La
media luna y las llaves de San Pedro, y los tres cardos. Don Pedro de
Luna y Fray Berenguer de Cardona. El Papa y el Maestre. El Cisma y el
Temple. ¿Por qué hay enclaves que se empeñan en atraer misterios?.
Tanto el castillo templario como la sede papal fueron efímeras.
Aunque sus ecos resuenan con fuerza en el siglo XXI. Peñíscola fue
donde los templarios vieron desaparecer su orden. Los mismos muros
sintieron languidecer al último papa de Avignon. El mar arrastra
desde oriente lágrimas derramadas por la pérdida de Tierra Santa.
El mar devuelve a Roma, a Francia, y a quien quiera oirlo, que el
auténtico sucesor de San Pedro mora en esta costa. Una vez perdida
Tierra Santa, el Temple perdió su razón de ser. Cuando Roma se
reconcilió con la Cristiandad, el Papa Luna sufrió su propio
eclipse. Templarios y antipapas, dos rebeliones vaticanas que
tuvieron su epílogo en la costa mediterránea.
Alguna lo habeis sentido
Hace 1 hora
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