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viernes, 25 de enero de 2019

AMINA BINT WAHB.



Desde tiempos inmemoriales las numerosas tribus que pululaban por Arabia se hallaban divididas en diferentes clanes familiares (normalmente malavenidos). Amina pertenecía al clan quraishí, y en el año 569 dió a luz a un niño destinado a cambiar la historia de su pueblo: Mohamed. Nosotros lo conocemos como Mahoma. Aquel nacimiento acaecido en Arabia, un territorio marginal. Nadie se enteró, tampoco a nadie importaba aquel acontecimiento que el tiempo revelaría como trascendental.

lunes, 17 de diciembre de 2018

EL DESIERTO CÁLIDO.




Eterna inmensidad de la nada, únicamente arena y roca torturadas por un sol impasible. El desierto cálido se extiende por las zonas cálidas del planeta, en las proximidades de los trópicos de ambos hemisferios.

Todos los meses son áridos y la media anual no sobrepasa los 150 mm. En cuanto a las temperaturas, éstas son elevadas todo el año, con un marcado contraste entre el día y la noche. Este contraste es debido a la escasa humedad que provoca un elevado calentamiento del suelo durante el día y un rápido enfriamiento durante la noche.

Los ríos y corrientes de los desiertos, solo llevan agua cuando llueve, el resto del tiempo es un cauce permanentemente seco, que recibe el nombre de wadi. (Son similares a las típicas ramblas del paisaje mediterráneo).



Para sobrevivir en el medio desértico la vegetación ha tenido que adaptarse a la extrema aridez y a la continua falta de agua. Una de esas adaptaciones ha sido transformar las hojas en espinas. En general la vegetación es escasa, baja y dispersa, predominando cactus y arbustos espinosos. Únicamente en los oasis, lugares donde hay agua, es factible una vegetación abundante, siendo la palmera, su principal protagonista.

En cuanto a la fauna encontramos especias muy adaptadas, como reptiles (serpientes y lagartos), invertebrados (escorpiones, alacranes, escarabajos), aves rapaces y mamíferos (extraordinarios por su capacidad) como ratones, zorros, chacales, camellos y dromedarios.


Vida en el desierto.
Los grupos humanos que habitan en los desiertos son escados, debido a las condiciones de vida tan duras. Estas sociedades se concentran en las costas, los valles de los ríos y oasis.



Las actividades tradiciones que han permitido no solo la supervivencia, sino el desarrollo de interesantes culturas en el ámbito del desierto han sido:
    • la caza y recolección, entre los bosquimanos
    • el pastoreo nómada practicado por tuaregs y beduinos
    • agricultura junto a los oasis; palmeras, frutales, hortalizas y cereales. 

miércoles, 11 de julio de 2018

EL MEDIO FÍSICO DEL PRÓXIMO ORIENTE.




La unidad del territorio estriba el encontrarse atravesado por el Tigris y el Éufrates, así como el tratarse de un espacio no excesivamente amplio, unos 2000 Km2. Entre estas regiones existen unas determinadas vías naturales de comunicación, por la que existe un continuo fluir de diferentes culturas. La variedad geográfica viene determinada por la existencia de territorios de marcada personalidad: la península de Anatolia, la cuenca fluvial del Tigris y el Éufrates hasta su desembocadura en el golfo Pérsico, la meseta de Irán, la franja litoral mediterránea y los desiertos de Lut y de Arabia.

En principio los condicionantes climáticos del Próximo Oriente parece ser que no favorecen el asentamiento humano, aunque a pesar de esto, es aquí donde encontramos el origen de la civilización. A pesar de esta realidad física, existen zonas dentro de este medio, predominantemente árido, que sí favorecen la aparición de las primeras civilizaciones; la variedad climática, un relieve diverso y la distribución de la red fluvial y la materia prima.


Dentro de esta amplia región coexisten climas muy diferentes entre sí. Un clima mediterráneo en la costa sirio-palestina, clima de alta montaña en los montes Zagros, en Armenía y en los montes de Anatolia, un clima desértico en los desiertos Arábigo y Lut.

La variedad de relieve la podemos constatar entre el monte Ararat, con unos 5.000 metros, y otros lugares deprimidos con 350 metros bajo el nivel del mar, en la zona del mar Muerto, (se trata de la depresión más profunda de la superficie terrestre).


Zonas densamente pobladas, ribera del Tigris y el Éufrates, y zonas menos pobladas, los desiertos y las altas montañas. Se produce un bagaje cultural que va desde las zonas pobladas a las zonas despobladas, y un trasvase de materia prima de las zonas despobladas a las zonas pobladas.

Los condicionantes del medio físico mesopotámico son Tierra, Agua y Trabajo Humano (capacidad de construir infraestructuras y control sobre la tierra y el agua). Esto va da lugar a la formación de sociedades, primero urbanas, más tarde estatales e incluso algunas imperiales, todo ello debido al control del agua.

Las sociedades potámicas no son exclusivas de Mesopotamia, las encontramos también en Egipto, a lo largo del río Nilo, en la India a lo largo del Indo, y en China a orillas del río Huang-Ho (río Amarillo). Gracias al control sobre un recurso, en este caso el agua, se producen los asentamientos en las ciudades, nos referimos a la llamada Revolución Urbana.

La primera tarea del hombre en esta zona fue la de controlar las aguas del Tigris y el Éufrates. Aunque llovía poco en Mesopotamia, los ríos se desbordaban – tenían crecidas – periódicamente, haciendo patanos de la tierra circundante. El hombre desecaba la ciénaga e irrigaban los desiertos para disponer de mayor superficie de tierra para la agricultura y la ganadería.

Aprendiendo de sus propios errores, crearon toda una técnica de irrigación. Levantaron diques para contener las aguas y dirigirlas a través de un complejo de canales, presas y depósitos. Semejante esfuerzo exigía la contribución de una vasta mano de obra y el trabajo en común de tanta gente hizo posible la edificación de las ciudades.

Podemos imaginar lo que ocurrió; al dominar los ríos aumentó la tierra cultivable y con ella las cosechas; aunque no se utilizaba el dinero como medio de cambio, había alimentos de sobra que se podían permutar en otros pueblos por productos que necesitaran, como madera, metales, minerales y piedras preciosas, que no producían ellos mismos.


El desarrollo de la agricultura lleva consigo un excedente de la producción. Con lo que aumenta la población y el comercio. Para controlar el agua son necesarias obras de ingeniería (canales, diques…), lo que da la posibilidad de regadíos y la necesidad de protección. Se almacena el agua en diques y pantanos y posibilita una agricultura de regadío. El control y la administración del agua → nueva organización política → Estado: los grupos privilegiados asumen las tareas de protección.

Este espacio se caracteriza también por la escasez de materias primas imprescindibles que han de ir a buscar a otros lugares, por ejemplo:

  • en Anatolia obtienen metales: hierro y cobre (el cobre junto con el estaño son necesarios para hacer bronce, necesario para fabricar armas).
  • en la isla de Chipre extraían cobre
  • en las llanuras de Mesopotamia predominaban el agua y la tierra para la agricultura
  • de la zona del Sinaí obtenían diorita (el Código de Hammurabi está inscrito en una piedra de diorita)
  • la madera provenía de Siria, Líbano y zona occidental de los Zagros
  • del Cáucaso obtenían hierro y oro
  • en Nubia, al sur de Egipto, comerciaban con oro
  • el estaño lo obtenían de Irán y Afganistán

Para acceder al control de estas materias primas aparecen imperios con vocación netamente comercial. Los circuitos a través de los cuales se accedía a estos lugares fueron tres: Anatólico, Iránico y Sirio-Arábigo. Las ciudades mejor situadas estratégicamente en estos circuitos eran las más ricas.

El medio físico condiciona la cultura y la sociedad, pero no las determinan. En zonas de montaña existen pueblos nómadas (guti, lullubi…), que pueden dar al traste con grandes imperios por culpa de sus incursiones en los territorios de éstos. En las zonas de las riberas de los ríos aparecen grandes estados: Sumer, Babilonia, Asiria.



viernes, 8 de junio de 2018

BEDUINOS.




Moradores de las arenas, habitantes inmemoriales del cálido desierto de Arabia, pastores nómadas que a lomos de sus fieles camellos conducían sus rebaños de oasis en oasis. Un antepasado común, real o ficticio, vertebra el sistema tribal que vertebra una sociedad basada en los irrompibles lazos de sangre. Fiero guerrero, independiente y vagabundo, dormita bajo la sombra de una palmera y pasa la noche en el interior de una tienda desmontable.  

jueves, 29 de marzo de 2018

ADIABENOS.




Izata y Artaxares fueron reyes de los adiabenos, un pueblo seminómada que habitaba la zona norte de Asiria, citados por Flavio Josefo (La Guerra de los Judios) y por el emperador Augusto en su Res Gestae. En una campaña Septimio Severo los sometió junto a unas tribus árabes. 

sábado, 15 de abril de 2017

SOMALIA.



El Cuerno de África, una puerta abierta a múltiples influencias, el continente y el océano, África y Asia, el norte mediterráneo y la región del Rift Valley, un lugar para el intercambio de mercancías y el trasiego de ideas, aquí tiene su cuna histórica el pueblo somalí.

Las leyendas de la región cuentan que los somalíes descienden de dos nobles árabes, que a su vez descendían del Profeta, y de esta manera el Islam se instaló en la región en época temprana.

Somalia vivió en el siglo XIII una época de gran esplendor (triste contraste con la actualidad) y Mogadishu se convirtió en un destacado centro del comercio entre Etiopía y el mundo árabe.



El auge del comercio no supuso, en manera alguna, la ruptura de las estructuras tribales tradicionales, y la riqueza de los somalíes seguía basada en la cría de ganados nómada. La unidad de intercambio era el camello, utilizado para adquirir manufacturas, bienes de lujo e incluso esposas.

jueves, 13 de abril de 2017

JADIYA, MADRE DE LOS CREYENTES.



Rica comerciante de La Meca que se pasó por el arco del triunfo toda la tradición árabe y tras la muerte de su esposo continuo al frente de los negocios, sin someterse a la autoridad de ningún pariente varón. Cuando ella tenía unos apetecibles cuarenta años, y él apenas veinticinco, se convirtió en la primera esposa del Profeta. Fue la primera musulmana y durante mucho tiempo el principal apoyo de Mahoma. Nunca sabremos que hubiese sido del joven muchacho y de la religión islámica sin su participación.  

sábado, 31 de diciembre de 2016

DIOSA ULLUZA.



Los pueblos sudarábigos preislámicos veneraban a una ingente cantidad de deidades, como la diosa Ulluza. En esta estela funeraria datada entre los siglos I a.C. y I d.C., hallada en Yemen, se representa a la mentada diosa con dos grandes ojos. Su tipología recuerda a los ídolos nabateos.

sábado, 8 de noviembre de 2014

HERACLIO, BASILEUS DE BIZANCIO



Del Norte de África surgió el general Heraclio, hijo del exarca de la provincia, que en un momento de inestabilidad y crisis a todos los niveles, se personó en Constantinopla en el 610 y con ayuda de Prisco consiguió hacerse con el poder. El mismo pueblo bizantino se encargó de deponer a Focas y proclamar emperador al recién llegado, que fue recibido como un auténtico salvador. Después de la gloriosa época de Justiniano, fue Heraclio un personaje clave en la configuración del Imperio de Bizancio

Heraclio tuvo que resolver problemas en diferentes frentes: los persas amenazaban por oriente, ávaros y eslavos avanzaban desde el norte y en el interior del Imperio reinaba la más absoluta anarquía tras el desastroso gobierno de Focas. Los ávaros conquistaron Grecia y los Persas Siria y Egipto arrebatando a Bizancio su más preciado granero.

El emperador compró la paz con los ávaros entregando grandes sumas de dinero (necesitaba ganar tiempo) y dirigió todas sus energía a combatir a los persas. Se desplazó a Asia Menor, reclutó e instruyó a muchos soldados, consiguió la ayuda de los kázaros y se atrajo a su causa a varias tribus del Cáucaso y cuando estaban preparados los lanzó contra Persia. Los historiadores modernos están de acuerdo en que Heraclio sostuvo tres campañas contra los persas entre 622 y 628 coronadas por brillantes victorias, especialmente destacada la Batalla de Nínive. Y estos éxitos militares en Persia la van valido ser comparado con el gran Alejandro de Macedonia.

Además de sonadas victorias Heraclio consiguió un cuantioso botín, recuperar las provincias perdidas y la devolución de la Vera Cruz, que había sido robada por los persas tras haber tomado Jerusalén.

Esta derrota trajo graves consecuencias para Persia, pues jamás volvió a disfrutar de una estatus destacado, convirtiéndose en un estado débil que pronto cayó bajo las garras del Islam. Una garras que también terminaron arrancando territorios del triunfante Imperio Bizantino. Mientras que Heraclio había convertido a Bizancio en la principal potencia del Cercano Oriente y había recuperado para la Cristiandad la Vera Cruz.

En el año 629 en una emotiva procesión a través de las calles de Jerusalén Heraclio portó la Vera Cruz y la restituyó al lugar donde los fieles la habían venerado durante siglos.

“Hubo mucha alegría aquel día a su entrada en Jerusalén: ruido de lloros y suspiros, abundantes lágrimas, una inmensa llama en los corazones, un desgarramiento de las entrañas del rey, de los príncipes, de todos los soldados y habitantes de la ciudad; y nadie podía cantar los himnos del Señor a causa del grande y punzante enternecimiento del rey y de toda la multitud. El la restableció (la cruz) en su lugar y repuso todos los objetos eclesiásticos cada uno en su sitio, y distribuyó a todas las iglesias y a los moradores de la ciudad presentes y dinero para el incienso”.
Sebeos (historiador armenio)

Mientras Heraclio estaba en campaña el kan de los ávaros rompió los acuerdos de paz y marchó sobre Constantinopla acompañado de contingentes eslavos. Los ávaros chocaron con los enormes muros de Constantinopla y la guarnición de la ciudad consiguió rechazar la acometida de los ávaros. El patriarca Sergio comandó la defensa.

Con Heraclio, el Imperio dejó definitivamente de ser romano, para convertirse en un entidad estatal grecobizantina. Heraclio tomó por vez primera el título de basileo para sustituir el de emperador, y el griego se convirtió en la lengua oficial. Inició la reorganización del imperio en provincial militares conocidas como temas y el asentamiento de soldados como colonos con el objetivo de crear una milicia campesina preparada para defender el territorio. En todos estos esfuerzos Heraclio, que inició una dinastía, contó con la inestimable colaboración de Sergio, el patriarca de Constantinopla. Juntos trabajaron en la reconstrucción del estado bizantino.

Las discusiones religiosas seguían siendo el talón de Aquiles de la estabilidad de Bizancio. Para intentar resolverlas, Heraclio, ideo una doctrina (contando con el apoyo de Sergio) el monotelismo con el objetivo de reconciliar a los católico de occidente y los monofisistas de Egipto y Siria. Aunque como ocurre siempre que se intenta contentar a todo el mundo es que no se satisface a nadie y todos terminan enfadados, tornándose el remedio peor que la enfermedad.

La fulgurante expansión musulmana amargó los últimos años de vida de Heraclio, que agotado contempló impotente como los árabes fueron arrebatando territorios a su Imperio, sin mostrar en ningún momento capacidad de reacción. Persas, ávaros y monofisitas habían exprimido las energías del basileo y la vejez lo sorprendió exhausto e incapacitado para solucionar los problemas del imperio.



miércoles, 16 de octubre de 2013

KALDI, EL CUERNO DE ÁFRICA Y EL ORIGEN DEL CAFÉ.



Un pastor de cabras llamado  Kaldi y que vivía en Etiopía fue, según una antigua leyenda, el descubridor del café. Parece fuera de toda duda que el café fue consumido, por vez primera en el Cuerno de África. Según esta hermosa leyenda, Kaldi apacentaba sus rebaños en las altiplanicies etíopes y una buen día (de aproximadamente el año 600)  observó que los animales comían unos frutos rojos y se volvían más, y más activas. 


Kaldi recogió algunos de estos granos y se los llevó a un hombre sabio que vivía cerca. El hombre sabio decidió cocinar los misteriosos frutos. El sabor era tan amargo, que una vez los hubo probado los lanzó con desdén a las brasas. El agradable olor que desprendían los granos tostados, embriagó a Kaldi y al sabio, que esta vez si pudieron disfrutad de su delicioso sabor. 

Kaldi se acostumbró a tomar café, y también comprobó como sus energías se renovaban y subía con más facilidad a las planicies donde pastaba su rebaño. El sabor y el aroma del café, cientos de años después, aún sigue fascinando a millones de personas por todo el mundo. 


Otra versión cuenta que los pueblos africanos conocían el café desde el mismo origen de los tiempos. Molían el grano y confeccionaban una pasta con la que alimentaban a sus ganados. Los guerreros de estas tribus, como para insuflar valor a sus músculos, también consumían esta pasta antes de entrar en combate.

Los árabes, en su expansión por el Orbe, capturaron a algunos de estos guerreros y se los llevaron al otro lado del mar Rojo para utilizarlos como esclavos. De esta manera conocieron el extraño alimento que los africanos ingerían. Y hacia el siglo XV, en el sur de la Península de Arabia, concretamente en el Yemen, se cultivó por vez primera esta planta. Y por ese motivo una de sus variedades más apreciadas y consumidas es la arábiga. 

domingo, 24 de febrero de 2013

CAMELLOS, SEGÚN LA PLUMA DE PLINIO



Oriente cría dentro del ganado mayor camellos, de los que hay dos especies: el de Bactriana y el de Arabia. Se diferencian en que los primeros tienen en el lomo dos jorobas, los segundos una y debajo del pecho otra, sobre la que se acuestan. Ninguna de las dos especies tiene fila superior de dientes, como los bueyes. Todos prestan los servicios de las bestias de carga con su lomo y también los de la caballería en los combates.

Tiene la velocidad del caballo pero la resistencia de cada uno es proporcional a sus fuerzas. No avanza más distancia de la que tiene por costumbre ni admite más carga de la habitual. Sienten una aversión innata hacia los caballos. Toleran la sed incluso durante cuatro días y, cuando hay oportunidad de beber, se llenan por el pasado y para el futuro, después de enturbiar antes el agua pataleando: de otro modo no les gusta beber. Viven cincuenta años, algunos incluso cien. De todas maneras también padecen la rabia. Se ha descubierto un modo de castrar también a las hembras para prepararlas para la guerra; se hacen más fuertes así, si se les impide el apareamiento.
Historia Natural VII, 67 - 68  

sábado, 12 de enero de 2013

ARABIA. DURANTE LA EDAD DEL HIERRO (1200 – 400 a.C.) Los Albores de la Civilización Árabe


A partir del siglo VII y gracias a la expansión del Islam, la civilización árabe consiguió impregnar a millones de personas. Las raíces de esta civilización árabe las podemos desenterrar en los lejanos inicios de la Edad del Hierro.



Según, Abdul Rahman Al-Ansary, rector del College of Arts, de la Universidad Rey Saud, y especialista en historia presilámica y arqueología de la Península de Arabia, durante la Edad del Hierro (1200 – 400 a.C.) se “desarrollaron esquemas que pervivieron hasta los tiempos modernos y caracterizaron el medio social en que vivió Mahoma”.

Estos esquemas se basaron en tres importantes desarrollos: el perfeccionamiento de las técnicas de gestión del agua, posibilitando el aumento de la producción agrícola; la domesticación del camello, muy útil para el transporte y para la guerra, y la introducción en el mercado internacional de productos típicos de Arabia, como el incienso o la mirra. La interrelación de estos tres factores contribuyó al surgimiento de estados árabes que mantenían relaciones, políticas y económicas, con el Mundo Mediterráneo, y alcanzando incluso el Indo.



A.- El sureste de Arabia.



En Omán, los seres humanos bajaron de las estribaciones montañosas, establecimientos típicos de la etapa anterior, la Edad del Bronce, y se asentaron al descubierto, en la llanura en los cauces de grandes cursos de agua. El cambio de ubicación fue posible gracias a la construcción de túneles subterráneos que perfeccionaban los sistemas de gestión del agua, obteniéndola de una capa situada río arriba. Este sistema de control de las aguas se conoce como falaj.



Los poblados presentan complejos edificios con varias dependencias, construidos con ladrillos de barro. Cerca de los asentamientos se instalaban las necrópolis, con enterramientos de cámara única. En las tumbas, entre el ajuar funerario, se han encontrado cerámicas pintadas, joyas y armas.



A pesar de su denominación, los metales más utilizados en este período, y en esta zona, siguieron siendo el cobre y el bronce.



B.- Arabia Oriental.



En las tierras adyacentes al Golfo Pérsico las ciudades experimentaron una importante renovación. Los edificios públicos de Qala'at al Bahréin cuentan con una sólida estructura, agrupados todos ellos en el centro del yacimiento. Lo más llamativo de este yacimiento son una serie de serpientes que se encontraron enterradas en unos cuencos bajo el suelo. Nos inclinamos a pensar que se trataría de parte de algún tipo de rito propiciatorio.

Qala'at al Bahréin.

Qala'at al Bahréin se convirtió en la capital de Dilmun. El nombre de Dilmun hace referencia a un Reino, cuyos enclaves comerciales árabes situados en el Golfo Pérsico, que servían de intermediarios entre Mesopotamia y el Valle del Indo. Además la zona era un importante productor de sal (existe un yacimiento arqueológico conocido como “de la mina de sal”).



Del reino de Dilmun (siglos VIII – VII a.C.) nos informan algunos documentos neoasirios. Sabemos que uno de sus reyes, llamado Uperi, envió algunos regalos al rey Sargón.



Más tarde, el Golfo Pérsico entró en el ámbito helenístico, incorporándose definitivamente a la amplia red comercial que unía el Mediterráneo y el Índico.



C.- Arabia Meridional.



La Edad del Hierro fue una época clave para el sur de Arabia, en esta época, la región entró en la escena mundial. Una agricultura intensiva muy productiva y un creciente comercio interregional, con el incienso como producto estrella, se unieron para dar lugar a una avanzada civilización. Saba, Qataban, Main, Himyar o Hadramut fueron algunos de estos estados.

Un complejo sistema de presas, albercas y canales situados en los lechos de los wadi (o ramblas) permitía aprovechar las aguas de las escorrentías. Este sistema, sa'il, llevaba agua y limo a los campos de cultivo produciendo abundantes cosechas de trigo, mijo, cebada, avena, dátiles, comino o lino. Además en las laderas se situaban terrazas que proporcionaban tierras suplementarias para el cultivo.

Árbol del incienso.

El incienso, y en menor medida la mirra, estimularon el comercio de la región. Este comercio posibilitó que el sur de Arabia se incorporase a una gran red comercial. Los imperio del Norte durante la Edad del Hierro comenzaron a demandar productos exóticos y esto otorgó a los estados del sur de Arabia la oportunidad de entrar en los circuitos comerciales que comunicaban el Indo, el golfo Pérsico, el norte de Arabia, la Costa Siriopalestina, Egipto y el Mediterráneo Oriental. Esta frenética actividad comercial permitió al sur de Arabia amasar una fortuna con tintes legendarios.



Pensando en fortunas legendarias del sur de Arabia es imposible dejar de pensar en la reina de Saba. Según la tradición bíblica Saba era la sede de un fabuloso reino que mantuvo relaciones comerciales con el Reino de Israel, siendo legendario el encuentro entre Salomón y la Reina de Saba.



El origen del estado sabeo hay que situarlo hacia inicio del I milenio a.C. Un sistema de reglas rituales llamado mukarrib se encargaba de la organización del estado. A partir del siglo V a.C., la autoridad del estado sabeo recayó en manos de un monarca, cuyo título era Malik. Las principales construcciones arquitectónicas de Marib que han llegado hasta nosotros son la muralla, una presa que era el núcleo central de todo el sistema hidráulico y el templo de Awwan, dedicado al dios luna Illumquh.

Restos de Marib

Muralla de Marib.
Durante el siglo VI a.C. constatamos la expansión sabea por el África Oriental. Prueba de ello es la aparición de textos y estilos arquitectónicos característicos del sur de Arabia en la región etíope de Tigré. Algunos investigadores mantienen que la presencia sabea en África Oriental fue un elemento primordial en el nacimiento de la civilización de Axum.



Qataban, cuyo centro se encontraba en Timna era el rival más próximo de los sabeos, a mediados del I milenio a.C. Qataban también tenía acceso al comercio del incienso. El mukarrib más antiguo de Qataban data del siglo V a.C., época de máximo esplendor y al que pertenecen también los principales monumentos de Timna, entre los que destacan sus imponentes murallas con múltiples puertas.



En el siglo V a.C. Saba venció a Qataban, consiguió el monopolio del incienso y convirtió a Qataban en estado vasallo. A partir del siglo IV a.C., Qataban, contando con el apoyo del estado vecino de Ausan, consiguió sustituir a Saba en el control del incienso.



Más adelante, a finales del I milenio a.C. otros pueblos como los mineos y los himyaríes comenzaron su expansión, adquiriendo mayor importancia y viviendo momentos de gran esplendor.



D.- El noroeste de Arabia.



Hasta finales de la Edad del Bronce, la gente del noroeste de Arabia se dedicaba casi exclusivamente al pastoreo, complementando su dieta con la caza y la recolección. A finales de este periodo la situación cambió radicalmente. Alrededor de los oasis comenzaron a surgir aldeas, que con el tiempo acabaron convirtiéndose en auténticas ciudades. El motor de esta sedentarización fue el incienso que provenía del sur con dirección al Norte. Este fue el punto de partida de la encarnizada rivalidad por controlar ese tráfico comercial.

Qurayyah fue una de estas primeras ciudades, de la que sabemos que estaba rodeada de una muralla, producían cerámica y contaban con un extenso sistema de canales. Más tarde surgieron otras ciudades como Jawf, Al-Ula, Tayma y Medina, más conocidas por su posterior fama.



Los pueblos del noroeste de Arabia desarrollaron varias escrituras alfabéticas y nos dejaron numerosas inscripciones. Se trata, por lo general, de mensajes cortos personales, que hacen referencia a ciertas divinidades que tenían significados astrales. En algunos grafitos se representa a los dioses con estrellas.



“La interacción entre el camello, las ciudades comerciales y los mercados del mundo funcionó como una sólida unión entre esta parte de Arabia y las civilizaciones vecinas, al mismo tiempo que trajo a las ciudades de Arabia un clima cada vez más cosmopolita”.

Abdul Rahma Al – Ansary.

lunes, 12 de noviembre de 2012

AKSUM

REYES DE ETIOPÍA.

Centralizado en África Nororiental, actuales territorios de Etiopía y Eritrea, el Reino de Aksum fue una de las principales entidades políticas del África Subsahariana durante los últimos siglos de la Antigüedad y primeros del Medievo.

La capital, Aksum se encontraba en la meseta de Tigray, a unos 2000 metros sobre el nivel del mar. La facilidad para conseguir piedra apta para la construcción, abundancia de agua, y especialmente de madera, contribuyó a elegir esta ubicación. Aksum era una encrucijada de caminos, que ponía en contacto el interior del continente africano y el mar Rojo.

Las referencias más antiguas sobre Aksum, datan del siglo I d.C. y desde este momento, la ciudad se convierte en la gran metrópoli de un reino cuyas fronteras eran, hacia Oriente, el Mar Rojo, hacia Occidente, el río Takazze, en el sur, las estribaciones de Alaghi, y en el Norte, Barka; cubriendo la mayor parte de Eritrea y Tigré.

Los tres primeros siglos de la Era Cristiana, fueron de gran desarrollo, prosperidad y extensión del reino aksumita, que consiguió imponer su autoridad a los pueblos vecinos y desempeñar un papel protagonista en el comercio del mar Rojo.

En toda esta actividad comercial, jugó un papel de importancia capital el puerto de Adulis, un emporio donde se producía el intercambio de productos; materias primas del interior de África y bienes de lujo procedentes del Mediterráneo: siendo el marfil el producto estrella del comercio de Aksum.

El reformador religioso persa Mani, escribió hacia el 240 d.C.: “Hay cuatro grandes reinos en el mundo; el primero es el reino de Babilonia y Persia; el segundo es el Imperio romano; el tercero es el reino de los aksumitas; y el cuarto, el reino de Silis [¿China?]”.

Durante esta época se acuñan las primeras monedas del reino, en oro, plata y bronce. En estas monedas aparecen las efigies de los soberanos, como Endybis, Aphilas, Usanas o Wazeba y sus títulos en griego. Se adornaban con antiguos símbolos religiosos, el disco y la media luna, al parecer vinculados con el culto a Astarté.

En el siglo IV d.C., encontramos al rey Ezana, uno de los gobernantes más trascendentales de la historia de Abisinia. Ezana pretendió ser un rey guerrero y para justificarlo existen numerosas inscripciones, que relatan sus campañas bélicas contra pueblos vecinos, como los nuba o los nómadas beja. Una de esas inscripciones reza así:

“Por el poder que el Señor de los Cielos que, en la Tierra como en el Cielo, es victorioso por mí, yo, Ezana, hijo de Ella-Amida, hombre de Halén, el rey de Aksum, Himyar, Raydan, Saba, Seyamo, Sasu y de los beja, rey de reyes, hijo de Ella-Amida, a quién ningún enemigo ha derrotado...”
Rey Ezana
No obstante, el acontecimiento más destacado del reinado de Ezana, y el motivo de su trascendencia, fue su conversión al Cristianismo. Hacia el siglo IV , Frumencio de Tiro, ordenado obispo, por el Patriarca Atanasio de Alejandría, predicó en Aksum el cristianismo de Nicea. El propio soberano Ezanas abrazó la nueva religión y utilizó la cruz, como uno de sus símbolos reales.

Además de Aksum, “donde se encuentra la corte real” según Ptolomeo, destacaban la mencionada Adulis, Koloe, Maste, y Matara, situada en las tierras altas de Eritrea. En un origen, estas ciudades hacían las veces de mercados locales, por eso no es arriesgado afirmar, que el comercio internacional fue el principal motor del desarrollo urbano en Etiopía y Eritrea. En estas ciudades destaca la presencia de monolitos y obeliscos de clara influencia egipcia.

En cuanto a la religión precristiana de la zona, conocemos muy poco. Ashtar, fue la única deidad preaksumita que mantuvo su posición en el panteón de Aksum, junto a Mahren, el invencible, y Beher y Meder, protectores de la tierra.

Durante el siglo IV, Aksum continuó su gran expansión, esta vez hacia la península de Arabia. El rey Kaleb, organizó una expedición de castigo contra el rey himyarí, Dhu Nuwas, que organizaba persecuciones contra los cristianos. Kaleb derrotó a Dhu Nuwas y afianzó el control de Aksum sobre el sur de Arabia.
Soldado aksumita.
En relación a este suceso, Cosmas Indicopleustes , en su Topografía Cristiana, recoge la siguiente noticia:

“En la época (517) en que yo estaba en esa zona (Adulis), al principio del reino de Justiniano, emperador de los romanos, Ellatzabaas (Kaleb), por aquel entonces rey de los aksumitas, estaba a punto de entrar en guerra contra los himyaríes”.

Hacia finales del siglo VII el reino de Aksum comenzó su declive, agravado por la competencia Sasánida y el posterior avance del Islam. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

HIMYARIES



La Arabia preislámica aparece dividida en tres grandes zonas; el Norte, en estrecho contacto con el Mediterráneo y el Creciente Fértil; el Centro, Tierra de Beduinos y el Sur o Arabia Félix.

El sur de la península arábiga aparece denominado en la geografía de Ptolomeo como Arabia Félix, debido a la riqueza de sus habitantes, fruto de la próspera actividad comercial del lugar. La Arabia Félix, en contacto directo con el Océano Índico, se convirtió en un importante enclave estratégico para el comercio entre la India y Egipto; mercado para productos de lujo tales como el marfil, las especies, el incienso o la mirra, demandados a ambos lados del Atlántico.

Entre los siglos VII a.C. y el III d.C., los nómadas del desierto crearon estados sedentarios, concretamente en el sur, amparados por este comercio. En ese sentido, el sur de Arabia estaba mucho más desarrollado que el Norte o el Centro. 




A partir del siglo II a.C., los himyaríes, descendientes de Himyar, que vivió tres mil años antes que Mahoma, van a dominar este sur tan desarrollado, desde la región de Aden, llegando a destruir a su predecesor reino de Qataban, a principios del siglo I d.C. A pesar del sedentarismo, estos pueblos seguían manteniendo estructuras sociales de carácter tribal. Para los griegos y romanos, estos himyaries, eran conocidos como homeritas.

La arqueología, fuente casi imprescindible en este lugar para esta época - debido a la carencia de testimonios escritos -, nos ha revelado un importante sistema de regadíos, con diques y canales, que permitió a estas poblaciones cultivar cereales, como el trigo, el sorgo o la cebada. Otra muestra más de la prosperidad de la Arabia Felix.

Desde el siglo III d.C. los himyaries comenzaron una etapa de expansión que les llevó a dominar toda Arabia meridional, alcanzando incluso Nayran, al sur de La Meca.

Los himyaríes a partir del siglo IV abrazaron el monoteísmo - influidos quizás por poblaciones judías -  e iniciaron el culto a un único dios "Rahman-an el Misericordioso.

Pero pronto, el estado himyarita empezaría a tener problemas con sus vecinos. Abu Kariba se convirtió al judaismo, y su hijo, y sucesor Yusuf Dhu Nuwas, comenzó a perseguir a los cristianos de Nayran, lo que le granjeó la enemistad de los etíopes. Najashi, rey de Etiopía, envió un gran ejército al Yemen y derrotó a Dhu Nuwas, al que no quedó más remedio que huir.

Decidido a recuperar el poder, Yusuf Dhu Nuwas, se enfrentó en 524 a una poderosa alianza tripartita, formada por el Imperio Bizantino, el reino Aksum de Etiopía y los cristianos de Nayrán. Estos combates finalizaron con la predecible derrota (lo que suele ocurrir cuando te buscas demasiados enemigos) himyarí; Dhu Nuwas se suicidó, o quizás fue asesinado, lo único seguro es que con él murió la dinastía de los himyaríes. 

lunes, 14 de mayo de 2012

AGARENOS

LOS HIJOS DE LA ESCLAVA
Cuentan las Sagradas Escrituras, que Abraham, profeta, padre de Isaac y patriarca del pueblo israelita, tuvo con anterioridad otro hijo con su esclava Agar, al que llamaron Ismael, y que llegaría a ser el patronímico de los beduinos del Gran Desierto de Arabia. 




"Sara, mujer de Abraham, no le daba hijos. Pero tenía una esclava egipcia, que se llamaba Agar, y dijo Sara a Abraham: Mira, el Señor me ha hecho estéril. Llégate, pues te ruego, a mi esclava. Quizá podré tener hijo de ella". "Agar dio a luz un hijo de Abrahám, y Abrahám llamó al hijo que Agar le había dado Ismael".
GÉNESIS 16.

Los agarenos, o agareanos eran un pueblo nómada que habitaba las zonas desérticas al Sur y Sureste de Canaán y que su principal actividad económica y fuente de riqueza era la ganadería de camellos, asnos y ovejas. 

Los agarenos estuvieron siempre en permanente conflicto con los israelitas. Cuenta Josefo, que aliados con anmonitas y moabitas se enfrentaron a Josafat, rey de Judá, y por ello aparecen en los Salmos, como uno de los diez enemigos más peligrosos para Israel.

"...las gentes de Edón, los ismaelitas, Moab y los hijos de Agar ..."
Salmos 83,7.

Agarenos e ismaelitas son términos casi sinónimos, y los ismaelitas se identifican con los árabes, aquellos que andando los siglos, abrazaron la religión predicada por Mahoma. Por tanto, los ismaelitas, al igual que los judíos, se consideraban descendientes de Abraham, Ibrahim para ellos.

Los israelitas reconocían su parentesco con los ismaelitas, pero les concedían poca importancia en el plan divino, al tratarse de los hijos ilegítimos de Abraham y una concubina.

"Agarenos,agarenos
hijos de la pobre esclava,
hijos del desierto ardiente,
os llega pronto vuestro !mañana¡"
Unamuno.

Yahvé, o Allah, prometió a Abraham la tierra de Canaán para sus descendientes, pero ¿a qué descendientes?, ¿a Isaac? hijo de su legítimo matrimonio con Sara, o ¿a Ismael?, su primogénito, pero hijo de la esclava Agar. Musulmanes y Judios llevan siglos discutiendo esta cuestión, y mientras Palestinos e Israelitas, unas veces con palabras y otras con las armas, continúan reivindicando el derecho divino de habitar en la Tierra Prometida.   

 "Creció el niño y fue destetado, y Abrahám hizo un gran banquete el día que destetaron a Isaac. Cuando vio Sara al hijo que Agar la egipcia había dado a Abraham jugando con su hijo Isaac, dijo a Abrahám: . Abrahán lo sintio muchísimo, por tratarse de su hijo, pero Dios dijo a Abrahám: . Abrahám se levantó de mañana, tomó pan y un odre de agua y se lo dio a Agar; le puso al hombro el niño y la despidió.
      Ella se fue y anduvo por el desierto de Berseba. Como llegase a faltar el agua del odre, echó al niño bajo una mata y ella misma fue a sentarse enfrente, a distancia como de un tiro de arco, pues pensaba: Sentada, pues, enfrente, se puso a llorar a gritos.
       Oyó Dios la voz del chico; el Ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo: <¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del chico en donde está. ¡Arriba!, levanta al chico y tenle de la mano, porque he de convertirle en una gran nación>. Entonces abrió Dios los ojos de Agar y vio un pozo de agua. Fue, llenó el odre de agua y dio de beber al chico.
        Dios asistió al chico, que se hizo mayor y vivía en el desierto, y llegó a ser un gran arquero. Vivía en el desierto de Parán, y su madre tomó para él una mujer del país de Egipto.
GÉNESIS 21. 



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