Cerca de los Jardines de la Fuente, el enclave originario de la ciudad se localiza el Templo de Diana, el monumento romano más romántico de Nimes, pero también el más misterioso y enigmático, pues se desconoce su función exacta.
El templo consiste en una sala principal con una cella abovedada flanqueada por corredores. Formaba parte de una Augusteum, un santuario destinado al culto al Emperador y su familia. No existe fundamento para su atribución a la diosa Diana. Curioso. ¿Por qué los templos de los que no se conoce advocación se relacionan con Diana? Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el Templo de Diana de Mérida.
Los nichos con amplios frontones pudieron cumplir una función de biblioteca.
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