Nausicaa era la hija del
rey Alcinoo, un buen día se le apareció la diosa Atena y le pidió
que se acercase al río a lavar sus ropas. Y allí fue donde encontró
a Odisea que acababa de llegar al país de los feacios. A la diosa le
había salido bien el ardid, Odiseo y Nausicaa se habían conocido.
Mas no obstante, el héroe decidió continuar su camino hacia Ítaca,
hacia Penélope. La hermosa vasija griega de figuras rojas sobre
fondo negro, presenta a Odiseo y Nausicaa, cuyo encuentro había
auspiciado la diosa Atenea.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 47 minutos
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