Los árabes eran nómadas en su mayoría, y no poseían una tradición arquitectónica propia, por ello, en su en su expansión territorial los musulmanes irán adoptando las formas artísticas romanas, cristianas, bizantinas, persas, coptas, visigodas . . . vigentes en las tierras conquistadas, creando un arte plenamente oriental que sintetiza elementos diversos, que posteriormente va a difundir.
Del arte romano copiaron el uso de columnas, los arcos de medio punto y las dovelas bicolores, del arte bizantino la utilización de bóvedas y cúpulas para cubrir edificios y del arte visigodo el arco de herradura.
Los elementos constructivos:
♠ Se trata de un arquitectura que presta poco interés por los problemas constructivos, centrándose en la decoración. La arquitectura tiende a ocultar los elementos constructivos y las estructuras de sus edificaciones, recubriéndolo todo con la decoración. Todo ello obedece al deseo de ocultar la pobreza de los materiales y de adecuar los edificios a su función religiosa.
♠ Edificios de poca altura en armonía con el paisaje, inscritos en volúmenes cúbicos, realizados en materiales pobres como ladrillo (aunque también la piedra y la mampostería), utilizando yeso y madera en la decoración. Una arquitectura de exteriores sobrios, siendo el único elemento vertical el alminar o minarete, por su función de llamada a la oración.
♠ Como elementos sustentantes utilizaron esbeltas y delgadas columnas, que soportan techumbres ligeras y se enlazan con arcos variados. Los capiteles de influencia clásica y de creación propia; capiteles cúbicos, de mocárabes . . .
♠ Utilizan una variada tipología de arcos: adoptan el arco de herradura califal por herencia del arte visigodo, siendo característica la alternancia de dovelas de distinto color, a partir del siglo X se generalizan los arcos lobulados, polilobulados, mixtilíneos, entrelazados y apuntados. Y desde el siglo XIV los de mocárabes.
♠ Las bóvedas utilizadas pertenecen a varios tipos: crucería (con la particularidad de que los nervios no se cruzan en el centro sino dejando un espacio cuadrado o de varias figuras poligonales), de cañón, gallonadas, de mocárabes y bóvedas caladas.
♠ La cúpula se empleó por su simbolismo religioso relacionado con la divinidad. Tiene pequeñas dimensiones y un carácter ornamental. Destaca el empleo de cúpulas esféricas de herencia bizantina.
Los elementos decorativos.
La decoración se sitúa, casi exclusivamente, en el interior de los edificios, siendo extraordinariamente rica, con temas vegetales (ataurique), geométricos y epigráficos, que cubren superficies embelleciendo muros y cubiertas con gran densidad.
En contraste, el exterior se muestra prácticamente desnudo, pues únicamente se cuidan las portadas y las cúpulas.
Es característica la disposición reiterativa y repetitiva de los elementos decorativos que se multiplican hasta el infinito. Esta repetición unida a la densidad ornamental (horror vacui) se una metáfora de la eternidad que todo lo llena y una forma de plasmar la mutabilidad del Universo.
Los motivos decorativos son:
♠ Motivos vegetales. De herencia bizantina y clásica, los más utilizados son rosetas, palmetas, hojas de acanto y hojas de vid. A este tipo de decoración vegetal estilizada se le denomina ataurique, inspirada en el acanto clásico, pero estilizada al gusto musulmán.
♠ Motivos geométricos. La geometría es muy importante en el Islam. A través de ella se representa la indivisibilidad de Dios. La forma perfecta es el círculo, que se utiliza como patrón que permite crear otros motivos. El diseño es sencillo, se aplican los principios de repeteción simétrica, multiplicación o subdivisión. Se trata de un arte de base matemática, más intelectual que emocional. Utiliza ramas mixtilíneas entrecruzadas, dibujos en zigzag, ajedrezados y lazos formando estrellas.
Entre los motivos geométricos destacan lacerías y mocárabes. La lacería es una técnica utilizada sobre la madera que consiste en líneas entrecruzadas formando polígonos o estrellas ordenadas según un ritmo continuo y siguiendo leyes geométricas. El mocárabe es la decoración de prismas, forman a modo de estalactitas racimos en arcos o bóvedas.
♠ Motivos figurativos. Las representaciones figurativas suelen estar ausentes de los edificios religiosos y en los objetos de culto, pero no en las obras de carácter civil, como la ilustración de libros.
♠ Caligrafía. Es el arte de la escritura bella. Se trata de la manifestación artística más importante, pues escribir, es dar forma a la palabra de Alá. La escritura árabe tiene una doble función: ornamental e iconográfica. En la caligrafía árabe podemos ver el equivalente a las imágenes sagradas del arte cristiano, el medio por el que se transmite el mensaje divino. El contenido de estas inscripciones es variado; versículos del Corán, mensajes piadosos, textos poéticos . . .
Si ninguna cultura puede comprenderse sin considerar el hecho religioso, en el mundo islámico el fenómeno religioso impregna toda la vida de la comunidad, no existe diferencia entre lo laico y lo religioso. Por la misma razón los rasgos esenciales del arte islámico están configurados por la fe musulmana, son consecuencia directa del concepto de la divinidad. Estos rasgos son los siguientes: inexistencia de imágenes sagradas, relevancia cultural de la lengua árabe, tendencia a la estilización y estética de lo perecedero y de lo mutable.
El musulmán cree en un Dios único, cuya esencia es inaprehensible, de quien sólo conocemos sus nombres y sus atributos; uno de estos atributos es la palabra mediante la que se ha revelado a la humanidad en un acto de misericordia divina. Esta concepción de la divinidad, enmarcada en una tradición monoteísta anicónica, configura una religión sin imágenes sagradas. A diferencia del antropomorfismo cristiano, para el que las imágenes de la divinidad hallan su justificación en el hecho histórico de la Encarnación de Cristo, el concepto de la divinidad en el Islam no permite su representación en imágenes. Dios es inasible por los sentidos.
Sin embargo, no existe en el Corán una prohibición expresa de las imágenes sagradas; los versículos que se han querido aducir en relación con el tema de la prohibición de las imágenes (5/92 y 6/74), prohíben estrictamente la idolatría y enlazan con la tradición anicónica del monoteísmo judío. Además, el Corán (cuya etimología significa salmodeo, lectura en voz alta, predicación) no es un texto narrativo sino recitativo, basado en el atractivo de la palabra y no se presta a ser traducido en imágenes visuales, no es fuente de ilustración gráfica.
Pero la inexistencia de imágenes de la divinidad se suple con la presencia de uno de los atributos divinos, la palabra contenida en el Corán y revelada en lengua árabe. Aquí radica la trascendencia de la lengua árabe en la cultura musulmana: al ser el árabe la lengua de la revelación divina, su escritura o caligrafía confiere forma y hace visible la palabra de Dios. De este modo el calígrafo se convierte en el artista de mayor consideración social y las inscripciones en árabe juegan en el arte islámico el papel equivalente al de las imágenes en el arte cristiano.
Arte bizantino y Arte del Islam.
Conocer el Arte. Historia 16.
Isidro G. Bango y Gonzalo Borrás.
La importancia del agua y de la luz.
La luz y el agua, sin ser motivos ornamentales per se, inciden en la decoración de manera especial. El agua desempeña un papel fundamental, aumenta las perspectivas al reflejar la imagen arquitectónica que se desvanecen con el movimiento del agua, refresca el ambiente durante el estío y llena de música las habitaciones con el susurro de canalillos y surtidores. Los efectos de luz ayudan a conseguir sensaciones de desmaterialización arquitectónica y la incorporeidad de las construcciones, por ejemplo, con el juego de brillos sobre la cerámica o el juego de entreluces por medio de las celosías.
También cobran especial relevancia los jardines, donde la naturaleza se asocia con el agua y la arquitectura.
TIPOLOGÍA ARQUITECTÓNICA.
La mezquita (lugar de oración de los musulmanes), el palacio (residencia del califa o del rey de la taifa), alcazaba (recinto fortificado defensivo), madrasa (escuela coránica), hamman (baños públicos para aseo personal, con horario de mañana para hombres y de tarde para las mujeres), maristán (hospital), zoco o bazar (mercado, abierto o cubierto), alcaicería (mercado para productos de lujo como la seda, joyas, telas bordadas), fundaq (fondas o mesones con habitaciones para huéspedes), qubba (mausoleo cuadrado con cúpula), ribat (convento o monasterio fortificado para los monjes guerreros), alhóndiga (almacen para mercancías y mercaderes). . .