es el clima más frío de todo el planeta, con un invierno seco, largo, oscuro y muy duro, con temperaturas que oscilan entre los – 20ºC y los – 50ºC. El verano apenas dura unas cuantas semanas y habitualmente no se superan los 10ºC. Las precipitaciones escasas no llegan a los 300 mm y suelen caer en forma de nieve. La tundra es el medio natural característico de los polos.

C.2.- Clima de Alta Montaña.
El clima de Alta Montaña es un clima azonal que no depende de la latitud, sino de la altitud. Se trata de un clima frío (fresco en verano) con abundantes precipitaciones. La vegetación, y el medio natural, irán variando de unas partes a otras de la montaña.



martes, 30 de agosto de 2016

CIÉNAGAS



El bosque húmedo infestado de mosquitos se hace pesado a los pies y a los pulmones. Atravesamos arboledas, pantanos, lodazales y ciénagas, respirar es difícil y la marcha se va ralentizando conforme se hunden nuestras botas en el fango del camino. La lluvia cala los huesos y llevamos varíos días sin ver el Sol. Las pocas provisiones se van pudriendo y las aguas de este lugar son del todo insalubres. Si no encontramos un manantial pronto, toda la expedición perecerá en este bosque. Nuestra carne alimentará esta tierra y los huesos a las leyendas.  

domingo, 27 de septiembre de 2015

BURG ELTZ



Al fondo del valle, rodeado de oscuros bosques, dominando todo el entorno, Burg Eltz, permanece como un imborrable recuerdo de otra época y perpetuo inspirador de cuentos, leyendas y aventuras sin fin. Uno de los más atractivos y visitados castillos de toda Alemania.


En la profundidad del bosque alemán nos pertrechamos para iniciar el asalto al castillo de Eltz. Una interminable y oscura galería desciende por encima de las aguas del brioso río.




La familia Eltz, situó su hogar en este entorno, en un peñón circunvalado por un río, rodeado de bosques que los proveía de alimento y madera. Desde aquí, el poderoso linaje podía controlar la ruta comercial que comunicaba la fértil meseta Maifeld y el río Mosela. Más tarde la familia se dividió en tres ramas (Rubenach, Rodendorf y Kempenich), que continuó residiendo aquí, para ello, cada una construyó su casa en el interior de las murallas, logrando convivir en paz y armonía.




Los paramentos defensivos controlan el paso a través del desfiladero.


Bosques teutónicos, tierra feudal de castillos y señores, caballeros y princesas, bersekers y valkyrias. Patria ancestral de germanos y vikingos.



En la armería del castillo, ubicada en el salón recibidor de la casa Rubenach, se exponen armas de diferentes épocas históricas. ¿A cuántas personas habrán matado estas armas?.



Estos conjuntos residenciales son auténticas ciudades en miniatura, capaces de vivir autónomamente durante meses. Es uno de los aspectos que más que gustan de estos castillos. Me parece fascinante.


Preciosos edificios de piedra, con balcones blancos y maderamen encarnado se disponen alrededor de una patio de perímetro irregular. Los resientes del castillo llevaban una ajetreada y dinámica existencia.



Las estancias, con pinturas murales en muchas de sus paredes, y profusamente amuebladas, ofrecen una visión de las formas de vida de la aristocracia durante varios siglos. Los miembros de la familia Eltz fueron grandes diplomáticos, y de esta manera evitaron que este maravilloso castillo fuese arrasado en alguno de los continuos conflictos que azotaban regularmente esta parte del mundo.




En una de las salas superiores se reunían los miembros de las tres familias para intercambiar impresiones y entablar negociaciones sobre sus asuntos (políticos y económicos).


Frente al castillo, en una colina, se eleva una torre medieval, levantada por el arzobispo Balduino de Luxemburgo para iniciar el asedio del castillo a mediados del siglo XIV.




Durante la Edad Media, cada reducto fortificado funcionaba como una unidad de producción autónoma. Este Burg Eltz es un maravilloso ejemplo de esto. Carpinteros, herreros, carboneros, tejedores, pastores y granjeros tenían que trabajar afanosamente para que nada faltase a los señores. (Más viajar, y menos estudiar. No hay nada como ver las cosas con los propios ojos. Todo queda más claro). Y junto al castillo, el monasterio es el otro gran centro de la producción rural preindustrial. El renacer urbano significó una nueva transformación y forma de organizar la sociedad y la economía. En el fondo de la cuestión, tanto el monasterio como el castillo son ciudades en miniatura.


domingo, 10 de agosto de 2014

GRAD SNEZNIK.



Tirando de intuición, y siguiendo algunas flechas, a veces, pero solo a veces, llegamos a lugares como este. En la sueva y verde campiña eslovena, muy cerquita de la frontera con Croacia, en un entorno idílico (casi edénico), rodeado de altísimos pinos negros, encontramos, casi por casualidad el Castillo de Sneznik.


Los orígenes de este castillo se remontan al siglo XI, cuando se construyó para proteger las importantes vías de comunicación que atravesaban los profundos bosques de la región en dirección a Istria y a Kvarner. Siglos después se fue convirtiendo en una lujosa mansión donde vivieron varias familias nobles que dedicaban su tiempo libre (prácticamente todo el tiempo de una vida nobiliar) a las cacerías en los bosques cercanos. 


jueves, 5 de junio de 2014

CASTAÑAS, ALIMENTO MEDIEVAL.



A lo largo de toda la Edad Media, el consumo de castañas fue una práctica muy difundida, especialmente entre las clases populares, que en muchos momentos del año, no podían acceder a otros alimentos, como carnes, frutas y verduras. 


La Europa templada, incluida nuestra Península Ibérica, estaba poblada por extensas masas forestales, y entre las muchas especies de árboles que las formaban, el castaño ocupaba un lugar de preeminencia. En ese sentido, la castaña era un fruto fácil de encontrar, barato y de gran valor nutritivo. Y como ha venido sucediendo desde el Neolítico, la recolección de frutos silvestres, era el complemento perfecto para las actividades agrarias. 

Los campesinos encontraron muchas formas diferentes de consumir las castañas; maceradas en agua caliente, asadas, hervidas o tostadas. También en puré y en forma de harina, con la que se amasaba pan. 

En otras ocasiones, las castañas se secaban al sol o se ahumaban para conservarlas mejor. Piero de Crescenzi nos detalla al respecto: "Las castañas verdes al ser ahumadas, de forma que se sequen, se conservan durante largo tiempo y se dice que son más sabrosas que las otras".

El final de la Edad Media también significó el ocaso de la castaña como alimento del pueblo, siendo sustituida por un tubérculo recién llegado de América, que pronto ganó fama y popularidad en toda Europa, la patata. 

miércoles, 19 de febrero de 2014

EL MUNDO ANTIGUO A OJOS DE ASTERIX Y OBÉLIX III. EL BOSQUE SAGRADO.




En el álbum "El Adivino" el druida de la aldea, Panoramix, debe acudir a la reunión anual que celebran todos los druidas de la Galia, y entre pócimas e historias, participar en un concurso que coroné al mejor de ellos. Por supuesto, Panoramix se alza con la victoria y regresa a casa con el trofeo bajo el brazo; una marmita de oro. 



En la aventura "Astérix y los Godos" también se hace referencia a tan importante celebración y nuevamente Panoramix recibe el trofeo de campeón. En esa ocasión un Menhir de Oro. 



La existencia de un bosque sagrado en territorio de los carnutes, un pueblo de los galos, está atestiguada en la obra de Julio César. Al parecer, según pudo conocer el general romano, el bosque en cuestión era el centro espiritual de toda la Galia y un lugar sagrado donde se celebraban reuniones anuales de druidas de todo el territorio. 



"En cierta época del año, celebran una reunión en el territorio de los carnutes - considerado el centro de toda la Galia -, en un espacio sagrado" 
Julio César VI, 13.10


domingo, 10 de febrero de 2013

ETNOGRAFÍA DE LOS CUADOS




Los cuados eran un pueblo de Germania Oriental, primos hermanos de los marcomanos, por parte de padre, y de los sármatas, por parte de madre. 

Según el historiador Tácito hacia el siglo I d.C. , formaban, junto a semnones, longobardos, hermunduros y marcomanos, parte de los suevos. 

"Próximos a los hermunduros viven los naristos y, a continuación, los marcomanos y los cuados. La gloria y el potencial más importante pertenecen a los marcomanos, e incluso su mismo territorio lo conquistaron valientemente tras derrotar en un tiempo a los boyos. No desmerecen la raza los naristos y cuados"
Tácito. Germania 42. 

Habitaban en la Europa Centrooriental, tierras de Bohemia y Moravia (República Checa), al norte del Danubio, regiones a las que llegaron junto con los marcomanos, y de las que expulsaron a los anteriores pobladores celtas (como los boios). Vivían al oeste de los sármatas, separados de las provincias romanas de Panonia Superior y Valeria, por el Danubio.

Vecinos de los sármatas, aparecen unidos en muchas ocasiones, de ahí que se nos presenten mezclados y muy próximos, no solo por la vecindad, sino también por la similitud de costumbres y armamento.

"[...] los sármatas y los cuados se habían unido y habían llegado a un acuerdo por la cercanía y la semejanza de sus costumbres y de sus armas, y que estaban atacando Panonia y la Moesia Segunda mediante grupos dispersos"
Amiano Marcelino 17, 12, 1. 

Es bastante probable, que sármatas y cuados sincronizasen sus incursiones en las zonas controladas por los romanos. 

". . . los cuados y sármatas asolan los territorios de Panonia"
Orosio VII, 22, 7

"[...] los cuados, que habían compartido numerosas situaciones de peligro con los sármatas, a quienes, con frecuencia habían estado inseparablemente unidos en sus correrías"
Amiano Marcelino 17, 12, 8. 



Parece que los cuados, gustaban de habitar lugares elevados y poblados de bosques, como la Selva Hercinia (Selva Negra). Debemos hacer hincapíé, nuevamente, de la gran importancia, tanto económica como religiosa, que tenía el bosque para el germano. La espesa vegetación, los humedales y los numerosos árboles, servían también como inaccesibles refugios y se convierten en lugares propicios para tender trampas y emboscar al ejército invasor romano.

"En este lugar además se encuentra la Selva Hercinia y los pueblos suevos, los cuales habitan en el interior del bosque, como los cuados"
Estrabón VII, 1, 3


Los cuados, junto a los alamanes, son uno de los pueblos germanos cuya importancia es mayor en el relato del historiador tardoantiguo Amiano Marcelino, que describe muy bien su organización.

Entre los siglos I y IV d.C. los cuados aparecen frecuentemente combatiendo a Roma.

El primer contacto de Roma con los Dacios (86 d.C.), obligó a Domiciano a luchar también contra otros pueblos, como los sármatas, los marcomanos de Bohemia, y los propios cuados en Moravia.

Estando Panonia sin guarnición romana, los cuados se lanzaron a su conquista, y tuvo que acudir un ejército  romano de 20.000 hombres que fue derrotado.

Envalentonados, los cuados continuaron con su avance y trataron de apoderarse de la ciudad italia de Aquileya, en el mar Adriático, muy cerca de la frontera con Eslovenia. En esta ocasión si que fueron detenidos por las legiones de Roma.




En tiempos de Marco Aurelio, se unieron a los marcomanos, y fueron vencidos en el 175. 

"Efectivamente, al sublevarse estos pueblos de crueldad bárbara y de cantidad innumerable, esto es, los marcomanos, los cuados, los vándalos, los sármatas, los suevos y casi toda Germania"
Orosio VII, 15,8.

Durante este el siglo II, los cuados eran un pueblo aguerrido y temible, protagonistas de intrépidas campañas militares, fueron capaces de destruir Opitergium (en el Véneto) y del mencionado asedio de Aquileya. En el siglo IV, Amiano considera, que los cuados han perdido el esplendor de antaño.

"En ese momento no eran muy temidos, pero habían sido un pueblo belicoso y con mucho poder como demuestran sus rápidos ascensos y caídas del pasado, el que Aquileia fue asediada por ellos y por los marcomanos, la destrucción de Opitergio, así como muchas acciones sanguinarias culminadas en campañas muy rápidas. Por ello, cuando atravesaron los Alpes Julios, el emperador Marco Pío, de quien hemos tratado anteriormente, apenas pudo resistir"
Amiano Marcelino 29, 6, 1.

Los cuados volvieron al ataque durante el Imperio de Caracalla y en época de Galieno invadieron Panonia. En el 375 Valentiniano los expulsó, y desde este momento se confundieron totalmente con los suevos, formando parte de este contingente de pueblos en la "gran migración de los germanos". 

El emperador Valentiniano sentía la necesidad de proteger la frontera situada al otro lado del Danubio, concretamente el territorio ocupado por los cuados, y por este motivo los forzó a la guerra, invadiendo su espadio. Según nos informa Amiano, este espacio debía contar con enormes proporciones.

"Y es que Valentiniano, que desde el inicio de su principado había mostrado un gran afán por fortificar las fronteras - afán ciertamente excesivo -, ordenó que se levantara un campamento defensivo al otro lado del río Íster, en el interior del territorio de los cuados, como si estos formaran parte ya del suelo romano"
Amiano Marcelino 29, 6, 1.

El asesinato a sangre fría de su rey Gabinio, que parece ser ordenó Valentiniano, fue el motivo de una gran agitación generalizada entre los cuados, que devastaron a sangre y fuego las provincias de Panonia y Valeria.

"[...] el pueblo de los cuados, que había permanecido tranquilo durante mucho tiempo, se agitó de repente. [...] Y lo cierto es que, por bárbaros que fueran, tenían un motivo de queja".
Amiano Marcelino 29, 6, 1.

"Después, cuando el rey Gabinio pidió humildemente que no se intentara nada nuevo, simuló humanidad y, como si fuera a mostrarse de acuerdo, le invitó a que acudiera a un banquete junto a otras personas.
Pero cuando Gabinio salía del banquete, Marceliano hizo que le mataran, violando de forma criminal el deber sagrado de la hospitalidad.
Cuando el rumo de esta acción tan atroz se difundió por diversas regiones, hizo que se rebelaran los cuados y los pueblos cercanos. Éstos, llorando la muerte de su rey, reunieron y enviaron tropas de ataque que, después de atravesar el Danubio, atacaron a la gente que estaba ocupada en las tareas de la cosecha, ya que no esperaban ninguna hostilidad"
Amiano Marcelino 29  , 6, 5-6.

Sus ataques habitualmente estaban dirigidos sobre las fronteras romanas dirigidos contra las provincias de Valeria y ambas Panonias. Nos parece necesario distinguir, entre las ocasiones, pocas, que lo hacían en solitario, y las más frecuentes, en las que aliados con los sármatas invadieron las Panonias en 365, las dos Panonias y Valeria en el 373, y nuevamente, en el 375, las dos provincias de Panonia.

" [...] los suevos estaban atacando Recia, los cuados Valeria, y que los sármatas, el pueblo más experto en el pillaje, estaban devastando la Moesia Superior y la Panonia Segunda"
Amiano Marcelino 16, 10, 20. 

Los cuados, como otros muchos pueblos germanos, también sirvieron en el ejército romano, siendo destinados a las orillas del Éufrates y a la frontera meridional de la provincia africana. 

En las fuentes se nos muestra un pueblo dedicado al pillaje y la rapiña, siendo el robo el único objetivo de sus expediciones militares. Además, Amiano exalta su carácter bárbaro, cuando nos los presenta exultante, alegres y satisfechos tras haber destruido una ciudad y masacrado a su población.

También sobresale su capacidad mucho más dispuesta para la emboscada, la táctica de guerrilla, que para la batalla campal, el combate a campo abierto; siendo ágiles en rápidos ataques y veloces retiradas. Siendo su organización militar en pequeños escuadrones de gran movilidad.

Su carácter volátil, o más bien conscientes del verdadero peligro, se muestra en las numerosas ocasiones, en las que tras una derrota militar, se arrodillan ante sus vencedores y suplican una paz honrosa. Más de una vez, culpan de sus razzias a pequeños grupos de bandidos que nada tienen que ver con ellos (actuación similar a la de los lusitanos en la Península Ibérica). Para asegurar la paz, no tenían inconveniente en desprenderse de las armas, ni de entregar a sus propios hijos como rehenes a los romanos, a cambio de la fidelidad.

". . . al ver a nuestro ejército en el corazón de su reino y del suelo patrio, se echaron a los pies de nuestros soldados y, tras alcanzar el perdón, cumplieron lo que se les ordenó, eso es, entregaron a sus hijos como garantía de que estaban dispuestos a cumplir las condiciones impuestas, tras lo cual, sacaron las espadas que ellos veneran como divinas y juraron que iban a ser reales"
Amiano Marcelino 17, 12, 21.

Los cuados se dividían en diferentes pueblos (tribus/linajes) que ocupaban diferentes territorios; de ahí que en las fuentes aparezcan distintos reinos de los cuados. También se utiliza el término "pagi" para referirse a esas circunscripciones, al frente de cada cual había una jerarquía superior.

Las noticias sobre la campaña de 358 nos ofrece una muestra de la organización política de este pueblo germano; en ella se distinguen varios grupos y podemos extraer además algunas ideas sobre su concepción monárquica.



Tenemos las figuras de los reyes Arahario, que aparece al frente de una tropa mixta de cuados y transiugitanos, y de Vitrodo, hijo de Viduario. Podemos pensar en una monarquía claramente hereditaria y en cierto sentido compartida. Los reyes tendrían amplios poderes, aunque limitado quizás por la asamblea del pueblo en armas, tan típica de la organización políticosocial de los pueblos germanos.

"Es lo que hicieron Arahario y Usáfer, un noble destacado, generales de los ejércitos de sus pueblos y, de los cuales, el primero encabezaba al grupo de los transyugitanos y de los cuados y, el segundo a algunos sármatas, grupos muy unidos por la cercanía de sus tierras y por la fiereza de su carácter"
Amiano Marcelino 17 ,12, 12.

Junto a esta cúspide, denotamos la presencia de un conjunto de reyezuelos vasallos, por llamarlos de alguna manera, con un poder mucho más limitado y posiblemente dependiente de los anteriores. El caso más claro es el de Agilimundo.

"Entonces su príncipe Vitrodoro, hijo del rey Viduario, y su vasallo Agilimundo, así como otros nobles y oficiales, que encabezaban a varios pueblos . . ."
Amiano Marcelino 17, 12, 21.

La sociedad de los cuados tiene forma piramidal. En la cúspide se encuentran los reyes principales, compartiendo el poder, Arahario y Vitrodo.

El escalafón intermedio estaría formado por los mencionados reyes vasallo, Agilimundo, y un conjunto de grandes jefes militares (una especie de aristocracia), que extendían su poder sobre algunos grupos de cuados.



La base de la pirámide, sobre la que descansa todo el engranaje social y económico, está compuesta por los hombres libres; capaces de luchar y de trabajar.

En cuanto a la esclavitud no podemos ni afirmar, ni negar su existencia en algún momento de su historia. Lo cierto es que en esta época ya habría desaparecido.



La ganadería, especialmente la caballar, era su actividad económica más destacada. En general sus caballos eran superiores, en docilidad y rapidez, a los romanos. En el botín de guerra un elemento primordial eran los rebaños y todos los animales en general.

"Y una vez que mataron a la mayor parte, al resto se los llevaron prisioneros hasta su tierra, así como a una gran cantidad de ganado"
Amiano Marcelino 29, 6, 6.

Junto a la ganadería también practicaban la agricultura, aunque a mucha menor escala. La producción agrícola no les ofrecía suficientes garantías de subsistencia, por lo que se veían obligados, en numerosas ocasiones, a incluir el grano en los botines obtenidos mediante las expediciones de pillaje o razzias.

En un principio, el territorio ocupado por los cuados era de una gran inmensidad, por tanto contaban con amplias tierras para el cultivo. Esta abundancia de tierras podría explicar el escaso desarrollo de sus técnicas de cultivo, y por ende, de su productividad. Utilizarían técnicas similares a la agricultura de rozas.

Por otro lado, el carácter montañoso de su hábitat dificultaría en gran manera el cultivo de la tierra. Por estos  motivos, sus actividades económicas revisten un marcado carácter ganadero, que implicaba una mayor movilidad que otros pueblos germanos occidentales.

Los cuados pasaban por ser excelentes jinetes, algo típico de pueblos nómadas pastores y  ganaderos, que hacen de la monta una auténtica forma de vida.

"Recorren distancias enormes, ya cuando persiguen a otros o cuando regresan, montando a caballos veloces y dóciles, y llevando cada uno un caballo y, a veces, incluso dos, de manera que, al ir cambiando de montura, pueden recuperar las fuerzas y el vigor con descansos alternativos"
Amiano Marcelino 17, 12, 3. 

Su táctica bélica, como hemos mencionado antes, es la de las emboscadas, ataques vertiginosos y rápidas huídas. Para ello utilizaban sus rápidos y bien adiestrados corceles, a los que castraban para evitar que se sintiesen sobreexcitados ante la presencia de yeguas (enemigas). En este sentido, la fuerza principal de su ejército era la caballería.



El armamento era variado y contaba con corazas de cuero, escudos y largas lanzas, ideales para la carga de caballería o para ser arrojadas; también contaban con dardos y otras armas arrojadizas.  Para el combate cuerpo a cuerpo utilizaban las espadas.

"Estos pueblos, más hábiles en el pillaje que en combate abierto, disponían de lanzas bastante largas, y de escudos hechos con cueros pulidos y alisados, sujetos a sus ropas de hilo como si fueran plumas. La mayor parte de sus caballos suelen estar castrados para evitar que se escapen agitados al ver a alguna hembra, o para que no se revuelvan cuando están escondidos y evitar así que descubran a los jinetes con sus fuertes relinchos"
Amiano Marcelino 17 , 2, 2.


En cuanto a las creencias religiosas, los cuados, al igual que otros pueblos esteparios de pastores nómadas como los hunos, veneraban las espadas. Entre los pueblos mencionados era costumbre adorar una espada clavada en la tierra.

"[....] sacaron las espadas que ellos veneran como divinas y juraron que iban a ser leales."
Amiano Marcelino 17, 12, 21. 
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