Mostrando entradas con la etiqueta Coníferas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Coníferas. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de mayo de 2018

PÉRMICO, REPTILES Y PANGEA.



Las masas continentales se reúnen en el mismo lugar para formar el supercontinente Pangea, unos pequeños reptiles comienzan a prepararse para convertirse en los enormes dinosaurios (que en un futuro proliferarían en todos los ecosistemas del planeta), mientras que otros animalitos de sangre caliente, predecesores de los mamíferos, comienzan a dar sus primeros pasitos. Todo esto aconteció durante el período Pérmico.


El Pérmico (290 – 250 millones de años) es el último período de la Era Paleozoica y su nomenclatura guarda relación con una región rusa llamada Perm, lugar donde se acumula gran cantidad de materiales de esta época.


A la altura de la línea ecuatorial se acumulan la mayoría de las masas terrestres, y tras la colisión de Gondwana con las tierras del Norte surgió el supercontinente Pangea. Esta etapa, desde un punto de vista geológico, se caracterizó por una agitación generalizada de la corteza, emergiendo continentes de debajo de los mares poco profundos del Carbonífero, la elevación de sistemas montañosos, como Apalaches y Urales, y la formación del futuro mar de Thetys.

A comienzos del Pérmico la tierra estaba saliendo de una era glaciar y hacia mitad del periodo las temperaturas se hicieron más cálidas, y el interior de los continentes se volvió más seco, desarrollándose un clima de tipo continental.

En los primeros momentos del Pérmico continua dominando la flora del Carbonífero (período precedente) pero las condiciones climáticas secas y cálidas favorecieron a las gimnospermas frente a las plantas de esporas como los helechos. A mediados del periodo surgen lasa primeras plantas modernas; ginkgos, coníferas y cicadáceas.


En este acogedor ambiente vegetal los animales continúan creciendo y multiplicándose. Se produce la rápida evolución y expansión de los reptiles que se estaban preparando para dar el gran salto en el Mesozoico, transformándose en los grandes dinosaurios. En los depósitos marinos abundan moluscos, equinodermos y los ammonites, ampliamente distribuidos, serán utilizados como fósiles guías del Pérmico. Aparecen nuevos grupos de insectos – coleópteros y dípteros – los anfibios campan a sus anchas mientras surgen los ancestros más antiguos de los mamíferos.


Al final del Pérmico se desencadenará una catástrofe que provocó la mayor extinción en la historia del planeta, se calcula que desaparecieron más del 90% de las especies conocidas. Esta hecatombe biológica supuso la desaparición de la gran mayoría de los invertebrados marinos, incluidos los entrañables trilobites. En tierra firme consiguieron sobrevivir algunos grupos de helechos, aunque nunca volvieron a dominar los ecosistemas (como habían conseguido durante el Carbonífero). Se extinguieron, además, algunos grupos de anfibios y reptiles, demasiado frágiles para superar cambios traumáticos.

Con la extinción masiva del Pérmico cae definitivamente el telón del Paleozoico. Un nuevo tiempo estaba presto; el Mesozoico.


sábado, 12 de agosto de 2017

EL NORRLAND SUECO.



Al norte del curso del Dalälven (Río Dal) se cuenta que desaparecen los robles y los nobles, y en ese punto comienza el gran bosque de coníferas, prácticamente deshabitado durante toda la Edad Media, a excepción de algunos grupos de nómadas saamis.


            El Norrland se extiende entre la región central de los grandes lagos y el Ártico, desde la montaña al mar. Ocupada por el interminable bosque, hábitat del glotón, del oso y de la alondra, interrumpido apenas por los calveros ocupados por las cabañas de pastores y leñadores. Tradicionalmente la parte de Suecia no habitada por escandinavos, pues aquí vivían saamis y fineses. Los valles ofrecen cobijo a una esforzada población que practica una agricultura pobre y una tradicional ganadería de renos.


            Esta inmensa región histórico-cultural – representa más del 50% del total del estado sueco -  incluye nueve condados, entre ellos la legendaria Laponia sueca. La madera y las minas de hierro han sido (y en parte siguen siendo) la base de la riqueza del gran norte, cuya explotación se articula a partir de pequeños núcleos urbanos como Kiruna. Lulea más al sur, es otra de las urbes destacadas. 


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...