A
orillas del Escalda, a escasos metros del centro histórico de
Amberes, su Plaza Mayor, con un ojo mirando a la ciudad y otro
vigilando el río, se yergue el Castillo de Het Steen, literalmente
la "roca".
Tenemos
una referencia de este castillo en el 650, construido de madera con
un muro de barro por los francos, para defender el río. Hacia el 836
los vikingos hicieron desaparecer cualquier resto de vida en este
lado del Escalda. En el siglo XIII sus muros fueron reforzados con
muros de piedra, que duplicaron la altura de los antiguos muros de
barro.
Su
lejano origen hacen de él uno de los edificios más antiguos de la
ciudad (hay quién argumenta incluso que no hay otro tan antiguo como
él), aunque su aspecto renacentista se lo dio el emperador Carlos V,
cuando ordenó su reconstrucción en 1520.
La
fortaleza tenía como función controlar el acceso a través del
Escalda, aunque también ha sido utilizado como cárcel para los reos
condenados a muerte.
La
inscripción "Fortunata Antverpia" figura en un recargado
escudo o blasón situado en una de las fachadas de la fortaleza.
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