Londinium fue el asentamiento romano más importante de las Islas Británicas. Tras el fallido intento de invasión perpetrado por Julio César, bajo el mandato del emperador Claudio, se inició la conquista de Britania, y en ese contexto situamos la fundación de Londinium en el año 43.
Al frente de 40.000 hombres, Aulo Plaucio desembarcó en Britania, y rápidamente sometió toda la región del Támesis. Como la intención era efectuar una verdadera (y duradera) ocupación, establecieron una guarnición y un fuerte en el lugar. Este fuerte se convirtió en la ciudad de Londinium, el germen de la futura Londres.
"El primer consular que gobernó Britania fue Aulo Plaucio"
Tácito. Agrícola. 14,1.
Poco podían imaginar los legionarios que cavaron fosos y levantaron empalizadas, que aquel pequeño campamento fortificado llegaría a convertirse en la ciudad más grande de la Tierra y en la capital de un imperio varias veces más extenso que el romano.
El propio Claudio, a lomos de un elefante, hizo acto de presencia en la Isla , para recibir vasallaje de cierta cantidad de tribus derrotadas y despojadas de sus tierras.
En el año 61, la terrible venganza de Boudica cayó sobre la ciudad romana, arrasándola a hierro y fuego. La reina de los Icenios fue derrotada y la ciudad reconstruida. Londinium continuó con su desarrollo y en el año 100 había sustituido a Colchester como capital de la provincia romana de Britania.
Tradición y modernidad a orillas de un río que lleva centurias siendo la arteria vital de Londres. La City, el corazón de la ciudad romana, es hoy un importante centro financiero internacional.
Puente romano de madera sobre el río.
El río Támesis en el 50 d.C. tenía cerca de 300 metros de anchura, frente a los aproximadamente 100 metros actuales.
Las murallas de Londinium recorrían todo el perímetro de la ciudad, desde lo que hoy es el Museo de Londres hasta la Torre de Londres (en ambos lugares podemos contemplar los escasos restos que de ella han sobrevivido).
Justo saliendo de la parada de metro de Tower Hill nos topamos con el emperador Trajano y un fragmento de la muralla romana, que fue reforzada y utilizada durante la Edad Media.
En el interior del recinto de la Torre de Londres, aún permanecen en pie las ruinas de un bastión de época romana. En origen un torreón adosado a la muralla. Con el tiempo se fue transformando en un completo bastión cuya función era controlar el acceso a Londinium y protegerse de posibles ataques llegados desde el río.
Desde sus mismos orígenes la ciudad de Londres ya demostraba sus proverbial tradición comercial, debido a su estratégica posición en las orillas del río Támesis. Su puerto fluvial disfrutó de un continuo trasiego de mercancías e idas y venidas de comerciantes procedentes desde cualquier punto del Imperio.
"Londres, ciudad que, pese a carecer del insigne título de colonia, era muy populosa debido al tráfico de negociantes y mercancías"
Tácito. Anales XIV, 33.
Águila de piedra devorando una serpiente. Escultura de época romana expuesta en al Museo de la ciudad de Londres.
Una domus romana en la capital de Britania. ¿Un antecedente de las lujosas casas victorianas?.
Cocina y reconstrucción de un horno. Diferentes utensilios de cocina, como una olla de cerámica y una cacerola de metal, sobre una parrilla de hierro, muy similar a las modernas barbacoas.
En el siglo V, el poder romano, con claros síntomas de agotamiento y en franco proceso de desintegración, decide desalojar la isla, como parte de la política de replegamiento La ciudad de Londinium fue paulatinamente abandonada, y durante más de cien años vivió en el más absoluto olvido. Agazapada en las páginas en blanco de una historia desconocida, esperaba dormida la llegada de los Normandos y su definitiva eclosión como gran urbe.