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martes, 7 de julio de 2015

EL TROMPETISTA DE URSO



Un guerrero turdetano, un centinela o un músico metido a soldado, vestido con una túnica corta, atada a la cintura a modo de faldín, hace sonar la trompa (o cuerno) mientras las tropas desfilan envalentonadas y cantando himnos de victoria rumbo fijo al campo de batalla. Tras el combate, el mismo instrumentista tocará la trompa con monotonía fúnebre, mientras loas caídos inician su peregrinar espiritual al paraíso.

En la ciudad ibérica de Urso durante la guerra civil entre Julio César y Pompeyo, se levantaron murallas, reforzándola con sillares que presentaban relieves escultóricos que habían pertenecido a diferentes construcciones de una antigua necrópolis de tradición ibera. Se piensa que el sillar expuesto formaba parte del conjunto más moderno conocido como "monumento B de Osuna".

viernes, 30 de noviembre de 2012

GEOGRAFÍA DE IBERIA ESTRABÓN (XII)



14 Prosperidad y longevidad.
Los fenicios, como digo, fueron sus descubridores y ocuparon la zona mejor de Iberia y de Libia antes de la época de Homero, y continuaron siendo los amos de los lugares hasta que los romanos destruyeron su imperio. De la riqueza de Iberia hay también los siguientes testimonios: los cartagineses, en una expedición militar con Barca, sorprendieron a las gentes de Turdetania, según dicen los historiadores, utilizando pesebres y tinajas de plata. Podría, por otra parte, suponerse que es a su gran prosperidad a lo que deben su fama de longevos los hombres de allí, especialmente sus jefes, y que por ello Anacreonte dijera aquello de:

Mas yo no querría
ni el cuerno de Amaltea
ni ciento cincuenta años
en Tartesso reinar

y que Heródoto registrara el nombre de su rey, llamándolo Argantonio. Las palabras de Anacreonte podrían interpretarse, bien al pie de la letra, bien en el sentido más general de "...ni reinar en Tartessos mucho tiempo". Hay no obstante quienes llaman Tartessos a la actual Carteya.

15 Romanización y latinización.
Con la prosperidad del país les vino a los turdetanos la civilización y la organización política; y, debido a la vecindad, o, como ha dicho Polibio, por el parentesco, también a los celtas, aunque en menor medida, porque la mayoría viven en un sistema de aldeas. Sin embargo los turdetanos, en particular los que habitan en las proximidades del Betis, se han asimilado perfectamente al modo de vida de los romanos y ni siquiera se acuerdan ya de su propia lengua. La mayoría se han convertido en latinos y han recibido colonos romanos, de modo que poco les falta para ser todos romanos. Las ciudades que se fundan en la actualidad, como Pax Augusta entre los celtas, Emérita Augusta, entre los túrdulos, Cesaraugusta en territorio celtíbero y algunos otros asentamientos, muestran a las claras la evolución de dichas constituciones; todos los iberos que han adoptado este modo de ser son llamados togados, y entre éstos se cuentan incluso los celtíberos, que en un tiempo fueron tenidos por los más fieros de todos.

Esto, en lo que concierne a los turdetanos.

sábado, 24 de noviembre de 2012

GEOGRAFÍA DE IBERIA ESTRABÓN (IX)



9 Riqueza del subsuelo. El estaño.
     Posidonio, al ensalzar el número de minas y su riqueza, no se aparta de su retórica habitual, sino que se entusiasma con las hipérboles; porque dice que no se pone en duda lo que se cuenta de que cuando una vez se incendiaron los bosques, la tierra, que era de plata y oro, se fundió y subió hirviendo a la superficie, porque cada monte y cada colina eran materia de moneda acumulada por un azar generoso; "podría en general afirmarse", continúa, "al contemplar esos lugares, que son los tesoros de una naturaleza inagotable o la banca de un imperio destinado a no tener fin. Porque no solamente es rico el suelo, sino también el subsuelo, y en aquellos parajes qué verdad es que el mundo subterráneo no lo habita Hades, sino Plutón". Así es como, con bellas figuras retóricas, se expresó acerca del tema, empleando un lenguaje rico como si lo sacara también él de una mina.

     Y al describir la diligencia de los mineros trae a colación la observación de Falero, porque dice éste a propósito de las minas de plata del Ática que los hombres cavaban con tanto ahínco que daban la impresión de ir a sacar al propio Plutón; y hace ver que son muy semejantes el afán y el celo de los turdetanos cuando excavan, tortuosas y profundas, las galerías y achican con las caracolas egipcias las corrientes que a menudo encuentran en ellas. Pero, en general, dice que no resulta lo mismo para éstos que para los atenienses, sino que para los atenienses la minería parece un enigma: pues "lo que sacan no lo cogen y lo que tenían lo tiran", y en cambio para éstos es de sobra ventajosa, porque en las minas de cobre es cobre la cuarta parte de la tierra que extraen, y algunos de los particulares que explotan minas de plata obtienen en tres días un talento euboico. En cuanto al estaño, niega que se encuentre en la superficie, lugar común entre los historiadores, sino que se saca del subsuelo y se da entre los bárbaros de más allá de los lusitanos y en las Islas Casitérides y es trasnportado desde territorio británico hasta Masalia. Cuenta que entre los ártabros, que son los  pueblos más remotos de Lusitania hacia el Noroeste, la tierra tiene eflorescencias de plata, estaño y oro blanco (por estar mezclado con plata) y que esa tierra la arrastran los ríos. Y las mujeres, rascándo con sachos, la lavan en cribas entrelazadas en forma de cesto. Esto es lo que Posidonio dijo acerca de los minerales.

10 Minas de Cartagena. Obtención de la plata.
      Polibio, por su parte, al recordar las minas de plata de Nueva Carquedón, dice que son grandísimas y que distan de la ciudad unos veinte estadios, abarcando una circunferencia de cuatrocientos estadios, en donde se mantenían cuarenta mil trabajadores fijos que reportaban en aquel entonces al pueblo romano veinticinco mil dracmas diarias. Pasaré por alto los restantes pasos del proceso de explotación, porque es largo de referir, pero cuenta él que la pepita de plata arrastrada por los ríos es triturada y cribada en tamices a contracorriente; se trituran de nuevo los residuos, una vez filtrados en el correr de las aguas se vuelven a triturar, y al fundirse el quinto residuo, ya separado el plomo, se obtiene la plata en estado puro. Las minas de plata existen también en la actualidad, pero no pertenecen al Estado ni las de allí ni las de otros lugares, sino que su propiedad ha pasado a manos de particulares. Las de oro en cambio son patrimonios del Estado en su mayor parte. En Castalon y en otros puntos hay un tipo especial de mina, la de plomo, con el que se encuentra mezclada algo de plata, pero no tanta como para que merezca la pena purificarla.

lunes, 12 de noviembre de 2012

GEOGRAFÍA DE IBERIA ESTRABÓN (III)



6  Situación de la Bética.
      Del litoral que arranca del Promontorio Sagrado, una parte señala el comienzo del flanco occidental de Iberia hasta la desembocadura del río Tago y la otra el del flanco meridional hasta otro río, el Anas, con su desembocadura. Uno y otro vienen desde la zona de Levante, pero el primero va a dar directamente a Occidente y es mucho mayor que el Anas, mientras que éste se desvía en dirección Sur, delimitando la tierra entre ríos que ocupan en su mayor parte celtas y algunos lusitanos deportados por los romanos de allende el Tago. En las regiones del interior viven carpetanos, oretanos y numerosos vetones. Ese país es moderadamente próspero, pero el que viene a continuación, situado al Sureste, no permite hipérbole se se lo compara con todo el mundo habitado, gracias a su fertilidad y a los bienes de la tierra y el mar. Esa región es la que recorre el río Betis, que tiene su nacimiento en los mismos parajes que el Anas y el Tago, y que por su tamaño se encuentra en medio de estos dos. Del mismo modo que el Anas, corre al principio en dirección Oeste, volviéndose luego hacia el Sur y desembocando en la misma costa que él. A la región la denominan Bética por el río y Turdetania por sus habitantes, y a los que en ella viven los llaman turdetanos y túrdulos, que unos creen que son los mismos y otros que son distintos, y entre los últimos se cuenta Polibio, que dice que los túrdulos son vecinos de los turdetanos por la parte Norte; pero actualmente no parece haber entre ellos ninguna separación. Éstos son los tenidos por más cultos de entre los iberos, puesto que no sólo utilizan escritura, sino que de sus antiguos recuerdos tienen también crónicas históricas, poemas y leyes versificadas de seis mil años, según dicen. También los otros pueblos iberos utilizan escritura, cuyos caracteres no son uniformes, como tampoco es una la lengua. Esta región de más acá del Anas se extiende en dirección Este hasta Oretania y en dirección Sur hasta la costa comprendida entre la desembocadura del Anas y las Columnas. Acerca de ella, así como sobre las tierras vecinas, es preciso tratar más por extenso todo aquello encaminado a dar a conocer la bondad natural y la riqueza de los lugares.

7  La zona del Estrecho.
       Desde esta costa en la que desembocan el Betis y el Anas y desde los confines de Maurusia hacia el interior, el Mar Atlántico penetra y configura el Estrecho de las Columnas, por el que el Mar Interior se une con el Exterior. Hay allí un monte que pertenece a los iberos llamados bastetanos, a los que también llaman bástulos, el Calpe, no muy grande si se atiende a su perímetro, pero tan alto y escarpado que de lejos parece como una isla. Para los que navegan desde el Mare Nostrum, hacia el Mar Exterior queda éste por consiguiente a la derecha, y junto a él, a cuarenta estadios, está la ciudad de Calpe, antigua y digna mención, que fue en tiempos puerto marítimo de los iberos. Algunos sostienen que también ella fue fundada por Heracles, entre los cuales se cuenta Timóstenes, quien afirma que antiguamente incluso tenía por nombre Heraclea y que mostraba una gran muralla y dársenas.
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