ALONSO GONZÁLEZ DE VALDERRABANOS.

Hubo un tiempo en que los hombres de la iglesia eran personas destacadas en su ciudad, vinculadas al poder y miembros activos de las cortes regias. Alonso González de Valderrabanos, perteneciente a una familia de la nobleza abulense fue dean de la Catedral de Ávila, la primera dignidad del cabildo catedralicio. Su sepulcro se encuentra en la capilla de San Ildefonso situado en la catedral de la ciudad. Unos extraños hombres peludos sujetan el blasón familiar. 

El yacente, tallado en alabastro (y atribuido a Juan Guas), aparece dormido y vestido con ropajes eclesiásticos. Sujeta un libro con las manos símbolo de la salvación. A los pies el típico perro, una metáfora de la fidelidad. Junto a él recibió sepultura su barragana, una entregada mujer que logró hacer más llevaderos su desvelos.

JUAN GUAS.

Juan Guas, de origen bretón, trabajó en la Castilla de los Reyes Católicos y se incluye entre los principales representantes del conocido gótico isabelino. Maestro del gótico tardío y artífice del denominado gótico tardío, en la ciudad imperial el artista fusionó el gótico flamígero y las elegantes formas del mudéjar local.

Sus primeros años los pasó trabajando en las catedrales de Ávila, de Segovia y de Toledo en calidad de escultor, aunque se obra más representativa es el Monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo. Una escultura situada en el coro de la iglesia del citado monasterio ha sido identificado con el propio arquitecto.

El maestro bretón trabajó también en el Palacio del Infantado de Guadalajara, la galería del castillo de los Mendoza en Manzanares el Real y el castillo de Belmonte, entre otras obras civiles.

PEDRO GONZÁLEZ DE VALDERRABANOS.

En la capilla de San ildefonso, en la Catedral del Salvador de Ávila, encontramos el sepulcro de Pedro González de Valderrabanos, recostado, rostro joven y en reposo, a la espera de la resurrección. A los pies, su paje recostado, símbolo de la fidelidad. La obra escultórica se atribuye a Juan Guass.

Pedro de Valderrabanos fue un hombre destacado en la Castilla Bajo Medieval, consejero del rey Juan II y contrajo matrimonio con Juana Dávila.

Lo más curioso del conjunto es el escudo familiar, en el que aparecen dos extraños personajes, un mono encadenado tirando del pelo a una mujer velluda, tallado en piedra negra de Toledo.

MONASTERIO DE SAN JUAN DE LOS REYES DE TOLEDO

Los Reyes Católicos en 1477, cumpliendo un voto realizado antes de la Batalla de Toro contra Portugal, mandaron a erigir este monasterio de la Orden Franciscana, que iba a ser colegiata y panteón. El plan era construir un panteón en Castilla a imitación de San Isidoro en León, aunque finalmente fue cedido a los franciscanos. Juan Guas, maestro mayor de la Catedral fue quien realizó el encargo, en colaboración con Egas Cueman. Al morir el arquitecto en 1496, la construcción fue continuada por Enrique y Antón Egas. San Juan de los Reyes es una obra maestra del arte medieval y se puede encuadrar en el modelo "Reyes Católicos" con una nave única y capillas entre contrafuertes.